Una obra de amor y compromiso con la juventud y la educación
TestimoniosEstudiantes que viven en las Residencias "San José" y "Santa Teresita", expresaron sus opiniones respecto a estos "hogares sustitutos".Víctor, 19 años, de "Puente Paranacito", cursa 1er. Año del ciclo superior en Escuela Técnica, (6 años viviendo en la residencia). "Para mí la residencia es como mi segunda casa, me quiero quedar a vivir....me ayudó a estudiar, tener amigos, a independizarme.La escuela secundaria más cercana era la de acá, de Villa, además yo quería venir porque ya tenía amigos que vivían en el hogar y se re- divertían. Jugamos a la pelota y hacemos huerta, tomamos mate y nos juntamos a conversar. Los días feriados vamos al poli a hacer deportes o al camping a comer asado y pasar el día....No cambiaría nada del hogar, me gusta tal cual está". Nahuel, 19 años, de Ceibas, cursa 2do. Año del ciclo superior en la Escuela Técnica, (5 años en la residencia). "Vine al hogar siguiendo la posibilidad de seguir estudiando.Al principio fue difícil estar lejos de mi familia, pero en la primera semana ya me sentía como en casa.Hacer carrozas, por ejemplo estuvo buenísimo, nos hicimos más compañeros entre nosotros, nos reíamos de todo... Para seguir lo que yo quiero no tengo otro lugar para estudiar, y viajar todos los días se dificulta mucho porque salgo a las 21 y ya no hay colectivo a Ceibas; también influye lo económico, saldría muy caro y no podría.Cuando voy a mi casa extraño el hogar, lo que no quiere decir que en mi casa esté mal eh..... pero se extraña!". Silvia, 14 años y Florencia, 16 años, de "Estación San Martín". "Estar acá nos ayuda a seguir estudiando, además si nos hubiéramos ido a otro lado andaríamos de novio, no estudiaríamos...Las Residencias se sostienen sólo por el aporte municipal
Todos los días nos levantamos temprano, desayunamos, estudiamos, vamos a la escuela, estudiamos otro poco, miramos tele y cenamos. Nos divertimos un montón cuando hicimos carrozas!!!".Sabrina, 12 años, de Río Bravo (primer año en el hogar): "Si no hubiese estado la residencia, no hubiese podido estudiar, sería todo más complicado.Primero me sentí mal porque no conocía a nadie, pero para poder estudiar tenía que venir si o si porque desde casa son tres horas de lancha y hay que hacer dos trasbordos para venir a la escuela, igual después bien porque acá me re- ayudaron. Nunca me voy a olvidar cuando fuimos al camping, estuvo buenísimo!".Por su parte, el coordinador de la Residencia Estudiantil, prof. Mariano Vivas, relata: "Desde el 2005 que empecé a trabajar en Paranacito. Viví en la residencia hasta el 2008. Los maestros que venían de afuera cuidaban a los chicos y les cedían un lugar.Este año tenemos muchos emprendimientos: una huerta para colaborar con la cocina y vender lo que no se utiliza para recaudar plata para los chicos. Además instalamos un cine también para juntar plata".Dijo que el hogar es importante a nivel educación ya que los chicos de adentro de la isla no tienen secundaria, "acá tienen la posibilidad de seguir estudiando.Gran parte de la sociedad no valora la importancia de las residencias, pero sin ellas muchos chicos se quedarían con sus estudios incompletos ya que el tiempo de demora de su casa al colegio y la vuelta a la casa, es mucho y no les quedaría tiempo para estudiar".Deseó finalmente: "sería lindo que más gente las conozca y nos ayude a seguir brindando este servicio puesto que económicamente tenemos sólo el aporte de la Municipalidad, quien con mucho esfuerzo trata que a los chicos no les falte nada.En lo personal valoro la amistad que se forja en este lugar, los valores que se aprenden y el compromiso que tienen los chicos con su estudio para lograr tener un futuro mejor". Juan Wirth - prensa municipal
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