UNA DESPENSA EN PUEBLO NUEVO
Venden tapaboca a precio de costo y se los regalan a los adultos mayores

La idea fue de los dueños del negocio, quienes sus vecinos los identifican con innumerables gestos solidarios. "Siempre se han preocupado por darle una mano a los vecinos", le reconocen.
El mensaje escrito en un pizarrón negro con tiza blanca es justo, conciso y no da lugar para equivocaciones: “Tapaboca $30 C/U”, y separado por una línea escoltada por dos corazones, continúa: “Si sos mayor de 60 años o tenés problemas de salud: GRATIS”. La iniciativa surgió de Martín Bulay y Silvina Ortiz, los propietarios de una despensa ubicada en Eva Perón y Buenos Aires en lo que es el inicio del barrio de Pueblo Nuevo. Hace diez años que están en el mismo lugar, y los gestos solidarios son habituales: tanto en situaciones de crisis como en desbarajustes naturales, como por ejemplo las inundaciones, siempre se preocuparon por dar una mano a sus vecinos. Ahora, desde hace algunos días, junto a una amiga que hace manualidades se pusieron mano a la obra con la confección de barbijos, que venden al público a precios de costo. El valor es de $30 y con los que recaudan compran material para fabricar más barbijos.
“La idea no es la de ganar dinero, simplemente la de ayudar a las personas que no cuentan con recursos”, explicaron. El dato que sobresale en esta historia es que los tapabocas o barbijos son gratis para aquellos que conforman el grupo de riesgo: a los adultos mayores no les cobran ni un peso. “Se los obsequiamos para que tengan un elemento de protección”, afirmaron. Silvina Ortiz, dueña de la despensa, en este momento no va a trabajar por encontrarse dentro de los grupos de riesgo. “La idea fue de mi marido para poder ayudar al barrio en este momento tan importante, y siempre tratamos de hacerlo. “En las inundaciones hacemos ollas populares, y en Navidad, con la ayuda de nuestros proveedores, repartimos golosinas a los chicos. Hoy no vivo en Pueblo Nuevo, pero el barrio siempre está en mi corazón". "Se los obsequiamos para que tengan un elemento de protección”, contó Adriana, una de las personas que atiende el negocio. Expresó que “si bien hace poco que pusimos a la venta los tapabocas, la gente se acerca al local para llevarse el suyo. También personas mayores que viven en el barrio y que hacen las compras todos los días preguntan por los barbijos y cuando le decimos que no tienen que pagar nada, se sorprenden y nos agradecen”. ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
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