SALUD ANIMAL
Transfusión en perros y gatos: el surgimiento de los bancos de sangre y cómo es la práctica en la ciudad
El famoso médico veterinario Juan Enrique Romero dialogó con Ahora ElDía acerca de esta práctica que se realiza desde hace muchos años pero que aún es desconocida por muchos. En la actualidad, incluso existen bancos de sangre que aseguran este recurso en cuestiones de minutos. En nuestra ciudad, se continúa haciendo “a la antigua”.
Las mascotas, o como prefiere llamarlos el reconocido doctor Juan Enrique Romero “animales de compañía”, cada vez ocupan un lugar más importante en las familias, lo cual ha hecho que cada vez se destinen más recursos a ocuparse de su salud. Incluso, en grandes ciudades del país ya hay obras sociales que se dedican a la cobertura médica de perros y gatos.
“Hay una evolución en la sociedad en la consideración con respecto al animal de compañía. Ha cambiado la relación durante los últimos años y la consideración social en el consciente colectivo. Y otro detalle importante es que la tecnología aplicada a la medicina veterinaria aumentó considerablemente, una situación inimaginable tiempo atrás”, expresó el famoso veterinario.
En este contexto, una de las innovaciones para mejorar la respuesta sanitaria fue el banco de sangre para perros y gatos: “Las transfusiones en perros y en gatos es un recurso que tiene ya muchísimos años. Tengo casi cinco décadas de profesión y las hice desde siempre. La diferencia sustancial que existe ahora es que hay bancos de sangre: en Ciudad de Buenos Aires hay por lo menos diez. Antes se necesitaba un donante; es decir que el tutor (muchos lo llaman dueño/a, pero a mí me gusta decirle así) del animal necesitado consiguiera uno. Había que extraer la sangre del dador y transfundírsela al necesitado”, aseguró Romero.
Entre las dos transfusiones, existen algunas diferencias. “El perro tiene una característica que es que la primera transfusión, que puede ser por una emergencia, por ejemplo, no necesita compatibilizarla con los grupos sanguíneos. En el caso del gato es más difícil: si requiere establecer el grupo, que son dos, el A y el B, para evitar incompatibilidad”, detalló el exintegrante del recordado programa “El Portal de las Mascotas”. Y agregó: “En la segunda transfusión, en el caso de un perro, ya se le hace una compatibilización que puede ser la detección del grupo sanguíneo, para lo que existen reactivos, o simplemente se le practica una reacción cruzada entre los glóbulos rojos del dador y el suero o el plasma del receptor, y viceversa. Es una reacción que en manos idóneas se puede hacer en cualquier consultorio”.
Romero puntualizó que la necesidad de una transfusión “puede ser por un accidente o por una necesidad quirúrgica; es decir que el animal tenga una baja carga de glóbulos rojos y necesita un aporte de sangre pre o post quirúrgico, según la intervención”.
Sobre las bondades de los bancos, marcó que “lo que ofrecen es sangre entera que no requiere compatibilización alguna y puede ser utilizada en muchísimos casos, porque además puede congelarse y conservarse durante 6 meses. Las grandes ciudades del interior, como Córdoba, Rosario y Mendoza, también tienen bancos de sangre, porque la transfusión sanguínea es un recurso médico veterinario que salva muchísimas vidas a diario. Hoy se organizan para tener sangre disponible mediante un grupo de dadores, animales de porte, que no han padecido de ninguna enfermedad infectocontagiosa previa a la transfusión, que tienen sus vacunas completas y al día, y que son mayores de 3 y menores de 8 años”, detalló el especialista, quien valoró todos estos avances porque “aumentan la esperanza de vida: en el siglo pasado, los perros vivían en promedio 11 años y hoy lo hacen entre 13 y 15; mientras que los gatos vivían 12 y hoy llegan a los 15 años”.