50 AÑOS DESPUÉS
Tranvía Juniors, el viejo sueño del club de barrio que empieza a hacerse realidad
Los vecinos del Médanos están felices. La semana pasada recibieron el comodato, de parte de la Sucesión de Rufino Pablo Baggio, que oficializa el compromiso asumido: el predio de poco más de 2 hectáreas está a disposición para comenzar a ponerlo en condiciones. Proyectan construir canchas de fútbol, básquet, vóley y una pista de la salud, entre otros desafíos.
Por Luciano Peralta El mismo día que el club Unión del Suburbio recibía, en forma de préstamo, los terrenos ubicados en la zona sur de la ciudad, Domingo Gómez celebraba también una buena noticia: Tranvía Juniors tendría también su predio deportivo. Los préstamos de estos terrenos -totalmente ociosos durante largas décadas- por parte de la Sucesión de Rufino Pablo Baggio se hicieron efectivos a través de contratos de comodato, luego que un grupo de vecinos hayan querido ocupar las tierras ubicada sobre la calle España. Nota relacionada: Exclusión, concentración y toma de tierras: El drama de ser pobre en un país cada vez más desigual Esta situación volvió a poner de relieve la falta de acceso a la tierra que sufren miles de personas en la ciudad, por un lado, y la enorme concentración en muy pocas manos, por otro. Pero también ayudó a visibilizar el trabajo que clubes y organizaciones barriales llevan a cabo, generalmente en el anonimato.
El caso de Tranvía Juniors es particularmente rico para la identidad de los vecinos del Médanos. La historia data de principios de la década del 70, concretamente en el 73, año en que se conformó un equipo de fútbol amateur para competir en los campeonatos de barrio. Desde el primer momento, los colores distintivos fueron el verde y el blanco y, con altos y bajos, Tranvía participó en estas competencias hasta 1986, “el año del mundial”, recordó un viejo jugador y vecino del barrio. “Yo supe jugar en Tranvía, cuando era chico”, contó, por otro lado, Cacho, quien oficia de director técnico en el equipo de mayores, aunque reconoce que prefiere trabajar con los más chicos. “Estuve 23 años en el fútbol infantil de Defensores del Oeste. Siempre me gustó esto”, asegura quien, en su momento, realizó el curso de entrenador nacional. “Cuando hicimos la cancha de Defensores, el predio era como este, no había nada”, se entusiasmó. La historia data de principios de la década del 70, concretamente en el 73, año en que se conformó un equipo de fútbol amateur para competir en los campeonatos de barrio Los primeros movimientos dentro del terreno generaron la preocupación de los vecinos del barrio. Los llamados a la Policía se sucedieron y en varias oportunidades los promotores de esta iniciativa debieron explicar a los uniformados que lejos estaban de querer usurpar estas tierras, y que las estaban empezando a limpiar porque allí se construiría un predio deportivo. Domingo Gómez, presidente de la flamante comisión directiva del club -que se ha ordenado administrativamente y está a la espera de la personería jurídica-, contó que fue en 2007 cuando volvieron a presentarse con el nombre de Tranvía Juniors. “Fue para el campeonato comercial que se jugaba en la vieja cancha de Sarmiento, donde hoy está el hospital. Ya el año pasado jugamos el campeonato de verano en el fútbol amateur y salimos campeones. Eso nos motivó mucho”, reconoció en diálogo con ElDía. “Vamos a construir canchas de fútbol, básquet, vóley, la idea es hacer, también, una pista de la salud para los vecinos del barrio. Queremos seguir participando en el torneo amateur y, con el tiempo, empezar a generar categorías inferiores para participar en la liga”, adelantó Mingo, como lo conocen todos en el barrio. Vamos a construir canchas de fútbol, básquet, vóley, la idea es hacer, también, una pista de la salud para los vecinos del barrio “Somos un grupo muy unido. Confío en que va a haber mucha gente que nos va a ayudar. Vos imagínate, que cuando jugábamos en La Ribera -a metros del río Gualeguaychú- nos alquilábamos un colectivo para nosotros y nuestras familias”, contó. Del vagón al corazón “Uno de los vecinos que jugaba en esa época nos contó que él era jugador de Racing, en el torneo local, y que a veces venían con otros compañeros a jugar el torneo de barrio, y lo hacían con esas camisetas. Y de ahí quedó el verde y blanco”, relató Mingo sobre los colores de la camiseta que viste para la entrevista con ElDía. “Además, donde hoy es la Muni Cerca -la antigua salita de salud del Médano- había un viajo vagón de tren, que era utilizado para ayuda escolar y otras actividades. Ese vagón estaba pintado de verde, de ahí viene un poco el color también”, agregó. ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
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