GUALEGUAYCHÚ
Vecinos del barrio Miguel Ángel reclaman una solución: A tres años de recibirlas, sus viviendas evidencian serias roturas
Se trata de uno de los nuevos barrios que empezaron a poblar la zona noroeste de Gualeguaychú. Ocho de las 40 casas entregadas presentan quebraduras en paredes y pisos. "La respuesta que nos da el Municipio no es la que corresponde", expresaron.
Gracias al “Programa Federal de Vivienda y Mejoramiento de Hábitat de Pueblos Originarios y Rurales” varias familias de la ciudad pudieron acceder, años atrás, a la casa propia. Entre ellas, un grupo de 40, pertenecientes a la cooperativa de tierras “Unidos por una Vivienda”, quienes fundaron el barrio Miguel Ángel, en la zona noroeste de Gualeguaychú.
Pero, la mala noticia no tardó en llegar para algunas de aquellas afortunadas familias que pudieron hacerse de sus casas sin pagar los exorbitantes valores del mercado inmobiliario. “Antes de los seis meses de garantía, fueron tres casas las que se empezaron a quebrar”, contó un grupo de vecinas autoconvocadas a ElDía. “Cuando mi marido se dio cuenta de lo que pasaba hizo una zanja y tiró la tierra contra la pared, lo que demoró el problema, en nuestro caso. Pero ahora nos está pasando lo mismo que al resto, las paredes ya se empezaron a quebrar”, relató una de ellas. Según lo que las propias autoridades de la Secretaría de Hábitat de la Municipalidad les informaron, el problema consiste en que, al hacer el barrio no se tuvo en cuenta el agua que baja del lado oeste (el barrio es lindero a un monte), ésta corroe los cimientos y genera los movimientos de suelo que terminan provocando las roturas denunciadas. “No hay una pared de mi casa que no esté marcada”, reclamó otra de las autoconvocadas, quien más ha reclamado una solución en la Dirección de Viviendas. Pero, “la respuesta que nos da el Municipio no es la que corresponde”, aclaró, y explicó: “Han venido a hacer refacciones que duran un tiempo y se vuelven a romper, y ahora nos piden que cada familia busque un técnico para que nos de la solución posible y ellos aportarían los materiales, pero ¿quién nos garantiza que si eso no funciona se van a hacer cargo?”. “Además, nos han ofrecido hacernos una platea, del lado del campo, siempre y cuando la vecina ceda una parte, para que el agua no siga generando lo que hasta ahora. Pero no hay plata, entonces tenemos que tener paciencia, porque no hay palta. Mientras tanto, las casas se vienen abajo”, cuestionó. Las viviendas fueron construidas gracias al aporte de, por un lado, el Gobierno Nacional, que destinó los fondos necesarios; por otro, de la propia cooperativa de tierras, que brindó el terreno, y, en tercer término, gracias a la mano de obra cooperativa, aportada por la Municipalidad de Gualeguaychú. Por lo que el gobierno local es directamente responsable de brindarles una solución a estas ocho familias que, por otro lado, no han empezado siquiera a pagar las viviendas por inconvenientes legales respecto a las escrituras de las mismas. En esta misma situación están los 40 titulares del barrio. En este marco, el 29 de enero pasado presentaron una carta al intendente Martín Piaggio. En la misma dan cuenta de la situación con la que conviven hace tres años y le solicitan su intervención para garantizar una solución definitiva al problema. “Nos parece de suma importancia que se encuentre, por parte del Municipio, una solución a lo que provoca estos rompimientos. El común denominador es la ubicación de las casas en el predio del barrio, y el tratamiento recibido en el terreno y la construcción de sus plataformas, ya que las otras 32 viviendas no presentan este problema”, notifica la carta en uno de sus párrafos. En este sentido, las familias reclaman “tener una reunión con todos los vecinos damnificados, y los responsables reales de nuestro problema, aquellas personas que firmaron el fin de obra como responsables, y las actuales autoridades de la dirección de viviendas. Tenemos un problema concreto, que necesita atender varios frentes, y no somos los vecinos los responsables de encontrarle una solución”. Tenemos un problema concreto, que necesita atender varios frentes, y no somos los vecinos los responsables de encontrarle una solución Es de suma importancia, en principio, “reparar las fisuras, puertas que no cierran, pisos que se levantan y quiebran, ya que se trata de nuestra única vivienda, además está habitada por niños y niñas, y no queremos que pase un accidente”, cierra la carta enviada al Intendente.ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
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