Un día de reflexión
Todo está dicho, sólo resta votar. Este raro clima, mezcla de calma por la campaña concluida y de tensión por la incertidumbre, nos induce a una reflexión. ¿Con qué expectativas llegamos? ¿cómo quedará el mapa político? ¿qué harán los electos? ¿cuál es nuestro futuro? [email protected] Hay de todo en la viña del Señor: por un lado, los que votan con absoluto desinterés y alarmante desconocimiento; por el otro, los que lo hacen con demasiado interés, y al medio, los que van con alguna esperanza. En esta categoría nos incluimos. Alguna esperanza de que en 2009, por fin hayamos tocado fondo y empecemos a emerger. ¿Pero cómo? ¿ eso no ocurrió ya en 2001? Sí; en lo económico. El pozo que debemos superar ahora es mucho más importante: es el institucional. Ése es el modelo al que hay que prestarle atención; hace agua por todas partes. Al de la distribución del ingreso, lo hemos cambiado infinidad de veces; no son buenos tantos cambios. Pero el andamiaje institucional se viene desvencijando hace mucho tiempo. Y ahí ocurre algo más grave: una catarata de cambios en el sistema electoral - que debiera ser estable- y siempre para peor; ya no aguanta más; la gente tampoco. Eso es lo que debería revertirse a partir de esta elección. Por dos motivos: uno, es que sin base institucional, ningún programa económico será sustentable; el otro, es que la gente ha perdido la alegría democrática de 1983. El sistema no peligra, nadie piensa en otra cosa, pero la actividad política ya no entusiasma. Partidos sin vida interna, alianzas cambiantes, efímeras, juegos de intereses y poder, ausencia de diálogo -aún en la oposición- y en general, una pobreza dirigencial preocupante. Los grandes tribunos de otros tiempos ya no están. Los que pasamos los 60, añoramos las épocas de esplendor del Parlamento Nacional, con debates memorables, sostenidos por oradores brillantes. Todo eso se ha perdido, todo es chatura. ¿a quién van a entusiasmar? Las democracias que pierden esa mística se degradan tanto, que finalmente cuesta distinguirlas de los regímenes autoritarios. En esta campaña, estos temas apenas se mencionaron; sólo los títulos y propuestas lacónicas que se hacían en forma aislada, nada en conjunto: no se advierte para esto una política de estado. Es más: pareciera no haberla para nada. PALABRAS vs. REALIDAD Salvo excepciones, los discursos de esta campaña pasaron por otro andarivel. Se dedicaron más al ataque recíproco buscando confundir al elector. El mensaje y la propaganda poco innovadora, fue una especie de prueba para nuestra capacidad de hartazgo. Rutinarios discursos que para hacernos creer que uno gobernó mejor y el otro peor, toman en cuenta períodos arbitrarios. Globalmente nos han gobernado muy mal. Para no enredarse en tanto palabrerío, nada mejor que observar en todas direcciones: adelante, atrás y a los costados. Hacia adelante, hay un mundo ávido de alimentos que nos espera y pregunta ¿qué te pasa Argentina? ¿por qué bloqueas tus propias exportaciones? A un costado, Brasil hoy es el mayor exportador mundial de carnes y Uruguay casi nos supera. Hacia el otro, Chile vende sus productos por todo el mundo. Nosotros en cambio, ya importamos hidrocarburos y ahora vamos por leche, trigo y carne... Si observamos nuestra Provincia, no debemos evaluarla por lo que es o lo que era, sino por lo que podría ser si en estos 25 años la hubieran gobernado razonablemente. Ahora echemos un vistazo hacia atrás; hace unos días horas un candidato definía con inusual contundencia: desde 1983 al presente, los argentinos estamos más pobres, más inseguros, más brutos y más enfermos. Habría que agregar que eso sucede porque en ese período ha sido minado el andamio institucional: para 1983, en elecciones convocadas por un gobierno de facto, se respetaba más al votante que con los gobiernos electos. En el cuarto oscuro, las boletas estaban separadas -no había que complicarse con el corte- y para mayor facilidad, cada sección de las mismas era de distinto color. Y eso que no existían los 725 partidos actuales: eran 10 veces menos; todo más sencillo. Además, los documentos se obtenían con mucha celeridad y los padrones no venían con tantos muertos. Hoy, a 25 años, el votante se ve sometido a un cambio permanente de fechas, reglas y plazos electorales, listas sábanas, boletas chorizo, colectoras, testimoniales, espejos, dobles candidaturas y toda una parafernalia para extraerle el voto entre la necesidad y la confusión. Dos capítulos se incorporan al momento de escribir: La Cámara Nacional Electoral ha hecho una advertencia despegándose del P. Ejecutivo, por lo que pueda pasar en esta elección, además de recordar que en reiteradas oportunidades solicitó que se legisle la boleta única. Y en Formosa los indios wichis, siempre colmados de loas constitucionales reivindicativas, son encerrados y privados de sus libretas hasta que hayan votado. Eso sí: a sus protectores, la palabra Democracia, jamás se les cae de la boca. Ah! Tampoco se les cae otra promesa omnipresente en todas las campañas: ¡reforma política! Muchos electores - principalmente los jóvenes - van a las urnas sin convicción, sólo para votar sin entusiasmo, por obligación. Una sociedad postrada por la anemia cívica: ¡he ahí el fondo del pozo! DEBATE VACÍO Un último gran debate surgió a último momento en Buenos Aires. En realidad no es debate porque no hay ideas, sólo acusaciones recíprocas. Los candidatos se agredían mutuamente tratándose de "estatistas" o "privatistas", con eso se injuriaban. Ni una cosa es mala, ni la otra es buena. Ambas terminan en resultados igualmente desastrosos cuando está de por medio la corrupción. En Argentina ésta es crónica y ahora gigantesca; entonces, en lugar de pelearse ¿por qué no aúnan esfuerzos para erradicarla? En los países con baja corrupción, los servicios públicos funcionan maravillosamente bien, sean privados, o estatales. Allá los dirigentes discuten otros temas. Y con gran respeto. UN SUEÑO No le pedimos al nuevo Congreso que nos solucione todos los problemas. Menos aún, que se opere en un día el famoso "cambio" que está en todos los discursos pero nunca llega. Sólo que empiece a recuperar su antiguo prestigio y que nos infunda esperanza. Es lo que más necesitamos. Hasta el Domingo. Si Dios quiere.
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios

