YPF, los ‘90 y una historia polémica
La historia reciente del petróleo en la Argentina suscita fuerte controversia política e ideológica. Y esto porque no hay una sola versión de los hechos. Gustavo Callejas, subsecretario de Energía durante el gobierno de Raúl Alfonsín y vicepresidente del Movimiento para la Recuperación de la Energía Nacional Orientadora (Moreno), estuvo la semana pasada en Gualeguaychú, invitado por la Unión Cívica Radical (UCR). El Día habló con él, a propósito de la expropiación de la española Repsol-YPF. Por Marcelo Lorenzo- El gobierno de Cristina Kirchner expropió el 51% de las acciones de la española Repsol-YPF. ¿La decisión es correcta? Gustavo Callejas:- Está bien, pero es insuficiente. Los antecedentes del proceso generan dudas. De un día para el otro nos dimos cuenta que hay una situación de caja insostenible. Hablo de los 9.000 millones de dólares de importaciones de combustible. Una compra que se ha venido incrementando permanentemente en los últimos años. Es decir, esto no viene de ahora, sino de antes. ¿Es un cambio profundo de política energética? Eso es lo que está por verse. - ¿La nacionalización de la empresa fue motivada por un problema de caja?- Lo que digo es que el problema viene de arrastre. El vaciamiento del sistema empezó mucho antes. En el caso de Repsol, desde que se hizo cargo en 1999. Al poco tiempo retiró utilidades y dejó de invertir en exploración, perforación y en mejorar las refinerías. - Una de las razones que invocó el gobierno es que, justamente, Repsol no invertía sus utilidades.- Efectivamente, en el decreto de intervención dice eso. Además, están los gráficos que indican una caída en la producción. La pregunta que uno se hace, tratándose de una situación que viene de lejos, es por qué el gobierno parece enterarse ahora de lo que pasa. Por qué se enoja ahora, cuando debió hacerlo hace mucho. Esta es la verdad. Resulta que descubrieron ahora lo que estaba haciendo Repsol. Pero ellos, digámoslo, fueron los responsables de haber llegado a esta situación crítica. Fueron ellos los que apoyaron en su momento el ingreso de Repsol a la Argentina. La actual presidenta hace cinco años que está gobernando. Y esto ya estaba pasando. Lo que no sabemos es si esta decisión supone la muerte de un proyecto de mercado. En este sentido, este proyecto no nace con la crisis de De la Rúa. Esto empieza con Menem, Dromi, Cavallo y Estenssoro. - ¿Y cuál es el proyecto alternativo al de estos años?- Hay que abandonar el sistema de mercado. Para ir a un manejo estatal centralizado nacional, que vuelva a considerar los hidrocarburos como bienes estratégicos. Tenemos que salir del desastre que nos dejó la política de reemplazar al Estado por la cuestión del mercado. Que la impuso Carlos Menem y la sostuvieron lo que vinieron después. Acá hubo un vaciamiento, acá se llevaron todo. Exportaron, desarrollaron brutalmente los yacimientos, declaraban lo que querían por declaración jurada porque nadie controlaba nada. Y ahora de golpe descubrimos que estamos en la lona - Con Menem el combustible devino en un commoditie. ¿Es así?- Exactamente, con lo cual entró a regir el sistema de mercado. De esta manera se dio la espalda a la tradición petrolera del país. Durante la presidencia de Figueroa Alcorta, en 1907, se produjo el descubrimiento del petróleo patagónico en Comodoro Rivadavia. A él le tocó dictar la primera ley de reserva petrolera. Desde entonces se decidió mantener la producción petrolera bajo la órbita del Estado. Lo cual condicionó la organización de la industria en esos primeros años. La consecuencia posterior fue la decisión de crear Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). Las ganancias del petróleo se reintrodujeron en la economía nacional. Esta renta es la que permitió luego cambiar la cara de Argentina. Es muy importante que el petróleo sea de todos los argentinos porque todos lo descubrimos a través de YPF y todos pagamos impuestos para que la empresa se desarrollara. - ¿Cuánto habría que pagarles a los españoles por la expropiación? - Más que pagarles, acá tienen que ir presos. Acá hay delitos. Hay violaciones graves a la ley de hidrocarburos. Hay que investigar a todo aquel que haya firmado una prórroga de un contrato que está en infracción con la legislación argentina. Como el caso que involucra la reserva de Aguará, con Menem, y Loma de la Lata, con De la Rúa. Además, se han construido varios gasoductos para venderle a Chile, cuando no había reservas suficientes para los argentinos. Tal es así que la gente del NEA no tiene gas natural por red. El 40% de la población argentina no tiene gas natural por red. Y el gas que tendría que haber sido para estos argentinos se fue a Chile. ¿Quién responde por todas estas políticas? - ¿Qué tan grave es la falta de reservas hidrocarburíferas?