Un libro que apunta a despertar conciencia
Ricardo Bringas es autor del libro "Historias de Prevención y Prudencia", una obra que llama a la reflexión a todos los ciudadanos argentinos, y que cobra vigencia diariamente ante la realidad de los números tristes en Argentina. Foto: Ricardo Bringas, autor del libroLos luctuosos accidentes de tránsito, muchos de ellos con pérdidas humanas, obliga a que autoridades y habitantes reflexionen.Bringas nació en Rivadavia provincia de Mendoza pero desde hace muchos años vive Capital Federal. En Radio Cero comentó detalles de su tarea silenciosa, pero destacada, con una meta: transmitir conciencia.- ¿Qué lo llevó a escribir esta historia? Es una vocación que me viene desde muy pequeño. Cuando era niño participé de un accidente de tránsito, tenía 6 años, chocó el camión donde viajaba con una bicicleta. El ciclista se me cayó frente al parabrisa, tuve la cara ahí, un rostro pegado a centímetros, se me quedó grabado por lo que, desde muy pibe empecé con este trabajo.He andado en todo el país, asistí a congresos en España, me especialicé en esto. Mi vocación ha sido tan grande que hasta hice un lugar que se llama "Ciudad Didáctica para la Educación Vial y el Comportamiento Urbano"; se les enseña a los chicos, desde el nivel inicial, lo que es la Seguridad Vial, lo que es el salir a la vía pública desde pequeño con sus padres aprendiendo que debemos caminar por la vereda, por el lado del cordón, cruzar por las esquinas, esperar el semáforo, etc.Bringas es docente de teatro tarea que llevó a cabo durante años. "Enseñaba teatro en la escuela y empecé a trabajar los accidentes con los chicos de acuerdo a la edad. Nunca nada morboso, no meterles miedo sino darles la prevención que aprendan a cuidarse y realmente no me equivoqué.Hace 20/30 años atrás no me llevaban mucho el apunte, nadie hacía caso pero yo trabajaba, seguía y seguía. Hoy el interés está en todos lados".- Gualeguaychú es una ciudad que se caracteriza por insistir con la prevención. ¿Se hace bien en enseñar a los más niños?Por supuesto que sí. La primera obligación de los padres es enseñarles a los niños cómo deben salir a la calle porque estos no reconocen el peligro. A un chico lo puede llevar por la vereda pero tiene que indicarle que debe caminar lejos del cordón, que no debe jugar sobre él. Cuando están un poquito más grandes, que no deben salir corriendo si se le escapa el perro o la mascota.Los peligros son variados y las consecuencias también. De pequeño se le regala la bicicleta como un juguete pero es una obligación del adulto, de la familia, explicarle que no es un juguete sino que es un vehículo unipersonal. Muchas veces en ella suben dos o tres, circulan de noche sin iluminación y no usan cascos. Esto pasa en el país, es una constante lo de los accidentes con estos rodados.En tanto, Bringas saludó a la comunidad de Gualeguaychú "por entender que el uso del casco en las motos es una obligación moral, se debe imponer para el bien de la persona. Sino se entiende de esta manera hay que aplicar la ley, las normas correspondientes. Y si hay que cobrar una multa, que se dé ese paso porque ahí es donde se aprende". Partir en armoníaAfirma el autor de la nota: "si lograra imaginar todos los días antes de salir a transitar, que parto de estar en armonía en un lugar donde reina la paz... Un cielo limpio, celeste y yo, bajo el verde oscuro de las hojas de los sauces... mi actitud y predisposición serían diferentes"."Sin duda, mi día sería distinto, tendría más tolerancia para poder enfrentar las agresiones que se manifiestan al circular en un tránsito tan intenso, donde todos están apurados y nerviosos". Sólo "se necesitan cinco minutos para hacer este ejercicio mental y salir más relajados a circular por la selva de cemento".Informe Rubén Skubij ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios

