Usar la palabra
En una sociedad mediatizada, elegir el propio destino, tanto en términos personales como sociales incluye, necesariamente, el dominio del discurso escrito, producto de la alfabetización.Por Claudia López El día 8 de septiembre se celebró el día de la alfabetización; la fecha -demasiado cercana al día del maestro- nos recuerda un motivo de trascendental importancia: ¿Qué significa estar alfabetizado?En términos generales, la alfabetización significa el uso, la disposición activa de herramientas intelectuales (lectura y escritura) que permiten a una persona el uso de la creatividad y el juicio crítico para elegir su propio destino, condición cuyos efectos trascienden largamente el ámbito de la calidad de vida personal para convertirse en un hecho de trascendencia social.En lo referente a la faz técnica existen diversas teorías respecto de cómo alfabetizar. Si dando preeminencia a la lectura o a la escritura. En la tradición norteamericana la lectura precede a la escritura. En América latina la tradición se inclina por introducción conjunta de ambas actividades. (...) Pero esta distinción (lectura- escritura) carece de sentido cuando de lo que se trata es de comprender la estructura del sistema. (1 )Para comprenderlo se realizan tanto actividades de reinterpretación como de producción.Si bien lectura y escritura no pueden disociarse a la luz de la experiencia y la pedagogía utilizada en nuestro país, cabe preguntarnos ¿Cuál es la importancia de la producción escrita?En términos político- pedagógicos el porcentaje de fracaso escolar que muestran los estudios realizados en el país nos pone frente a una responsabilidad: la escuela parece afectada de una cierta parálisis institucional y científica que le impide cumplir su misión de agente alfabetizador (2).Las clases más desprotegidas en términos socioeconómicos son las que suelen engrosar las listas de fracaso. Pero ¿los condicionamientos restrictivos de dónde surgen? En gran medida, según lo demuestra, por contraste, la experiencia de Freire, nacen (si bien no exclusivamente) del método pedagógico utilizado. "(...) hacia 1962 Freire había realizado varias experiencias poniendo en práctica su método. Llegó a obtener resultados extraordinarios: en 45 días un iletrado alcanzaba a ser el dueño de su propia voz y aprendía a decir y escribir su palabra. Claro que ese escribir Freiriano está íntimamente relacionado con una concepción del hombre comprometido, actor y transformador de su sociedad. La implicancia de este camino pedagógico de no alienación, no domesticación, no bancarización, no monopolización de la palabra genera apropiación libre y no reproducción de modelos impuestos que hacen que el educando sienta como ajeno tanto el discurso pedagógico como el suyo (en tanto surge de la alienación producida una cultura impuesta)Sea cual fuere el modelo que, como docentes adoptemos, algo queda fuera de discusión: la alfabetización es inescindible del tránsito cultural. Ahora bien, el participar de la escritura - y no solamente de la oralidad- significa una profundización en el proceso de hacer de la lengua algo propio.Walter Ong ha estudiado el pasaje de la cultura oral a la escrita, marcando entre las diferencias más notables que aún coexistiendo con la cultura del escrito, la cultura ágrafa implica conceptualizaciones, formas de memoria y de cooperación social especiales. La descripción de Ong sería, de alguna forma, aplicable, o de alguna manera convalidada por los primeros equipos freirianos que observaron mayor dificultad en el trabajo con grupos semialfabetizados en contraste con los grupos analfabetos.No intentamos marcar una preeminencia de la escritura por sobre la lectura y oralidad, lo reiteramos, en los procesos de alfabetización, sin embargo es obvio que la nuestra es una cultura de la escritura, más hoy, en la era de las comunicaciones; más allá de las diferencias entre ambas (código restringido- código elaborado; disposición formularia y acumulativa- tendencias analíticas ), nadie puede negar que cualquier intermediación que obstaculice o retrase la fluidez de ese pasaje ( a la escritura) es grave tanto en términos sociales y políticos como económicos.(3)Dicen los especialistas que la escuela primaria significa el primer paso en la construcción de un sujeto en el proceso de adquisición de la cultura escrita. A menudo, esa adquisición se ve retrasada y continúa hasta etapas más avanzadas de escolarización que llegan, inclusive, al secundario. Hace pocos días una maestra de adultos nos refería el caso de un alumno con certificación de séptimo grado, que no posee el manejo, ya no de la escritura sino ni siquiera de la lectura. Por supuesto no es común semejante grado de retraso, pero sí lo es en menores medidas.No obstante, la experiencia en el aula demuestra que, por ejemplo, no existe casi ningún alumno que no sea capaz de expresar en el discurso escrito, en términos narrativos, medianamente lógicos, su propia biografía o, por ejemplo, en términos históricos, su genealogía familiar. ¿Qué significa eso?Que sea cual fuere el presupuesto alfabetizador al que el docente adhiera, el niño, joven o adulto se transforma en un organizador activo del sistema en su competencia productora guiado por el interés; genera entonces un discurso propio para el que utiliza todas sus herramientas disponibles - inclusive las de búsqueda- .Nuevamente, Freire con su prédica del ejercicio de la educación para el hombre sujeto:Bajo la luz del citado pedagogo, si sé quién soy, si conozco mi propia historia y la de mi gente, si me siento protagonista de mi propio destino ¿no tengo, acaso, dadas en gran medida las condiciones que me llevan a elaborar el discurso escrito como una forma de ejercicio pleno de mi libertad? Si quiero comunicar (y el deseo solo puede surgir de la apropiación subjetiva del objeto, en este caso, la palabra escrita) ¿no seré, acaso, capaz de encontrar la forma?No decimos que sea fácil; hacen difícil la tarea las presiones, la monopolización del uso de la palabra- que no pasa exclusivamente por la Ley, hoy tan en el tapete, sino por la imposición del poder en una sociedad globalizada y mediatizada, entre otros factores. Mucho se habla de las falencias de la escritura- sobre todo en la escuela secundaria-. Nosotros nos preguntamos ¿qué parte tiene en esto la rebeldía de quienes no quieren ser atravesados por discursos ajenos?En la calle, en los medios, en los legisladores reside una porción de la respuesta, otra, más profunda, en la escuela y, sin duda, mucho, en cómo la sociedad demande de sí y elabore una batería de respuestas genuinas. Y para ello es necesario superar ciertas ideas arcaicas como las de Educar al soberano; lo digo porque esas palabras han resonado recientemente en nuestro medio. Notas:1 Alisedo, Graciela y otros. Didáctica de las Ciencias del Lenguaje (1997). Buenos Aires. Paidos, p 34.2 -: p 35.3.-: p. Bibliografía:Alisedo, Graciela y otros. Didáctica de las Ciencias del Lenguaje (1997). Buenos Aires. Paidos.Freire, Pablo. La educación como práctica de la Libertad. En Dossier colectivo.Lizzi, Susana. Enfoque Educativo. Artículos (2008) Diario El Día.Pedagogía de la Emancipación. Agmer. (2005)
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