Un ecologista denunció en la Fiscalía fumigaciones sin medidas de seguridad

El ambientalista, Emilio Vitale, denunció en la Justicia que en los próximos días se producirá la cuarta fumigación anual con agrotóxicos, a fin de que se tomen medidas para evitar perjuicios en las escuelas rurales. Estela Gigena Vitale forma parte del Grupo "Paren de fumigar las escuelas", de Concepción del Uruguay, donde aporta sus conocimientos informáticos para la elaboración de estadísticas y seguimiento virtual de escuelas expuestas a las fumigaciones en la provincia.Con el grupo, además y tal como lo ha explicado Jorge Bevacqua, de la Asamblea Ambiental de Concepción del Uruguay, a ElDía, recorren Entre Ríos con su campaña, visitando las escuelas rurales y explicando a docentes, alumnos y familias cómo es el protocolo, cuál es la legislación y qué es lo que se debe exigir a los fumigadores."Pero las fumigaciones se siguen dando, sin tomarse las medidas de seguridad", afirmó Vitale en diálogo con ElDía. "Ocurre que hoy, casi no han quedado cultivos agroecológicos, todos los cultivos llevan al menos cuatro aplicaciones de agrotóxicos por año", explicó. "La denuncia que hice en la Fiscalía es advirtiendo que van a volver a fumigar. Hemos seguido el proceso desde hace tres años; sistemáticamente las escuelas denuncian cuatro fumigaciones al año y ahora se va a dar la cuarta de 2014. Sabemos que en los días que quedan de noviembre o en diciembre van a volver a fumigar un montón de escuelas. El problema es que nadie le pone el cascabel al gato", dijo.Para Vitale, "el tema es identificar quiénes son los  vecinos de las escuelas que fumigan y hacerles llegar una carta documento", afirmó.-¿Cuáles son las escuelas que están en peligro hoy?- El 80 por ciento de las escuelas rurales de la provincia.- Estela Lemes, de la escuela Bartolito Mitre de Sarandí, por ejemplo, fue la primera en hacer una denuncia formal por una fumigación...- Ha podido controlar un poco gracias a la ayuda del diario ElDía, que lo sacó en la tapa. Y desde entonces, la condena social hizo que los fumigadores cumplan las reglas impuestas. Son productos químicos peligrosos que tienen que estar bajo receta archivada, la famosa receta agronómica. Hoy, como hace 10 años, vienen plantando de esta manera; han dejado de recurrir al ingeniero agrónomo. Van, compran los agroquímicos sin IVA o en dólares y entonces no hay receta. Estamos hablando de una práctica clandestina. No sólo no cumplen con las exigencias ambientales, sino tampoco tributarias ni fiscales. Y los gurises están obligados a ir a la escuela, pero a su vez están expuestos a ser fumigados. CONCEPCIÓN DEL URUGUAY, EJEMPLO DE COMPROMISOLa Asamblea Ambiental de Concepción del Uruguay ha asumido seriamente el compromiso de luchar contra las fumigaciones con agrotóxicos. Con Agmer, el Grupo "Paren de fumigar las escuelas" trabaja concienzudamente haciendo campaña de información y concientización en toda la provincia.Hace unos días realizaron una nueva denuncia por una fumigación a metros de la escuela N° 85, de Arroyo Molina, cercana a la Ruta Nacional 14 y a escasos kilómetros de Concepción del Uruguay.El Grupo logró reunir a docentes, alumnos, familias, Policía, médicos y demás actores involucrados y ocupados en ponerle coto a las fumigaciones con agrotóxicos.En la crónica de lo que fue la reunión, Jorge Bevacqua, describió a ElDía: "Lamentablemente, la más alta autoridad política en materia de Educación de nuestra provincia no participó del encuentro donde la comunidad educativa en su amplio sentido -docentes, directivos, padres, vecinos, gremialistas, policías, activistas ambientales, el cura de la Iglesia y hasta los propios productores agropecuarios- intercambiaron razones, pareceres y sentires para buscar soluciones al problema de las fumigaciones con venenos agroquímicos en las inmediaciones de escuelas y viviendas rurales.El jefe departamental de la Policía de la Provincia fue quien inició la reunión con su palabra, pero enseguida debió hacerse cargo del reclamo de los vecinos por la ausencia de personal policial ante el llamado al momento de constatarse una fumigación. Luego relató brevemente la instrucción y conocimientos de la policía en materia de delitos ambientales, demostrando que la Fuerza no es ajena a la problemática ambiental.Inmediatamente, la encargada del área epidemiología del Hospital Urquiza, la doctora Inés Piñero, tomó a su cargo lo que fue la parte más interesante del encuentro, explicando los efectos agudos y crónicos de los agrotóxicos en la salud. Con un lenguaje claro, preciso y en partes emotivo, relató sus experiencias del año 2003 como responsable del Centro de Salud de Santa Anita. Allí pudo constatar de manera efectiva, cómo luego de cada fumigación aumentaban las consultas de manera muy notoria. No fue un relato estrictamente científico, sino que ubicó a la ciencia en el contexto social, político y económico. Eso propició la participación de los presentes, generando un debate abierto, verdadero, respetuoso, donde se pudo relacionar -entre otras cosas- las afecciones descriptas por los vecinos (afecciones en la piel, rinitis, broncoespasmos-cefaleas) y -registradas por Piñero- con los momentos en que se efectúan las fumigaciones.Para finalizar, la responsable de la oficina Departamental de Educación, Mary T. de Córdoba, destacó la medida de suspender el dictado de clases en el establecimiento, como forma de proteger a niños y docentes. También manifestó que continuará atendiendo la problemática desde lo institucional educativo, interesando -a través del Ministerio de Educación- a las distintas áreas del Poder Ejecutivo provincial.Desde nuestra campaña "Paren de Fumigar las Escuelas" vemos auspiciosa la realización de este tipo de encuentros, a la vez que lamentamos la ausencia del ministro Eduardo Lauritto, que perdió la oportunidad de participar de una clara expresión de democracia y nos privó de escuchar definiciones políticas que puedan encauzar las soluciones al problema", finaliza la crónica.