EL DRAMA DE LAS VIVIENDAS
Vecinos autoconvocados reclamaron frente a las puertas del Municipio

Frente al Municipio, vecinos autoconvocados reclamaron certeza en las decisiones del Municipio y tener respuestas a los pedidos que piden desde hace tiempo para poder tener acceso a un terreno donde construir su vivienda.
La problemática de la vivienda propia se torna cada día más complejo en la ciudad. Se trata de una falencia que suma décadas. La ciudad ha crecido a pasos agigantados sin un planeamiento adecuado con la construcción de barrios alejados del casco urbano. Con el correr del tiempo se fueron levantando barrios en la zona de calle de Tropas, inclusive pasando el Arroyo El Cura, se construyó el Barrio Totó Irigoyen y recientemente barrios en la zona del club Sud América en el norte de la ciudad, construcciones que no alcanzan por la incesante demanda de tierras para construir. Es así que, redes sociales mediante, se fueron conformando grupos de vecinos autoconvocados que solicitan al Municipio los tengan en cuenta a la hora de la entrega de terrenos para cumplir con el sueño de comenzar a levantar su propia casa. Está claro que la demanda supera a lo que el estado municipal, también el provincial, puede responder, máxime en tiempos de pandemia y de una crisis económica muy grave. El jueves, vecinos que conformaron un grupo de 57 familias volvieron a manifestarse frente al Municipio en búsqueda de respuestas a una serie de solicitudes elevadas al poder ejecutivo municipal. Se congregaron a las nueve de la mañana, siendo atendidos por Matías Hernández, secretario del Presidente Municipal, una hora después en las escalinatas de acceso al municipio. Allí el funcionario le explicó el cuadro de situación, destacándose la “falta de personal para realizar obras de servicio en los terrenos que podrían ser destinados a vivienda”. Después, con un sol que pegaba fuerte, los vecinos se trasladaron a la Secretaria de Hábitat donde intentaron hablar con funcionarios de la dirección de Viviendas.
Según lo informado les habrían pedido que llenen nuevamente una planilla con todos los datos de las 57 familias, dado que se habrían presentado otras que no están en el grupo “Todos por una tierra propia”. Entrevistados por ElDía, los vecinos, que pertenecen a distintos barrios de la ciudad, expresaron su malestar por la situación. “Queremos pagar por un terreno y comenzar a construir nuestra casa y que de una vez por todas nos digan cuales son las posibilidades que tenemos”, señaló una de las mujeres que participó de la movilización en el Municipio que consistió en aplaudir en las escalinatas a la espera de que alguien los reciba, en este caso el mencionado Matías Hernández. Por su parte, Ana, mujer de 62 años, contó que “trabajo de niñera y junto a mi familia alquilamos una chacrita en Roffo al norte donde vivimos con la familia. Uno de mis hijos tiene 37 años, tiempo en que he venido pidiendo por un terreno a pagar desde que él tenía meses, casi cuatro décadas rogando por una vivienda propia. Estamos abonando 9000 pesos que podríamos destinar a abonar por un terreno y mantener viva la ilusión de la casa propia. Cada vez se nos hace más cuesta arriba, se nos va la vida y el sueño de la vivienda se aleja. Nos tienen con vueltas y vueltas. Personalmente he pasado jornadas enteras en el municipio y no me ha recibido nadie. Eso sí, en tiempos de elecciones, todos se acercan a palmearte la espalda y llenarte de promesas que rara vez se cumplen”. Ximena, mamá de 4 chicos, no ocultó su indignación. “Estoy muy enojada porque están diciendo que la mayoría de las familias no completaron bien los datos de los grupos familiares cuando no es así. Ya hemos llenado todo lo que nos piden al menos dos veces. Es como que todos se lavan las manos. Venimos al municipio, nos atienden fuera del edificio, para luego mandarnos a calle Cervantes donde funciona la Dirección de Viviendas y viceversa. En un principio nos prometieron que para el 15 de este mes íbamos a tener novedades, después cambiaron y nos ‘patearon’ para enero del año que viene con la incertidumbre de si se abrirá el sorteo de terrenos. Tengo 4 chicos, mi esposo sin trabajo y un alquiler de 8500 pesos que a duras penas podemos pagar con la asignación universal, aunque la mayoría de las veces no nos alcanza porque tenemos que alimentar a los chicos y vivir en un garaje que hace las veces de cocina y pieza porque allí colocamos una cucheta y una habitación”, expresó. Magalí, mamá de un chico de 5 años, contó que vive con su pareja “que trabaja de albañil, haciendo changas con el riesgo de cuando se corta el trabajo, o llueve y no puede laburar no hay ingresos. Hoy vine al municipio, porque prometieron una cosa y están saliendo con otra. Queremos hacer las cosas bien, nada gratis y, menos que menos, usurpar un terreno, meternos en donde no corresponde. Da bronca que nos lleven de un lado al otro. En mi caso tenía un turno en el hospital con mi nene que postergué para venir acá, por el municipio, y que nos agarren para la joda no está bueno”, concluyó.ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
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