SALUD Y CALEFACCIÓN EN INVIERNO
“Ventilar el hogar es clave para evitar intoxicaciones y problemas respiratorios”

Así lo afirmó el neumonólogo Federico Gini Cambaceres, quien también advierte sobre los riesgos de la acumulación de monóxido de carbono, dióxido de carbono y partículas contaminantes en espacios cerrados.
Durante los meses fríos, mantener el hogar cálido es una necesidad. Sin embargo, muchas veces se descuida un aspecto fundamental: la ventilación. Encerrar el calor puede parecer una buena idea, pero hacerlo sin permitir la renovación del aire puede tener aspectos negativos para la salud. “Respirar aire en un ambiente cerrado sin ventilación adecuada puede tener varias consecuencias negativas, especialmente en invierno cuando se utiliza calefacción”, introdujo el médico neumonólogo Federico Gini Cambaceres (M.P. 9.689), en diálogo con Ahora ElDía.
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Algunos peligros enumerados por el profesional fueron la acumulación de dióxido de carbono (que puede causar problemas respiratorios, dolores de cabeza y fatiga); la acumulación de contaminantes (como partículas suspendidas, gases nocivos y alérgenos, que pueden irritar las vías respiratorias y agravar condiciones preexistentes como el asma); y un “asesino silencioso”: el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono (CO), un gas incoloro, inodoro e insípido que puede ser mortal. “Ventilar el hogar es clave para evitar intoxicaciones y problemas respiratorios. Es importante asegurarse hacerlo, abrir puertas y ventanas a la hora de la siesta o cuando la temperatura es más agradable, y no tapar las rejillas de ventilación”, aconsejó Gini Cambaceres.

“La intoxicación por monóxido de carbono es más común durante el invierno, debido al uso de sistemas de calefacción que no están adecuadamente ventilados o mantenidos. Algunos signos de alarma pueden ser el dolor de cabeza, las náuseas y vómitos (que pueden confundirse con otras enfermedades), mareos y debilidad, dificultad para respirar y, ya en casos extremos, la pérdida de conciencia”, aseguró, y destacó que no sólo las estufas a gas pueden producir monóxido, sino también chimeneas y estufas de leña, vehículos y generadores: “Es esencial tomar medidas preventivas, como asegurarse de que los sistemas de calefacción estén adecuadamente mantenidos y ventilados. Otra medida es tener detectores de CO en el hogar”.
Según el Boletín Epidemiológico Nacional del Ministerio de Salud, hasta el 21 de junio de 2025 se registraron 473 casos confirmados de intoxicación por monóxido de carbono, lo que representa un incremento del 57 % respecto a la mediana de los mismos períodos entre 2020 y 2024.
El médico, además, comentó los errores comunes al calefaccionar el hogar, entre los que se encuentran la ventilación inadecuada, el uso de equipos no certificados, la ubicación de equipos en zonas mal ventiladas o cerradas, y la falta de revisión en las conexiones y tuberías de gas. “Los tipos de calefacción más seguros para la respiración son aquellos que no producen gases por combustión ni partículas suspendidas en el aire, en el ambiente donde está la persona. Ejemplos de ello pueden ser la calefacción eléctrica, la calefacción por radiadores que utilicen agua caliente o vapor, o los sistemas a gas con tiro balanceado. Las opciones menos seguras, por lo aclarado anteriormente, serían la calefacción a gas tipo pantalla o por leña”, advirtió.
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“El olor a humedad, la condensación en ventanas, la acumulación de polvo, el crecimiento de hongos o moho en paredes y techos, y, sobre todo, la sensación de pesadez o aire viciado, son claras señales de que un ambiente necesita ser ventilado”, aclaró Gini, y resaltó: “La ventilación regular es fundamental para mantener un ambiente saludable y prevenir problemas de salud respiratoria. Independientemente del tipo de calefacción que se utilice, es esencial asegurarse de que el espacio esté bien ventilado para evitar la acumulación de gases nocivos y partículas suspendidas en el aire”.
Principales fuentes de intoxicación por monóxido de carbono
- Sistemas de calefacción a gas: Estufas, calefones, calderas y calentadores que, por falta de mantenimiento o mala ventilación, generan emisiones peligrosas que pueden acumularse en los ambientes cerrados.
- Chimeneas y estufas a leña: La combustión incompleta de la leña en dispositivos sin salida adecuada al exterior libera gases tóxicos que pueden invadir los espacios habitados.
- Generadores eléctricos: Cuando se utilizan en interiores o lugares mal ventilados, especialmente durante cortes prolongados de energía eléctrica, producen grandes cantidades de este gas peligroso.
- Motores de vehículos: Mantener el motor encendido dentro de garajes u otros espacios cerrados favorece la acumulación del gas, alcanzando rápidamente niveles letales si no hay ventilación suficiente.