SELECCIÓN ARGENTINA
Todos los números de la Era Scaloni

En un país donde el fútbol se vive con intensidad diaria, la gestión de Lionel Scaloni no solo devolvió la gloria, sino que también reordenó una estructura que venía de años de frustración. Con un enfoque tranquilo, decisiones firmes y mucho trabajo silencioso, logró lo que muchos entrenadores con más renombre no pudieron: armar un equipo competitivo, unido y con identidad.
Cuando Lionel Scaloni asumió como técnico interino tras el Mundial de Rusia 2018, pocos imaginaban que terminaría marcando una época. Sin experiencia previa como DT principal y con un plantel desarmado, el santafesino arrancó su ciclo en silencio, sin promesas grandilocuentes. Sin embargo, seis años después, se convirtió en el entrenador más exitoso de la historia reciente de la Selección Argentina.
Además, a nivel social, su figura también cobró peso en un contexto de incertidumbre económica y política. En tiempos donde sobran los discursos vacíos, su perfil bajo y resultados concretos funcionaron como un ejemplo de liderazgo efectivo. En las canchas, pero también fuera de ellas.
El palmarés de un ciclo inolvidable
Hasta hoy, Lionel Scaloni consiguió tres títulos oficiales con la Selección Argentina: la Copa América 2021, la Finalissima 2022 y el Mundial de Qatar 2022. A eso se suman una racha de partidos invictos histórica y una clasificación temprana al Mundial 2026, que ya está en marcha.
Los números hablan por sí solos: dirigió 72 partidos, con 50 victorias, 15 empates y solo 7 derrotas. El equipo marcó 145 goles y recibió apenas 47. Bajo su conducción, la Albiceleste mantuvo su arco en cero en más de la mitad de los partidos.
En Qatar 2022, Argentina mostró una evolución táctica notable, con cambios clave durante el torneo: desde el ingreso de Enzo Fernández y Julián Álvarez hasta el regreso de Di María en la final. La lectura de cada partido fue uno de los puntos fuertes del cuerpo técnico.
Las claves de su estilo y método
Scaloni construyó una identidad basada en la presión alta, la circulación rápida de la pelota y la combinación de experiencia con juventud. Apostó por nombres como De Paul, Paredes y Lautaro Martínez cuando todavía no eran figuras, y sostuvo a Messi con libertad total para jugar donde se sintiera más cómodo.
El cuerpo técnico, integrado por Pablo Aimar, Walter Samuel y Roberto Ayala, también fue clave. Juntos armaron un equipo donde lo humano y lo deportivo se equilibran: un plantel unido, comprometido y sin egos desbordados.
Otra característica distintiva fue su vínculo con los jugadores. Más allá de lo futbolístico, Scaloni supo manejar los tiempos emocionales del grupo, especialmente en los momentos más críticos, como la derrota con Arabia Saudita o la definición por penales ante Países Bajos.
La renovación generacional
Uno de los grandes méritos de Scaloni fue renovar el plantel sin traumas. Con referentes históricos como Mascherano, Agüero e Higuaín fuera del equipo, el DT armó una base nueva que no tardó en consolidarse.
Figuras como Cuti Romero, Alexis Mac Allister, Nahuel Molina y Julián Álvarez fueron descubiertos o potenciados en esta etapa. También supo reincorporar a jugadores como Di María y Otamendi, dándoles roles claves sin que eso frenara el recambio.
Algunos de los nombres claves que surgieron con Scaloni:
- Emiliano Martínez (arquero y figura en los penales).
- Enzo Fernández (revelación del Mundial).
- Julián Álvarez (delantero con gol y presión).
- Alexis Mac Allister (clave en el equilibrio del mediocampo).
- Esta mezcla generacional permitió armar un equipo con dinámica, madurez y ambición.
Lo que viene para la Selección
Con la clasificación al Mundial 2026 bien encaminada, Scaloni ya empieza a pensar en la siguiente etapa. Si bien mantendrá la base campeona, también se espera que incorpore nuevas caras como Garnacho, Valentín Barco o Facundo Buonanotte.
El principal desafío será sostener la motivación y el nivel competitivo después de haberlo ganado todo. También habrá que gestionar el retiro progresivo de algunos referentes y preparar el terreno para otra transición generacional.
A esto se suma el contexto local: con el fútbol argentino golpeado por la crisis económica y la falta de infraestructura, sostener un proyecto sólido desde la Selección es más importante que nunca. En un país donde las instituciones tambalean, el equipo nacional se convirtió en símbolo de profesionalismo y unidad.
Lionel Messi, el capitán eterno
En el análisis de la era Scaloni no puede faltar la figura de Lionel Messi. Bajo su mando, el 10 encontró el contexto ideal para rendir al máximo: compañeros que lo respaldan, un esquema que lo favorece y una conducción que lo respeta sin condicionarlo.
Con 13 goles en la Copa del Mundo y un rol decisivo en todas las finales, Messi fue el gran líder de esta etapa. Incluso cuando parecía que ya no había más desafíos por cumplir, volvió a reinventarse y liderar a la Selección Argentina hacia la cima.
Otras figuras del ciclo
Más allá de Messi, varios jugadores dejaron huella en este ciclo. Rodrigo De Paul fue el motor del mediocampo, Lautaro Martínez aportó goles clave en la Copa América y el Dibu Martínez se convirtió en un símbolo de personalidad.
Ángel Di María, muchas veces criticado en el pasado, se reivindicó con goles en tres finales consecutivas. Su tanto ante Brasil en 2021 rompió una sequía de 28 años sin títulos mayores.
También hay que destacar el crecimiento de futbolistas que pasaron de ser promesas a figuras consagradas en Europa, como Cuti Romero o Enzo Fernández, quienes consolidaron su lugar en la élite a partir de sus rendimientos con la Selección.
Una carrera que habla por sí sola
La era Scaloni ya es parte de la historia grande de la Selección Argentina, no solo por los títulos, sino por la forma de lograrlos. Con humildad, trabajo y visión, el técnico armó un equipo competitivo que reconectó al hincha con la celeste y blanca.
El ciclo continúa, y el futuro abre nuevas preguntas: ¿podrá repetir los éxitos? ¿Quiénes serán los nuevos líderes? Lo único seguro es que, gane o pierda, este equipo ya dejó una huella que será recordada por generaciones. Y todo empezó con aquel interinato que pocos entendían… pero que terminó en la cima del mundo.