Una familia especial

Monseñor Jorge Lozano*Especial Es probable que las noticias más destacadas de ayer y de hoy coincidan en si hubo más o menos heridos que en 2009 por pirotecnia o corchos. Menos lugar ocupan las iniciativas solidarias realizadas con gente que vive en la calle o que encontró su lugar en la mesa de la Nochebuena en alguna Parroquia o Templo.Ojalá hayas participado de alguna de las misas en que entran al Niño Dios en procesión durante el canto del Gloria, hayas escuchado los villancicos, hayas visto el pesebre que muestra a toda la creación abriendo las puertas al Salvador.Ojalá también hayas entonado alguna canción que recuerde la fragilidad de Jesús bebé y de nosotros mismos: "Déjame ser quien te sostenga ahora / muchas veces más me sostendrás a mí".Si no pudiste ir a alguna celebración, todavía estás a tiempo. La Navidad inaugura un tiempo de un Dios cercano para siempre a toda la humanidad y a cada uno de nosotros.Dios nace en una familia común y especial a la vez. Común porque comparten las mismas situaciones que otras en su tiempo (y también del nuestro): no tienen cabida en las casas de Belén, viven de su trabajo, tienen que huir a Egipto por ser perseguidos. Viven unidos por el cariño mutuo, el rezo en común en familia y con su pueblo. Van al Templo con los demás.María y José han acogido la vida como don de Dios, de una manera particularísima, única, por obra del Espíritu Santo.Mirando a la Sagrada Familia de Nazareth encontramos un modelo a imitar y pedimos a Santa María y San José intercedan ante el Hijo de Dios por todas las familias del mundo y por sus derechos.Derecho a una vivienda digna, a migrar o no migrar, al trabajo, a elegir la educación para sus hijos, a poder verlos crecer sanos y con alimentación adecuada; derecho a ganar el pan con el sudor de la frente. Derechos de los niños a ser queridos, a ser adoptados por un papá y una mamá en caso de no poder ser recibidos en su familia biológica. Derechos de los niños a ser niños y vivir como niños.La Navidad nos enseña a comprometernos por la Justicia y la solidaridad para todas las familias. A ver en cada familia un brotecito del amor de Dios por todo ser humano.Dios bendiga a las familias en nuestra Patria bicentenaria. * Obispo de Gualeguaychú y miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social
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