El viernes por la noche, el técnico de Radio Nacional, Pedro Capdevila, sufrió un accidente con un cable de media tensión ubicado en calle Perón, sobre los camarines del Teatro. Afortunadamente no tuvo consecuencias para su salud, pero la explosión quemó sus equipos de transmisión y los de LT41. Estela Gigena Podría llamarse "una desgracia con suerte". ElDía pudo saber que Capdevila estuvo preparando con varios días de anticipación la transmisión en directo para Radio Nacional de la presentación de los cantantes líricos del Colón. En la noche del viernes, la antena de transmisión de LT41 no emitía correctamente, por lo que Capdevila se ofreció a instalarla fuera del edificio, desde una ventana de los camarines.Fue así que sacó la antena a través de una abertura de hierro del edificio, sin percatarse que a medio metro de la abertura se encuentra el cableado de media tensión, con 13.200 voltios y al tocar con la antena los cables produjo una fuerte descarga y explosión.Que el técnico haya resultado ileso puede deberse a que la antena estaba apoyada sobre la abertura metálica, lo que le salvó la vida. La explosión en tanto, hizo que se quemaran los equipos de transmisión, propiedad de Capdevila, y también los de LT41, al tiempo que se activaron las protecciones eléctricas. Toda esa zona se quedó sin energía por unos minutos, hasta que concurrió personal de la Cooperativa Eléctrica. Los que no llegaron nunca fueron los Bomberos, a pesar que habían sido requeridos luego de la explosión."No sentí ni un cosquilleo", dijo el técnico de Radio Nacional a ElDía, aunque no ocultaba su preocupación por lo que hubiera podido pasar.Las instalaciones del Teatro no fueron afectadas, salvo por algunas manchas en las paredes de los camarines. NO ES LA PRIMERA VEZNo es la primera vez que ocurre en la ciudad y tampoco es la primera vez en ese mismo lugar. Lo más reciente ocurrió en 2014, y tuvo consecuencias más graves, con un operario que terminó en terapia intensiva.El 6 de octubre de ese año, dos trabajadores de la cooperativa Tomás de Rocamora, que realizaba las tareas de restauración de los camarines del Teatro Gualeguaychú, tocaron una línea de media tensión sobre calle Perón cuando maniobraban una regla metálica de siete metros en el tercer piso.Javier Churruarín y Héctor Andrade, de 48 años y 40 años respectivamente,al parecer, cuando intentaron bajar una regla metálica desde el tercer piso hacia la planta baja, tocaron el cable del medio de la línea de media tensión y eso originó que ambos trabajadores recibieran una fuerte descarga eléctrica. Los dos obreros debieron ser hospitalizados por las quemaduras que les generó la descarga eléctrica.Anteriormente, en calle Perón también, dos cuadras hacia el sur, un hombre en un edificio sacó los caños de una cortina por la ventana, tocó los cables de media tensión y murió electrocutado.En diciembre de 2012 un joven murió electrocutado tras una tormenta. Un poste de cableado cayó sobre Renzo Ramaglia de 21 años, quien murió de forma inmediata por la descarga.En enero de 2013, un joven que manejaba una carroza de la comparsa Ara Yevi recibió una fuerte descarga eléctrica al tocar un cable de alta tensión en la zona de la Previa.En febrero de 2014, un joven de unos 30 años sufrió una descarga eléctrica cuando transportaba una carroza de la comparsa Papelitos, al tocar un cable de media tensión.Puede ser fatalidad o negligencia, pero lo que se plantea como necesidad es la realización del cableado subterráneo. Sí, aunque parezca una utopía.Seguramente se trata de una posibilidad inviable hoy, cuando la Cooperativa tiene que invertir en otras urgencias y pelea por lograr un aumento en la tarifa para subsistir.Pero lo cierto es que un cableado subterráneo, en un futuro, daría a los ciudadanos seguridad, confiabilidad, salud y estética.
