Un testigo vinculó a la Federal con la desaparición de Noni González
En el juicio por la causa Harguindeguy, por crímenes de lesa humanidad en la costa del río Uruguay, un exconscripto del regimiento de Gualeguaychú vinculó ala Policía Federalde Concepción del Uruguay con el secuestro de la militante desaparecida Norma "Noni" González. Además, en la audiencia de este ayer declaró la esposa del abogado ex preso político, Enrique Zapata, y un militar retirado que dijo no conocer nada relacionado con la represión ilegal.Héctor Daniel Pon fue el primero en declarar, vivió el terrorismo de Estado en carne propia: uno de sus hermanos, Gustavo Pon, desapareció en agosto de 1977 y su cuerpo fue encontrado en 2010 en una fosa común del campo San Pedro, en Laguna Paiva (Santa Fe) e identificado por el Equipo Argentino de Antropología Forense.Además, el testigo hizo la conscripción durante la última dictadura cívico-militar y desde ese lugar pudo observar y tomar contacto con los movimientos de los represores en Gualeguaychú. Por eso su palabra fue clave para confirmar datos como la realización de operativos y detenciones ilegales, el alojamiento de presos políticos en las instalaciones militares y en la unidad penal con custodia de personal castrense.Héctor Daniel Pon fue soldado entre abril y octubre de 1976 en el Escuadrón de Caballería Blindado de Gualeguaychú. Antes de ingresar, el 24 de marzo, su casa familiar fue allanada. Buscaban a otro de sus hermanos, Roberto Pon -socio de los abogados presos políticos Zapata y Héctor Rodríguez- a quien no encontraron pero sí detuvieron días después.En septiembre, cuando ya realizaba el servicio militar, realizaron un nuevo allanamiento; en este caso en búsqueda de una hermana. Él mismo estaba en el grupo que debía participar de ese operativo, pero su jefe Carlos Alberto Ceretti le ordenó que se quedara. Luego supo que el allanamiento fue "intimidante" y que el segundo jefe del escuadrón, Gustavo Martínez Zuviría, entró a la vivienda por la ventana.Una noche de un jueves de agosto de 1976, estando de guardia en el puesto 1, un sargento le notificó que luego de la medianoche llegaría un auto dela Policía Federalde Concepción del Uruguay. El aviso se concretó a las 0.30. Los ocupantes del vehículo, cuyas características no recuerda, indicaron que iban a verlo al mayor Juan Miguel Valentino. Luego de avisar por radio, recibió la orden de dejarlos pasar y se dirigieron al casino. Horas después, cuando dejó la guardia y todavía no habían salido.El día sábado Pon salió de franco y se enteró por su madre que había sido secuestrada Noni González en su trabajo del supermercado El Picaflor. El testigo ató cabos y relacionó el hecho con ese auto que ingresó al regimiento. "La había detenidola Policía Federalde Uruguay", manifestó.Pon confirmó la presencia de detenidos políticos en la unidad militar. Dijo haber conocido el caso de Hugo Angerosa. Un día después del almuerzo fue hasta la cuadra y en la última habitación, estaba el soldado Ricardo Freire hablando con Angerosa, quien estaba allí alojado. No lo vio, pero pudo escuchar su voz. Freire le dijo que se parara afuera, haciendo de campana. "Angerosa estuvo unos días. Todo el mundo lo sabía", manifestó.Según Uno, Pon afirmó que los soldados eran enviados a la cárcel a realizar guardias, debido a que allí había presos políticos. Les ordenaban que permanecieran acostados en las torres, preparados para repeler con su arma cargada una supuesta agresión subversiva que nunca sucedió.
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