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Y un día, volvieron las carrozas con todo su esplendor
Luego de la suspensión del sábado por la noche, la gran fiesta de los adolescentes regresó plena y completa tras dos años de pandemia que obligaron a modificar el espectáculo en versiones reducidas. Los que asistieron aplaudieron el paso de los 24 trabajos que se presentaron este año.
Decir que los adolescentes fueron uno de los sectores etarios más afectados por la pandemia, es casi una obviedad a esta altura. No fueron los que mayor riesgo sanitario tuvieron, pero su vida social quedó partida al medio, destrozada y suspendida, justo en una etapa de la vida en la cual la construcción de lazos y recuerdos es vital.
Y el Desfile de Carrozas Estudiantiles no fue la excepción: en 2020, con toda la mejor voluntad del mundo, la Comisión de Carrozas Estudiantiles decidió hacer una versión minimalista del evento al invitar a los adolescentes a que hagan una especie de maqueta. Lo cierto es que esto no entusiasmó ni a los que tenían más ganas de salir de sus casas.
Y en 2021, se subió un poco la apuesta, proponiendo trabajos de mayores dimensiones –pero no tanto como las carrozas reales– y sin movilidad, por lo que el concepto de desfile mutó a exposición. En este último caso, el resultado fue un poco mejor, pero lejos al esplendor del evento en 2019, última vez que se realizó antes de la llegada del Covid-19.
Y entonces llegamos a octubre de 2022, un fin de semana donde el turismo explotó y salió a recorrer el país. Y Gualeguaychú salió a ofrecer la 63ava edición del Desfile de Carrozas Estudiantiles como el principal atractivo local. La nostalgia del regreso, la confianza en la calidad del trabajo de los chicos y la organización del evento a la vieja usanza fueron los elementos para que los adolescentes sean la punta de lanza en los eventos turísticos de la ciudad.
Y si bien un viento rebelde obligó a postergar todo un día –hubiera sido una pena que cualquiera de las carrozas sufriera algún tipo de daño por alguna inclemencia meteorológica– el domingo por la tarde poco a poco fueron acercando los trabajos desde los Galpones del Puerto hasta el mismísimo Corsódromo, donde a las 21 horas comenzó el 63º edición del Desfile de Carrozas Estudiantiles con el viejo esplendor de 2019 pero revitalizado en 2022.
En total fueron 24 carrozas las que se presentaron este año (14 en la categoría Libre y 10 en Primaverales), y fueron realizadas por alumnos de 10 colegios secundarios diferentes.
La fiesta tuvo una gran asistencia de público, tanto local como de afuera: durante este fin de semana largo, el nivel de reserva en la ciudad fue casi completo y muchos de los turistas que arribaron fueron espectadores en el desfile.
A diferencia de las noches de Carnaval, cuando el Corsódromo rebalsa de brillo, el desfile de carrozas permite conocer una versión más intimista: sus luces están apagadas para permitir que la luminaria de cada uno de los 24 trabajos resalte a su manera el esplendor propio de cada obra, que el público acompañó con su aplauso cada una de las pasadas, y con ovaciones las más destacadas.
La ganadora se conocerá el lunes a las 20 horas en el Concejo Deliberante, donde se realizará el recuento de voto y el escrutinio final.
Pero más allá de sea quien sea que resulte como ganador, anoche se vio en el Corsódromo el producto final de cientos de horas de trabajo, innumerables muestras de destellos creativos de toda una generación, una amalgama de sentidos, magia, luz y color montados sobre un chasis, dejando atrás meses de ardua labor, planes postergados, búsquedas y sueños. Y el imponente desfile de anoche fue la coronación de una experiencia inolvidable que dejará en esta camada de adolescentes un abanico amplio de vivencias, enseñanzas, y frustraciones.