Una institución con los brazos abiertos

Por Carlos RieraLa Asociación Emanuel nuclea al Taller Protegido Emanuel ubicado en calle Pasteur 75, la Granja Hogar Emanuel situada detrás del Cementerio Norte y la Escuela Emanuel en Ramírez 23. Tres establecimientos dedicados a un mismo fin: integrar a chicos con aprendizaje diferente.El ex presbítero de la Parroquia Sagrada Familia, Juan Carlos Locatelli, fundó el Taller Protegido Emanuel en junio de 1981 para brindarles un lugar a chicos que no tenían integración en establecimientos educativos comunes, su meta fue que aprendieran a desenvolverse en diferentes oficios. Más tarde, en 1986 se fundó la Granja Hogar Emanuel, donde viven actualmente 33 chicos internos, y a principios de la década del 90 se creó la escuela 23.La Directora del Taller, Raquel Odriozola, contó que los alumnos aprenden carpintería, panadería, la confección de bolsas y escobas, sobres de papel, reciclado de muebles antiguos, artesanías, tejidos y telares, tortas de cumpleaños, huerta, entre otros."Nuestra concepción e ideario es atender a las personas como personas, con discapacidades o con capacidades distintas, en base a ese concepto ellos son tratados con sus dificultades y con sus potencialidades para aprender alguna actividad", comentó la Directora y explicó que en base a sus inclinaciones personales hacia algún oficio, "se observan sus necesidades y capacidades, y en base a ello se ubican en un lugar de trabajo".La docente indicó que actualmente asisten diariamente al Taller alrededor de 100 alumnos, de edades que rondan desde los 14 años hasta que un cuerpo de profesionales evalúan las condiciones físicas, y en base a las patologías que presente, definen el egreso de la institución por no reunir las condiciones para trabajar en una escuela taller."Es un trabajo en equipo el que se realiza, hay una evaluación del equipo técnico, del psicólogo, asistente social, terapista ocupacional que van elaborando un informe de cada uno de los alumnos para establecer hasta dónde son sus tiempos para permanecer dentro de la institución. Al ser una escuela de trabajo reúne en si misma riesgos, en la parte de carpintería hay sierras, hay maquinas eléctricas que uno debe tener una serie de cuidados especiales atendiendo la torpeza motora que tienen alguno de nuestros alumnos operarios, es una cuestión de estar atentos todo el tiempo", señaló.El encargado de celadores de la Granja Hogar, Sergio Velásquez, indicó que en el establecimiento que dirige el médico psiquiatra Giovanni De Domini, conviven diariamente 33 chicos internos, de los cuales la mitad concurre por la mañana al taller y por las tardes reciben la asistencia médico-pedagógica de un equipo de profesionales que los atiende y evalúa constantemente.En la Granja funciona un grupo de teatro compuesto por los alumnos que se llama "Los Príncipes", que ha realizado diferentes presentaciones en nuestra ciudad, el próximo 14 del corriente harán lo propio en la escuela López Jordán y tienen previsto un viaje a Victoria, invitados por la Municipalidad, para brindar allí una función."Nosotros vivimos esta institución como una escuela taller de puertas abiertas, pueden venir en cualquier horario de nuestro trabajo y ver como trabajamos", invitó Odriozola a todas aquellas personas que deseen conocer y ayudar en esta noble causa que es capacitar a chicos con aprendizaje diferente.
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