FUE NOTIFICADO
Urribarri fue imputado por enriquecimiento ilícito y citado a indagatoria
El exgobernador Sergio Urribarri fue imputado por la comisión del delito de enriquecimiento ilícito y citado a indagatoria para el próximo 14 de junio. La audiencia se realizará en el marco de la causa iniciada en noviembre de 2015, tras una denuncia periodística de la revista Análisis.
Según trascendió, para la imputación resultó clave la pericia contable oficial realizada, que determinó que Urribarri no pudo justificar unos 7 millones de dólares en su abultado patrimonio. En horas de la tarde de este jueves fueron notificados sus abogados defensores. El exgobernador, a la misma hora, se encontraba en el acto de Cristina Fernández en La Plata.
Cabe recordar que el 7 de abril del año pasado, Urribarri fue condenado a 8 años de prisión por los delitos de Negociaciones Incompatibles y Peculado, y debió renunciar a su cargo diplomático como embajador en Israel.
La causa por enriquecimiento ilícito -que contó con el empuje de los abogados Rubén Pagliotto y Guillermo Mulet, quienes tras la publicación de Análisis presentaron un escrito ante la justicia para que se abra causa contra el exgobernador- tuvo un fuerte envión inicial a principios de 2016. Incluso, tras otra nueva publicación hubo un allanamiento en Capital Federal, que sirvió para encontrar importante documental.
Fue cuando uniformados de la Policía Federal irrumpieron –a mediados de agosto de 2016- en el edificio donde está registrada la empresa Kriptax Inc SA, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. A los fiscales Santiago Brugo y Patricia Yedro los atendió el contador José Saúl en las oficinas de Junín 658, piso 6, torre B, oficina A, donde está registrada la firma de la familia Urribarri. Los efectivos policiales secuestraron todo tipo de documentación, computadoras, pen drives, otros medios de almacenamiento de información y elementos que pudieran ser de interés. Los allanamientos se realizaron exactamente una semana después de las pesquisas en la casa y la imprenta de Juan Pablo Aguilera, cuñado del exgobernador.
Fue en 2008 que, en esas oficinas de calle Junín, se asentó la firma Kriptak Inc, comprada a dos punteras barriales de la provincia de Buenos Aires, que vivían del cobro de planes sociales y que habrían sido utilizadas como testaferros, tanto de Urribarri como de otros kirchneristas, que pusieron a sus nombres por lo menos 14 empresas en el país.
Kriptax es de los hijos del gobernador, Mauro Gabriel y Sergio Damián, aunque luego se sumó también Bruno, el futbolista. Sin embargo, la empresa recién comenzó a operar en 2013 y en enero de 2014 recibió un crédito de 1.012.000 pesos que le otorgó el Banco de la Provincia de Formosa, dependiente del gobierno de Gildo Insfran, un aliado del kirchnerismo. En un principio el objeto de la sociedad era la «construcción, refacción y reciclado de inmuebles». Pero a partir del desembarco de la familia Urribarri, la firma pasó a dedicarse a las actividades agropecuarias y la explotación de establecimientos rurales en inmuebles propios o arrendados compra venta cría y engorde de ganado vacuno ovino porcino o equino», entre otras actividades vinculadas al campo.
Cuando vieron los papeles, se encontraron con que el administrador de Kriptax era un viejo amigo de Urribarri: José Luis Galván, de San Salvador, a quien el exgobernador conoce muy bien desde principios de los ’80.
Esos papeles indicaban que tenían más producción que lo que podía dar una hectárea sembrada y las ganancias eran netas; no había costos de gasoil o de alquiler de maquinarias. A los fiscales les quedó claro la relación de amistad y negocio del exgobernador con su administrador agropecuario, pero recién allanaron su domicilio y los de sus empresas en San Salvador y Concordia, varios años después de iniciada la causa. Lo hicieron en marzo de 2019. Urribarri era empleado bancario en General Campos en los ’80 y los fines de semana colaboraban con su mujer en el boliche bailable de Galván, que se llamaba Nipur. Fue el abuelo de Galván quien creó la estación de servicio que luego quedó enmarcada en la empresa Transoil SRL, que pasó a ser una pyme familiar, que tiene «cultivo de arroz» entre sus actividades, según los registros de la AFIP. Galván fue concejal del PJ y coordinador de la Dirección Provincial de Vialidad en la primera administración urribarrista. En San Salvador todos lo señalan como un supuesto testaferro de Urribarri y con un importante crecimiento económico a partir del segundo mandato del exmandatario. A fines de 2012 formó la empresa Majo SA, relacionada a la compra de Molinos Centro, en Villa Clara, en el departamento Villaguay. Transoil creció notablemente en cuanto a su capacidad exportadora y lo mismo sucedió con Majo SA que llega a destinos como Bolivia, Brasil, Chile, Irak, Libia, Perú y Venezuela. En 2012, y como representante del negocio arrocero, Galván se sumó a la numerosa misión comercial a Angola, donde se presentaron las insólitas cosechadoras truchas. También adquirió un departamento en Punta del Este.
El allanamiento se produjo siete meses después de la denuncia periodística, donde se reveló la existencia de una de las empresas agropecuarias de Urribarri, dedicada a la siembra de arroz y soja. En la misma oficina donde está registrada Kriptax Inc SA, también tiene su domicilio legal la empresa Agro Premium SA, que integraban los hermanos del exgobernador, Jorge Guillermo Ramón y Armando Arturo Urribarri (fallecido a mediados de abril de 2016), y el hijo mayor del exmandatario, Sergio Damián Urribarri.
