
¿Cuándo se conocerán los resultados del primer monitoreo a la pastera Botnia? ¿Quién reemplazará a Juan Carlos Colombo? ¿Cuáles son las causas reales de su renuncia? ¿Se continúan diluyendo los efluentes? Preguntas que aún no han sido respondidas. Qué está ocurriendo?. Sólo silencios que desinforman y significan una gravísima responsabilidad que alguien tiene que asumir. Tras ocho años de conflicto entre Argentina y Uruguay por la instalación de la pastera UPM, ex Botnia, el fallo de la Haya dictaminó que se debía monitorear la planta de celulosa para corroborar su desenvolvimiento.Luego de más de un año de gestiones e idas y vueltas, un grupo de científicos argentinos y uruguayos comenzaron a monitorear a Botnia y además, se le sumó el monitoreo de la desembocadura del río Gualeguaychú en el Río Uruguay, asunto que no estaba contemplado por el fallo del Tribunal Internacional.Finalmente, en junio pasado, el Comité Científico Binacional hizo su primer ingreso al emprendimiento ubicado ilegalmente en la cuenca del río Uruguay y nada se ha conocido sobre los datos recabados.Los pueblos de Argentina y Uruguay continúan viviendo en pleno desconocimiento de las condiciones de sus aguas, de la calidad del aire que respiran, y de la calidad y sanidad de los peces que consumen.Del mismo modo, la renuncia del científico Juan Carlos Colombo se conoció primero por los medios uruguayos, ya que las autoridades argentinas nada informaron y mucho menos se han conocido las causas reales de su decisión. Sólo un trascendido: "causas personales y diferencias con sus colegas".Otro de los temas que se ha sumido en este "silencio que hace estruendo", es la importantísima cuestión de la dilución de efluentes de la pastera UPM Botnia. Recordemos que en una visita previa que los científicos realizaron a la planta de celulosa, constataron que existía una gran caño inyector, donde los efluentes eran diluidos antes de ser desechados a las aguas del río Uruguay.En su reciente visita a Gualeguaychú, el Ingeniero Elías Matta explicó este punto con una sencilla y clara comparación: si a un deportista le pidieran realizarse un análisis de dopaje y éste diluyera su orina con agua, sin dudas estaría haciendo algo ilegal; de la misma manera, Botnia diluye sus efluentes y nada se conoce sobre la actualidad de este caño que viola las leyes de Uruguay y perjudica el ecosistema de una región donde habitan más de 200 mil habitantes.Tampoco nada hay en las páginas oficiales, luego del encuentro presidencial que se produjo en la ciudad de Concordia entre la Presidente de la Nación, Cristina Fernández y su par uruguayo José Mujica. Está en juego la calidad de vidaDe continuar en esta situación de silencio informativo a nuestro pueblo (directo damnificado), la misma significará un verdadero escándalo institucional. No puede ni debe dejarse pasar mucho tiempo más sin hacer algo.En primer lugar nuestras autoridades; nuestros representantes locales de gobierno y de la oposición. Todas las instituciones de esta sociedad de Gualeguaychú, incluidos todos los medios de comunicación de la ciudad,Sin excepción, nuestros representantes en todas las actividades, tienen el deber de responder, participando activamente en defensa del derecho a la información en tiempo adecuado.Sin dudas es un tema urgente, ya que se trata de un tema tan sensible y grave preocupación. En juego está la vida. La calidad que nos merecemos por haber elegido estas tierras para vivir y desarrollarnos, cuidando la naturaleza, todo el ecosistema, hoy en peligro por un gigante como ninguno, contaminando minuto a minuto, sin cesar y con desprecio por la salud amenazada.Es un silencio que 'hace estruendo'. Inaceptable; absolutamente inaceptable por las comunidades. Visita enriquecedoraEl Ingeniero Elías Matta y el Profesor Marcelo Conti, visitaron nuestra ciudad días pasados y brindaron dos importantes y enriquecedoras charlas abiertas a la comunidad.Allí, plantearon una serie de cuestiones que valen la pena ser analizadas y que hasta el momento, no encuentran respuestas por parte de las autoridades argentinas ni tampoco uruguayas.Botnia desecha entre 3000 y 3400 m3/ hora de efluentes al río Uruguay. ¿Cuál es el impacto que esto causa en nuestro ecosistema; en los peces, en el agua y en el aire que respiramos?¿Porqué Argentina aceptó que en el monitoreo del Comité Científico Binacional se incluyera la desembocadura del río Gualeguaychú, si esto no fue ordenado por la Justicia?¿Porqué las autoridades argentinas aceptaron sin hacer nada que el Gobierno uruguayo decidiera unilateralmente que se aumente la temperatura aceptada de los efluentes? Nueve meses sin novedadesEl 24 de Noviembre de 2010, el Presidente de la Delegación Argentina ante la CARU, el Embajador Hernán Darío Orduna se dirigía al Presidente de dicha Comisión Binacional, denunciando que "la planta de UPM-Botnia se encuentra utilizando el método de dilución en el sistema de tratamiento de sus efluentes industriales", solicitando "que cesen de inmediato esas actividades de dilución". La nota no explica detalle alguno sobre esas ilícitas "actividades", pero los antecedentes de este tipo de práctica en industrias de todo el mundo indican que sólo se utilizan con un único motivo: minimizar el vuelco de contaminantes, sorteando así los límites fijados por las normas. A más de nueve meses de dicha nota, UPM-Botnia y Uruguay no han confirmado la clausura o eliminación de las instalaciones dedicadas a la dilución, única respuesta aceptable en cualquier caso. Dado que se trata de "diluir" un caudal de 3.000-3.400 m3/hora, dicha instalación debe manejar un caudal de agua cruda de río no inferior a los 1.000 m3/hora. Una instalación como esta no se improvisa, se construye al mismo tiempo que el resto de la planta. Esto significa que Botnia ha diluido sus efluentes desde el mismo momento del arranque de su producción, "reduciendo" en forma tramposa e ilegal sus vuelcos al Río Uruguay en al menos un 30%.