Todos podemos ayudar a Tartagal
En Tartagal, el río volvió a reventar y se llevó consigo vidas, casas, esperanzas, la paz de un pueblo. Todos podemos colaborar, llevando donaciones a Cáritas o aportando en la cuenta que se abrió para tal fin.o
“Cuando el río habla nos cuenta cosas. Habla a su manera, con palabras espesas de lodo. Hoy en Tartagal, el río se cayó del cielo. Se cayó abrumado de broncas y con las espaldas artríticas de desmonte. Se cayó afónico de tanto haber gritado: ¡Cuidado! –escribió Marcelo Musante-. Las crónicas rápidas dicen que hay desaparecidos, pero el río no les cree. El río sabe que los muertos ya eran un tipo de muertos. Muertos sociales cuyos cuerpos, recién ahora, tomaron valor para las estadísticas. Hasta ayer, ni siquiera eso. ¿Quién se acordaba ayer de los que habitan esas tierras, colectoras de la muerte?”
Si no nos acordamos ayer –como argentinos, como seres humanos hermanos de los que allí habitan, como ciudadanos co-responsables de lo que sucede- acordémonos hoy. Los salteños de Tartagal necesitan ayuda urgente. Ya. Sin esperar. Sin detenernos a pensar siquiera “mmm… podría revisar mi ropero… o sacar de la alacena… o ir al súper a…” El hambre no espera, la falta de techo, las enfermedades que acechan tampoco. Tartagal necesita que pongamos manos a la obra ya. Sin detenernos en nada.
Los gualeguaychuenses tenemos la posibilidad de ir hasta la parroquia de Luján (frente a la plaza Ramírez) y llevar agua mineral, pañales o leche en polvo, tres elementos que pide Cáritas de nuestra ciudad para enviar a Salta. “Si alguien no puede acercarse a Luján, puede llevar sus donativos a la parroquia más cercana, que desde allí se derivará –dijo ayer a El Día el padre Joaquín González, de la parroquia Santa Teresita-. El acopio que se logre será enviado vía Transporte Mostto a Buenos Aires, donde Cáritas Nacional hará los envíos pertinentes”.
El aluvión de barro y agua que arrasó Tartagal ocasionó muertes, desaparecidos y trajo consigo la devastación y el dolor. Red Solidaria también está realizando colectas, además de Cáritas nacional. Esta organización fundada por Juan Carr ha logrado hasta el momento reunir comida suficiente para que 1450 familias afectadas por el alud tengan alimentos durante 60 días y ropa y abrigo por dos años, informó la Red.
Se estima que hasta el momento, unos 350 mil argentinos colaboran con la campaña por Tartagal. Sumando la ayuda de la Red a la de Cáritas, se calcula que las casi 10 familias damnificadas tendrían asegurado su alimento diario, por el término de seis meses.
Pero hay otras necesidades. Por ejemplo, agua potable, pañales para niños y adultos, medicamentos, antibióticos, toallas, sábanas, zapatillas, herramientas. La ayuda está dirigida especialmente a niños menores de 5 años, enfermos de toda edad, embarazadas y ancianos.
La Iglesia argentina, teniendo en cuenta que la ayuda más eficaz es la ayuda organizada, está trabajando a su vez junto a los Cascos Blancos y la Cruz Roja, y aportan asimismo los funcionarios del gobierno nacional, del gobierno provincial y de la municipalidad local.
Cáritas ha organizado de manera rápida y efectiva los centros de evacuados. Funcionan “en algunas Cáritas parroquiales, en escuelas y en Gendarmería, donde se alberga a mujeres y niños que perdieron todo con la tormenta”, declararon a la prensa miembros de Cáritas de la diócesis de Orán a la que pertenece Tartagal.
Las tareas de logística están a cargo de las diócesis más cercanas a Orán. Allí se clasifica la ayuda recibida, se selecciona y distribuye. Cáritas Argentina habilitó una cuenta bancaria para que todos puedan sumar: Cuenta corriente Banco Nación Nº 35869/51. Sucursal Plaza de Mayo. CBU 01105995-20000035869519. A nombre de Cáritas Argentina Emergencia. CUIT 30-51731290-4
Y por supuesto, está la ayuda que todos podemos dar, aunque no tengamos nada más para dar: la oración.
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