
Muchos árboles sobrevivieron a una bomba destructiva. Sucedió el 6 de agosto de 1945. Hoy, sus semillas, son enviadas a todo el mundo
En Argentina se escucha permanentemente que el diálogo y el consenso son fundamentales a la hora de crecer. Un país con todos los climas y una naturaleza única, requiere del entendimiento, sin embargo las diferencias políticas llevan -muchas veces- a que el desarrollo no sea tan rápido.Frente a esta realidad, un diputado nacional presentó un proyecto de resolución que merece un análisis. Ricardo Alfonsín solicitó a través de dicha normativa, un ejemplar descendiente de árbol sobreviviente al bombardeo atómico de Hiroshima, para que sea plantado en el terreno del Congreso de La Nación y pueda ser observado por los ciudadanos y visitantes extranjeros.Además sumó otro proyecto por el cual declara de interés de la Cámara de Diputados de la Nación, el Proyecto "Semillas de Paz", desarrollado por el Instituto Privado Argentino - Japonés Nichia Gakuin por convenio con "Green Legacy Hiroshima Initiative", con el objeto de difundir en la Argentina un mensaje de paz que consiste en sembrar semillas descendientes del árbol sobreviviente al bombardeo atómico de Hiroshima.En la mañana del 6 de agosto de 1945, en Hiroshima (Japón), ocurrió uno de los mayores desastres de la humanidad: la primera bomba atómica es detonada sobre un centro poblado que dejó como resultado una ciudad arrasada y carente de vida. Científicos calculaban los efectos del desastre y estimaban que habría que esperar más de 70 años para que algo nuevo pudiera volver a crecer en aquella tierra.No obstante, en octubre de ese año, y contra todos los pronósticos, en el área más castigada por la explosión, nacieron brotes verdes de Ginkgo biloba, Diospyros Kaki, Ilex rotunda y Cinnamomun Camphora. En Hiroshima, 170 árboles ubicados en 55 lugares dentro del radio de 2 km del hipocentro han sido registrados, por el gobierno local, como árboles bombardeados. Ellos también dan testimonio de la devastación causada por las armas nucleares y son identificados por una placa especial y un nombre único: Hibakujumoku (árbol sobreviviente).Comprometidos por un planeta más verde y libre de amenazas nucleares, el Instituto de las Naciones Unidas para Formación Profesional e Investigaciones (UNITAR), ANT-Hiroshima y un grupo de otros socios dedicados y personas se unieron bajo la bandera de "Green Legacy Hiroshima" (Verde Legado de Hiroshima), que es una iniciativa para difundir en todo el mundo las semillas y el mensaje de paz - de los árboles que sobrevivieron al bombardeo atómico. Luego de un tiempo, Green Legacy Hiroshima se convirtió en un "Comité Voluntario" bajo la ley japonesa, nombrándose como "Green Legacy Hiroshima Initiative".En nuestro país, por iniciativa del Lic. Julio C. Bernal, integrante de la Comisión Directiva del Instituto Privado Argentino nació el proyecto "Semillas de Paz" mediante un acuerdo con Green Legacy Hiroshima Initiative. Por éste acuerdo, Nichia Gakuin pasa a ser la primera escuela en el mundo en convertirse en socia internacional de la iniciativa.En agosto último llegaron las semillas a nuestro país, las que fueron sembradas para su germinación en el Jardín Botánico "Carlos Thays" de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Son 176 semillas.De allí que el legislador radical elevó dicho proyecto para convertir al Congreso un lugar de reservorio de la paz. Una iniciativa que debe tener el apoyo de sus pares por el significado para el resto de los argentinos. Un mensaje para el entendimiento, más allá de las diferencias políticas propias de la democracia.Otra escuela fumigada"La situación se repite. Nuevamente una escuela rural es rociada con agrotóxicos inescrupulosamente. El hecho sucedió el jueves 01 de noviembre aproximadamente a las 12:30, en la escuela rural N° 54 ubicada sobre el camino de acceso al Palacio San José a unos doscientos metros del asfalto", informó el Centro de Protección a la Naturaleza -Campaña "Paren de Fumigarnos"-.Acotó que el establecimiento tiene el horario escolar de 8 a 12, allí concurren todos los días 15 niños del nivel primario. "Según lo relevado desde la Campaña, la escuela está a menos de 50 metros de lotes agrícolas en donde generalmente realizan tareas de fumigaciones".Al momento de la fumigación los alumnos ya se habían retirado a sus casas; según manifestó el docente el viento del sur hacía que la deriva del veneno fuera contra el edificio de su escuela, por lo que tuvo que cerrar puertas y ventanas y refugiarse adentro para protegerse, a pesar de lo cual "el olor era insoportable". El "mosquito" aplicador se encontraba aproximadamente a 150 mts. de la escuela y dio por terminada su tarea cuando advirtió que el docente estaba tomando fotografías.La Ong reiteró que antes de aplicar agrotóxicos en lotes cercanos a viviendas debe notificarse a los moradores con 48 hs de anticipación y la aplicación debe ser controlada por un responsable técnico, además la maquinara debe estar registrada, con su patente en lugar visible y contar con la receta agronómica del veneno.