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Luis Tajes brindó un detalle pormenorizado del trabajo de inteligencia que realizó el personal del Escuadrón 56 para desbaratar la supuesta red narco que actuaba entre Buenos Aires y Gualeguaychú. El lunes arrancó en el Tribunal Oral Federal de Paraná una causa que Gendarmería Gualeguaychú inició en mayo de 2013, pero que saltó a la luz públicamente cuando el 3 de noviembre de ese mismo año se detuvo a Diego Maximiliano Barreto, la supuesta "mula" que trasladaba la cocaína a bordo de un colectivo desde Buenos Aires a Gualeguaychú.
Te puede interesar: Amenazó a la empleada con un cuchillo y escapó con el celular y $400Los imputados en el juicio son seis: Pablo Martín Ludueña, con domicilio en Gerli (Buenos Aires) que vendía cocaína al por mayor a Miguel Ángel Braun (padre); Miguel Exequiel Braun (hijo); y Elena Cecilia Gómez. Diego Maximiliano Barreto, señalado de ser el que trasladaba la droga, en tanto, Olga Gladys Sosa (madre) revendía al menudeo en su domicilio particular.
La declaración de TajesUno de los encargados de la investigación que realizó Gendarmería durante seis meses fue Luis Tajes. Fue su testimonio el más importante de la segunda jornada, porque detalló la forma en que se desarrolló el operativo que culminó con seis personas acusadas de integrar una banda narco.Contó que hubo dos denuncias por venta de cocaína domicilios particulares en Gualeguyachú, y que para iniciar la investigación pidió la unificación de ambas. "Se hicieron vigilancias, se adjuntaron videos y fotos, y para saber quién proveía la droga se pidieron escuchas", aseveró.Dijo también que Maximiliano Barreto, quien se encargaba de trasladar la cocaína en colectivo de Buenos Aires a Gualeguaychú, tenía la costumbre de sacar los pasajes con su nombre y DNI real. "Hubo viajes en Nuevo Expreso y otros en Tata Rápido", detalló.Señaló que en la investigación se pudo determinar que primero se pactaba el pago de la mercadería entre Ludueña y Miguel Ángel Braun, y luego llegaba la droga a manos de los Braun - Sosa. "Hablaban por teléfono de las variaciones del precio de acuerdo a la cotización del dólar", agregó.Se refirió también a dos encuentros que hubo entre los Braun y Ludueña. Dijo que uno fue en una pizzería de Buenos Aires y el otro en la ruta 14. "En uno de esos encuentros, el de la pizzería, descubrimos el vehículo en el que se movilizaba Ludueña -un Peugeot 308-. Después, cuando se encontraron en la ruta, los Braun llegaron en un Citröen C3 Picasso blanco", relató. Añadió además que en otra oportunidad, los Braun salieron de viaje a Buenos Aires, luego del partido en que Juventud Unida le ganó por 2 a 1 a Libertad de Sunchales en Gualeguaychú. "Fueron en un Bora gris. Le entregaron dinero a Ludueña en Buenos Aires", indicó Tajes, en referencia a la última vez que los Braun adquirieron droga para revender. En esa oportunidad, según las escuchas, habían pactado 57.000 pesos por kilo de cocaína. A los tres días, Barreto salió de viaje a Gualeguaychú con un bolso que en su interior contenía tres ladrillos de esa sustancia, que pesaron tres kilos.El mismo día que los Braun viajaron a Buenos Aires en el Bora para pagar por adelantado la droga, Elena Cecilia Gómez -la abogada con residencia intermitente entre Capital Federal y Gualeguaychú-, quien en ese momento era pareja de Miguel Ángel Braun, pactó un encuentro a solas con Martín Ludueña. Ella quería separarse del negocio que mantenía junto a Miguel Ángel Braun y decidió adquirir un kilo de cocaína por su cuenta. "Ellos -dijo Tajes cuando habló de Gómez y Ludueña-, se encontraron antes del mediodía en el hall del edificio donde vivía Gómez. Hay registro fotográfico y se ve que Ludueña ingresa con una caja en las manos. A los 10 o 15 minutos bajaron, Ludueña ya no traía nada en las manos", narró. Esta situación también está sustentada por el registro fílmico de las cámaras de edificio que fueron pedidas para incorporar a la investigación. Fuente Análisis Digital