LE ROBAN Y LE MATAN ANIMALES
Una vecina de Gualeguaychú denuncia un “avasallamiento de la propiedad privada”
Gualeguaychú se expande con la construcción de nuevos barrios, complejos de viviendas y emprendimientos privados. Chacras que conformaban las afueras de la ciudad están quedando cercadas por el avance de la urbanización y campos que se han transformado en montes porque no se puede hacer siquiera una pastura por las legislaciones imperantes. Leticia Beatrice, una de las pocas chacreras que van quedando en la zona del Bolacuá, sufrió la inseguridad que azota a buena parte del departamento, y también el avasallamiento de la propiedad privada.
Por Fabián Miró
Leticia habita una chacra, cuatro hectáreas de la familia, que linda con un cementerio privado. La propiedad está mil metros al norte de la Parada 13, casi al final del camino. Una zona en la cual hasta no hace demasiado tiempo eran contadas las viviendas en el lugar, hoy se erige una construcción al lado de la otra, limpiándose terrenos amplios para nuevas casas y complejos habitaciones.
La vecina, entrevistada por Ahora ElDía en su chacra, contó que “hace un tiempo se acabó la tranquilidad de la que disfrutábamos, principalmente con los cazadores que vienen de otros barrios y atraviesan alambrados como si fuera el patio de su casa. Gente joven y no tanto, acompañados en ocasiones por menores de edad y una jauría (15 perros de galgos) para cazar liebres. Salen con hondas y quizás algo más. Pasan a hacer de las suyas a toda hora a un campo lindero, en donde hay mucha vegetación. Ya no se puede vivir. Van y vienen a toda hora como si la chacra fuera una calle pública”, se quejó.
“No podemos dormir la siesta, menos que menos de noche porque a veces andan de madrugada. El Lunes regreso de Córdoba y me encuentro con la sorpresa de que perros de los utilizan estos cazadores (que no vivirían muy lejos), me mataron tres ñandúes adultos de tres años que estaban en un lote pegado a la casa familiar. Los masacraron… mataron por el hecho de matar. Mi familia no me dijo nada hasta que regresé. Fue un golpe muy fuerte porque los crié de chiquitos y no le hacían mal a nadie. Eran un atractivo para todos los que pasaban y para la familia y amigos”.
Acotó que “hace dos semanas, en la madrugada, escuche ladrar de manera extraña a los perros, como desesperados. Alumbré con un reflector y vi a un hombre a caballo que estaba en el camino. Esta persona se perdió en la oscuridad. A la mañana noté que faltaban dos ovejas y que una había quedado degollada en la chacra. Sentí mucha impotencia y rabia por lo sucedido. Hablé con Abigeato, pero ellos trabajan en todo lo que es rural, y nosotros estamos atados a lo que puede hacer la comisaría Novena y la Jefatura que se sabe no es mucho, dado que no cuentan con el combustible necesario para hacer recorrido. Además por protocolo, tienen que andar con las luces encendidas, y el chorro que anda en las suyas, se esconde en el monte y no lo encuentran más”.
También recordó que “por acá cerca cortaron alambrados y asaltaron a gente que vive enfrente al Regimiento. Entraron en moto cortando alambrados como su nada con un grado de impunidad que asombra”.
Volviendo a los cazadores dijo que “ya he expulsado de mi propiedad a varios, inclusive uno de ellos, burlándose se bajó los pantalones, pero vuelven una y otra vez en lo que es una flagrante violación de la propiedad privada. Hablé con la policía para que les saquen los perros, pero me dijeron que eso era imposible. Los cazadores dicen que salen a cazar liebres para comer, que lo hacen por hambre, pero no tienen el más mínimo respeto por quienes vivimos en las chacras. Es más, han dejado perros abandonados en el medio del monte. Nosotros rescatamos uno que llevaba tres días aullando. Por suerte pudimos darlo en adopción”.
Sobre las construcciones que se están levantando enfrente a la chacra indicó que “por lo que uno sabe muchas propiedades serían de familias de Buenos Aires y otras de locales. A una casa le sacaron toda la grifería y a la otra le hicieron un boquete y le robaron de todo. Los vecinos que viven un poco más lejos tienen sus grupos de What Sapp. En mi caso estoy hablando con los van a hacer los nuevos vecinos para hacer un nuevo grupo y ver cómo nos cuidamos entre todos. Ahora la policía hace retenes y controla la documentación de todos los que entramos y salimos a la zona por los últimos robos”, concluyó.