Por esos días, Urribarri se venía manteniendo callado, pero rompió el silencio tras el allanamiento a su contador en Buenos Aires. “No hay ningún problema con ningún procedimiento que ordene la Fiscalía. Me considero un judiciable como cualquier ciudadano y considero que me beneficia que el Ministerio Público Fiscal tenga toda la documentación que desee en el menor tiempo posible. Por supuesto que quienes buscan mi escarnio ante la opinión pública van a salir con una nueva oleada de declaraciones. Pero no me importa, tengo el cuero duro, voy a pelear y estoy seguro de que la Justicia va a aclarar estos asuntos”, dijo el entonces presidente de la Cámara de Diputados de la provincia. Recordó además que “voluntariamente hemos ofrecido toda la documentación de las dos firmas en las que tiene participación mi familia, el movimiento de fondos y recursos y los bienes que tenemos y todo eso se demostrará que es consistente”. Se refería a Kriptax, como así también a Agro Premium. “Es una locura estar contestando cada cosa que se dice. Ahora sólo queda que trabajen los peritos contables y que el Ministerio Público Fiscal se expida sobre si hay motivo para abrir una investigación penal o si esto se archiva”, acotó. “Soy consciente del manto de sospecha que se ha generado sobre mí y que eso ha logrado poner en cuestión toda la obra de gobierno y la de todo el peronismo que me acompañó y me acompaña; pero eso no me amedrenta. Voy a seguir en la acción política porque, hacia atrás, cada día que pasa se hace más destacada nuestra obra de gobierno y, hacia adelante, más evidente la necesidad de ayudar a convocar voluntades para que la sociedad entrerriana no pierda sus objetivos de desarrollo que es algo a lo que uno no debe renunciar nunca”, indicó, tratando de lograr obvias adhesiones dentro del justicialismo.
Kriptax Inc, por ejemplo, según los papeles de Urribarri, es la dueña de la fastuosa casa del Lago Salto Grande, que se hizo antes de que la empresa agropecuaria comience a dar algunas utilidades. Poca gente de Paraná conoce la mansión urribarrista, que nunca fue allanada, pese al paso del tiempo. Precisamente, porque fue hecha y ubicada en un lugar de difícil acceso y al que solamente llegan “amigos y hermanos”, como dicen los Urribarri, casi como un sello, tanto el padre como sus hijos. Pero quien la ve se impacta; por sus dimensiones y también por el nivel de gasto e inversión que existe en cada rincón. La construcción comprende unas 10 habitaciones, cada una con su baño en suite. Posee una amplia pileta de natación, un quincho de importantes dimensiones (seis metros por diez, aproximadamente); cocina, comedor y living comedor para más de 20 personas, con equipos de split en cada rincón de la residencia. Pero también dispone de diversos lugares de servicios, algo alejados del casco central, con determinadas zonas construidas de modo especial, con algunas elevaciones, para poder ver el lago en su amanecer o atardecer. La cancha de fútbol es profesional, con medidas reglamentarias y un césped perfectamente acondicionado, con riego artificial permanente. Se puede acceder por aire o por el lago, pero no cualquiera lo puede hacer, por un perímetro de seguridad establecido. El que quiera llegar por tierra debe conocer perfectamente la forma, porque hay curvas y contracurvas. Además, la tranquera está ubicada a por lo menos dos kilómetros de la residencia principal. Y nadie se puede acercar al lugar, con alguna embarcación que no esté autorizada. Algunos curiosos cuentan que más de una vez recibieron disparos policiales de advertencia, de agentes apostados en lanchas en proximidades del lugar, en tiempos en que Urribarri gobernaba esta provincia. En la actualidad, en el lugar existe un importante viñedo que crearon y explotan los Urribarri.
Las dudas en torno a la administración de Kriptax, comenzaron a crecer en ámbitos de la investigación judicial, a poco de arrancar la pesquisa. Todo indicaba que se inscribió en la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) como empresa explotadora de soja, al final del 2013. “O sea que la primera cosecha, en el mejor de los casos, la obtuvo en julio/agosto 2014. Y en arroz lo hizo recién en 2015, con lo cual en 2016 recién habría recogido los frutos de esa cosecha. Y fueron, además, los peores años en rindes y en precios internacionales. Esto quiere decir entonces que durante siete largos años negreó su actividad y, por ende, evadió Ganancias”, razonó uno de los fiscales, con toda la lógica. Pero también consideraron que faltaba a la verdad en los argumentos presentados ante la justicia, por sus abogados Raúl Barrandeguy y Marcos Rodríguez Allende. Allí se consignaba, por ejemplo, que con las utilidades de Kriptax, Urribarri pudo comprar la fastuosa mansión del lago de Salto Grande. “Es mentira que el producto de su evolución en los agronegocios le permitió construir esa casa en la península de Salto Grande. Cuatro años antes de iniciar sus actividades en la agroindustria, la casita del Lago ya estaba construida. ¿Por qué se fondeó en el Banco de Formosa y ni siquiera eso está declarado en AFIP? ¿Por qué constituyó las tres sociedades en Capital Federal y allí tienen sus domicilios, siendo que al menos las agropecuarias, según sus palabras, llevan sus actividades adelante en Entre Ríos?”, se preguntó en su momento el abogado Pagliotto. “En rigor de verdad, este hombre no blanqueó estas sociedades vinculadas al agro para evitar que se le reprochase un doble estándar y o relativismo moral. En rigor, no blanqueó las mismas porque tenía perfecta conciencia del origen ilícito e ilegítimo de ambas. A Urribarri lo tienen absolutamente sin cuidado los aspectos de la vida vinculados con la ética y la moral republicana. Son conceptos y virtudes que no cuentan en su existencia”, remató. (Fuente: Análisis Digital)