Un hijo de tierras criollas

En tierras gualeyaneras, un día como hoy, 20 de noviembre, pero de 1917, vino al mundo el recordado Padre Luis Félix Jeannot Sueyro. Apuntes de la Redacción Hijo de madre gallega y padre francés, allí, en las chacras sobre la tierra que cultivó de pequeño y amó siempre, escuchó el llamado de Dios el Cura Gaucho.Los grandes hombres son célebres en la historia. No caen en el olvido. Sobreviven en la memoria de los hombres, quienes los recuerdan con admiración y respetoY el padre Jeannot vive en la memoria de su pueblo. Y sobre todo en el corazón de los gualeyaneros, en un día como hoy, al cumplirse un nuevo aniversario de su natalicio.Una de sus dotes fue la poesía. La voz lírica del cura resuena hoy con particular fuerza. Su pago chico arrancó de su corazón preciosos versos, como el que se lee en "Mi Gualeyán"."He nacido entre los brazos de los talas y los ceibos, / bajo el poncho tembloroso de romántico sauzal; / me arrullaron vidalitas de entrerrianos cardenales / y meció mi cuna el lento palpitar del Gualeyán".Dice en otro poema: "El Gualeyán  para mí / es el Jordán de mi Patria / y me vengo a bautizar / como Jesús en sus aguas. / Quiero oír a mis zorzales / y quiero ver a mis plantas; / quiero vibrar en el ritmo / de estos brotes y estas alas. / Como a Beethoven el Rin / a mí el Gualeyán me estalla / en una arteria sangrante / que mi propia vida arrastra".Allí, en la tierra entrañable, siendo joven, sintió la voz que lo hizo Cura. "Señor, que te acompañaste / con hombres rudos de pesca / y eternizaste caminos / por campos de Galilea, / un hijo de tierras criollas, / porque es tuyo, se te acerca"."Las chacras de Gualeyán/ también sintieron tus huellas. / En una tarde de abril, yo deschalé en tu presencia. / Sentí pasar algo enorme/ por entre las chalas trémulas/ y en una espiga vi abrirse / mi porvenir: alma, Iglesia".