Una semana de acción por la alimentación

En el 2014 se llevará a cabo una semana de acción, en todo el mundo, auspiciada por Cáritas Internacionalis, reclamando a los gobiernos derechos de alimentación para todos los habitantes. El Padre José María Aguilar dio su visión sobre Gualeguaychú. Rubén Skubij El derecho a la alimentación "defiende que todo ser humano debe vivir con dignidad, libre del hambre, de la inseguridad alimentaria y la malnutrición. El derecho a la alimentación no tiene nada que ver con la caridad, sino que asegura que todas las personas tengan la capacidad de alimentarse ellas mismas con dignidad".La definición corresponde a "Cáritas Internationalis", organización que lanzará la campaña el 10 de diciembre (el Día Internacional de los Derechos Humanos) con un mensaje del Papa Francisco.En octubre de 2014 llevará a cabo la semana mundial de acción con diferentes actos e iniciativas en todo el continente, exhortando a los gobiernos nacionales para que adopten el derecho a la alimentación.Caritas cree que es un escándalo que casi mil millones de personas pasen hambre hoy, en un mundo que cuenta con recursos suficientes para alimentar a todos. "Pensando en la parábola de Jesús, que da de comer a una multitud, sabemos que hay comida en abundancia en el mundo y es nuestro deber compartirla. Las 164 organizaciones nacionales que forman Caritas Internationalis se unen por primera vez en esta campaña mundial para exigir que se termine con el hambre antes de finales de 2025", resalta el comunicado remitido a ElDía.Cree que "la mejor manera de alcanzarlo es que los gobiernos garanticen la alimentación para todos en las respectivas legislaciones nacionales.La alimentación es un derecho humano, legal y claramente definido, que origina obligaciones a los gobiernos para que reduzcan tanto la desnutrición crónica, como la malnutrición".El 10 de diciembre el Papa Francisco hará el envío oficial de la campaña bajo el lema "una sola familia humana, alimentos para todos"; cristianos de todo el mundo a las 12 se unirán en oración.En el mes de junio, ante dirigentes de la FAO (entidad de la ONU para la alimentación y agricultura), su Santidad manifestó: "es necesario encontrar la manera de que todos puedan beneficiarse de los frutos de la tierra, no sólo para evitar que aumente la diferencia entre los que más tienen y los que tienen que conformarse con las migajas, sino también, y sobre todo, por una exigencia de justicia, equidad y respeto a todo ser humano".Cáritas, sumándose a las palabras de Francisco, pide a todos los habitantes del mundo que "abran sus ojos, sus oídos y su corazón, para comprender las repercusiones del hambre en el mundo. Observe su propia actitud ante la comida y el despilfarro ¿qué podría cambiar? Únase a la "oleada de oraciones" que está planeando Caritas. Únase y participe a través de facebook y Twister". Mirada de un sacerdoteEl Padre José María Aguilar, de Parroquia Nuestra Señora de Luján, comentó que "de vez en cuando me gusta saber en qué anda la FAO ya que el tema de alimentación en el mundo es un grave problema. Claro no se debe a la falta de generosidad de la tierra, sino cómo la administramos los hombres".-¿Qué detectó sobre esta problemática?Las estadísticas que presentan son alarmantes: millones de hambrientos en el mundo, también en Latinoamérica. Se buscan causas y siempre aparece la realidad económica, el enriquecimiento de los que comercian con los alimentos y la falta de educación en la cultura alimentaria.Creo que en la zona nuestra estamos mucho mejor pero hay puntos que no nos favorecen. Compartimos con otros países que casi siempre los sueldos están por debajo del costo de la canasta de alimentos básicos.-¿Qué es lo que más le preocupa?En lo personal me preocupa la cultura alimentaria. Primero se perdió 'la comida de olla' por diferentes causas: lleva tiempo tanto la preparación como la cocción. En la sociedad todos estamos muy ocupados o buscamos lo rápido.Se ha impuesto como único el gas. Paradójicamente es más barato el gas en red que el envasado, que es que llega al hogar de los pobres. Es difícil cocinar con leña, quedó como exótico, si bien algunas familias con bajos ingresos cocinan con maderas.Se perdió la tradición de pasarse recetas en las familias aunque escucho que cuando las mujeres de una familia se juntan a cocinar por un evento, lo pasan muy bien y se llevan algunas recetas y secretitos a sus casas.Horarios variados en la comida familiar ya que no nos juntamos a comer, todos tenemos horarios diferentes; la comida de olla, pienso, lleva a unificar, sino hay que recalentar y se hace pesado hacerlo. Además, se impusieron algunas comidas como las más ricas y no siempre son nutritivas. Derroche de la comidaPara el Padre Aguilar "es un gran tema qué se hace con lo que nos sobra de la comida. ¿Cómo aprovecharlo o lo tiramos? El Papa Francisco no alertaba sobre el derroche en comida de algunos mientras otros carecen".Destacó que otras de las cosas interesantes de la FAO es proponer elementos o estrategias diferentes todos los años. El 2014 será el Año Internacional de la Agricultura Familiar. "En la ciudad, desde Desarrollo Social, el INTA y Caritas se acercan a la gente varias semillas para las huertas familiares. Muchos llevan y lo hacen con buenos resultados, considero que habría que insistir más".Por otra parte, resaltó que le preocupa "que no queden huertas y quintas en Gualeguaychú que abastezcan la ciudad, hay muy pocas. Provengo de familias de chacareros y verduleros, me duele pasar por un lugar que antes se veían tablones de verduras, árboles frutales y hoy sólo hay yuyos o una construcción familiar para uso recreativo. Creo que es parte de la política urbana pensar un cinturón de la ciudad con huertas y quintas que abarataría costos en los alimentos y daría trabajo a muchos".
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