
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) realizó en La Haya la última audiencia sobre el diferendo entre Argentina y Uruguay, enfrentados por la construcción de Botnia.Con el fin de "enterrar de una vez por todas" las acusaciones de Argentina, Uruguay, quien tuvo la palabra durante esta última jornada, arremetió contra nuestro país por "falta de pruebas" que demuestren que la planta de la finlandesa Botnia, ubicada cerca del puerto de Fray Bentos, esté causando daños medioambientales.Paul S. Reichler, miembro del colegio de abogados del Tribunal Supremo de Estados Unidos, trató de echar por tierra todos los argumentos argentinos, negando desde una mayor presencia de dioxinas en el río Uruguay hasta los olores "nauseabundos" que Buenos Aires achaca a la actividad de la fábrica."Argentina no ha suministrado ninguna prueba de que Botnia haya causado un aumento de dioxinas ni furanos", sostuvo Reichler ante el tribunal, alegando que los peces hallados con estas sustancias en su organismo "son migratorios", por lo pueden haberse contaminado en otro lugar, "como en el río de la Plata".De la misma forma, el abogado estadounidense relativizó el "olor a huevo podrido" que se extiende hasta Gualeguaychú.Desde la entrada en servicio de la planta, en noviembre de 2007, se han registrado "ocho incidentes de malos olores", algo normal durante la entrada en funcionamiento de una pastera, que "sólo puede disminuir a lo largo de los años", dijo Reichler. Argentina registró por su parte 68 episodios pestilentes.A partir de ahora, los jueces deliberarán sobre el caso y su fallo es esperado en los primeros meses de 2010.