ENCUBRIMIENTO Y FRAUDE
Volvió a Tribunales el hombre denunciado por los vecinos de la zona oeste
El sujeto de 35 años que la primera semana de octubre fue blanco de una serie de reclamos que los vecinos de los barrios 338, 140 y 348 le hicieron a la Policía, fue indagado el martes por la mañana por un nuevo hecho y se suma a la imputación que ya tiene por amenazas.
El homicidio de Lucas Bentancourt originó un gran dolor e indignación en la barriada del oeste, por lo que los vecinos decidieron hacer oír su reclamo para que la situación se modifique. Pero a principios de octubre, a raíz de un robo de dos bicicletas y las amenazas que sufrió un hombre por parte del sospechoso, un importante número de personas se presentó en la Comisaría Sexta para reclamar por la inmediata detención del denunciado. Sobre todos los hechos que se le señalan, sólo se le imputó el delito de amenazas, que la fiscal Natalia Bartolo investiga actualmente. El sospechoso ha sido mencionado como "el secuaz de Genaro Gutiérrez", el detenido por el crimen de Lucas Bentancourt, y los vecinos manifestaron estar cansados de los delitos que comete en el barrio. El martes por la mañana se lo llamó a Tribunales a declarar por otra causa. En esta ocasión fue el fiscal Facundo Álvarez quien le imputó "encubrimiento" y "estelionato", el primero se refiere a tener en su poder un elemento robado e impedir o dificultar la acción del Estado para descubrir e investigar un delito e identificar a sus autores; lo segundo se refiere a vender una cosa ajena como propia. A este hombre se le imputó haber receptado una motoguadaña y luego haberla vendido. Este elemento era producto de un robo cometido el 26 de septiembre, cuando la víctima sufrió un robo en su casa en donde además le llevaron herramientas eléctricas. La Policía allanó la casa del sospechoso, en el barrio 348, pero no se encontraron los objetos robados, y sólo se recuperó la motogüadaña que fue entregada voluntariamente manifestando que la había comprado de buena fe. Estos dos hechos que se le imputan serán elevados a juicio a la brevedad y en caso de ser hallado penalmente responsable, el hombre cumplirá la pena con prisión efectiva debido a sus amplios antecedentes. Quién es el denunciado A sus 35 años cuenta con una larga lista de hechos por los que cumplió dos condenas de prisión efectiva. Cuando tenía 29 años fue sentenciado en noviembre del 2011 por la Cámara del Crimen de Gualeguay por los delitos de Hurto Simple y Robo doblemente calificado, pero medidas cautelares lo alejaron de la prisión efectiva. La Justicia revocó esa excarcelación y en diciembre de 2013 fue llevado a la Unidad Penal de Gualeguaychú. Después de un largo tiempo esquivando las rejas, fue llevado a la cárcel para cumplir una pena de dos años y seis meses de prisión por ser encontrado penalmente responsable de los delitos de "hurto simple en grado de tentativa y robo doblemente calificado, escalamiento en grado de tentativa y resistencia a la autoridad". Una comitiva policial lo buscó en su domicilio del barrio 348 y de allí fue trasladado a la Jefatura Departamental, donde fue notificado de la resolución judicial que lo obliga a cumplir la pena en la Unidad Penal N° 2. Años después, en diciembre de 2017, recibió una pena de 1 año y 4 meses de prisión efectiva que cumplió en la Unidad Penal 9 El Potrero, y se convirtió en el condenado 131 del 2017. El 26 de septiembre de ese año ingresó a un domicilio en calle Gervasio Méndez al 2800, violentó un cerco perimetral y barreteó la puerta de ingreso, aprovechando que no había personas en el interior. Ese día, cuando el personal policial de la Comisaría Sexta recorría la zona de calles Manantiales y Ñancay, lo cruzó en bicicleta trasladando los elementos sustraídos y les pareció sospechoso debido a su historial delictivo. Cuando percibió que lo seguía el patrullero, ingresó a un domicilio abandonado para descartarse del televisor, una guitarra y una mochila que contenía cortes de carne, un celular, un GPS, un cargador y un joystick. El delincuente fue detenido y posteriormente, al rastrillar el barrio, se localizó la vivienda a la que había ingresado. En ese lugar, en la parte exterior y oculto entre la maleza, había dejado preparado para llevarse una soldadora eléctrica, una desmalezadora, una hidrolavadora y otras herramientas. Fue llevado a Jefatura y luego fue liberado hasta la realización del juicio, pero dos meses después volvió a delinquir. El 26 de noviembre entró a una vivienda en Andrade al 2200 y sustrajo un televisor de 32 pulgadas, pero en esta ocasión también volvió a ser detenido. Tres días después fue sometido a un juicio abreviado, en donde reconoció su autoría y acordó una pena que irremediablemente - debido a sus antecedentes - no podía ser de prisión condicional. Lo condenaron a 1 año y 4 meses de cárcel y de esta manera se convirtió en el condenado 131 del año.
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