- Queda poco. Las reservas son las mismas. Es lo que queda de lo que entregó el Estado cuando se privatizó YPF en los '90. No hay descubrimientos de nuevos yacimientos. No hay. El autoabastecimiento se perdió porque no se hizo exploración. Y esto obligó a las importaciones masivas. - ¿La cuenta de importación estaba afectando la macroeconomía del país?- Claro. Son 9.000 millones de dólares por año. Es la factura que paga el Estado. Lo tiene que hacer para que la economía funcione. Lo que hay que saber es que la ausencia de inversión para explorar, para construir refinerías, para poder explotar los pozos, se paga con importaciones. La falta de producción nacional unida al aumento del consumo, generó una situación de desabastecimiento que se subsana con compras externas. Pero compras de bienes a precio internacional, carísimo, que no manejamos nosotros. Los valores los fijan los países productores de petróleo, sobre todo los árabes. - Las restricciones, tanto al comercio exterior de bienes como a la compra de dólares, ¿tienen alguna conexión con el déficit energético?- Creo que está conectado. Y yo creo que hay que prohibir totalmente las exportaciones de combustible. Algunas empresas todavía exportan. Y no hay que exportar, cuando el país se desangra importando a precios exorbitantes. Hay que guardar el petróleo. No hay que vender afuera un solo metro cúbico de petróleo ni de gas. - Muchos expertos se preguntan de dónde saldrá el dinero para invertir en YPF estatal. ¿Usted qué opina? - YPF estaba girando entre 1.500 y 2.000 millones de dólares al año. Dado que se estatizó el 51% de las acciones, hay que ver qué dinero queda para el Estado. Cuando se empieza a invertir hay que tomar alguna decisión con algunos precios. A lo mejor hay que aumentar el valor de los combustibles y bajar los precios de la garrafa por razones sociales. El que tiene auto tiene una capacidad económica que no tiene el que compra una garrafa. Y el 40% compra garrafa. El que no compra de un lado saca del otro. Es como el carnicero: te regala el osobuco barato, pero te cobra el doble el asado. Otro trato al capital extranjero- Pese a la expropiación, YPF sigue siendo una sociedad anónima. Con lo cual queda abierta la posibilidad de que se convoque al capital extranjero.¿Cuál debe ser, según su parecer, el trato a estos capitales?- Al capital extranjero lo voy a llamar siempre y cuando venga a correr el riesgo minero. Yo en principio haría anular esos contratos secretos que existen. Y haría contratos como los que tienen los brasileros. La idea es que inviertan. Y si encuentran petróleo y gas nos asociamos. Y si les va mal en el negocio, que ellos también pierdan. - ¿La brasileña Petrobras es el modelo a seguir?- Sí, porque está inspirado en nuestro modelo estatal original. A lo que hay que propender es a convertir a YPF en nuestra nave insignia. Esto permite tener una YPF totalmente estatal. Es lo que pretendo, y es lo que quieren los radicales (...) Los extranjeros pueden venir con contratos para esta YPF estatal no en igualdad de condiciones, no como concesionarios. Como es en Brasil. En Brasil no son iguales. Porque Petrobras es la dueña. A los contratos que representan el 70% de la producción de hidrocarburos hay que sacarlos de la categoría de concesión y que pasen a trabajar para YPF con contratos de locación. - ¿Por qué el gobierno gasta fortunas en subsidios energéticos?- Por un lado tiene que importar, porque no alcanza la provisión de energía. Y la otra es porque no aumentó las tarifas. Pero eso lo hizo para proteger a sus amigos, que son los generadores hidroeléctricos y los productores del crudo y gas. A ellos los dejó seguir ganando con subsidios, para no trasladar esos precios a nuestras tarifas (...) No hay que exportar- Algunos dicen que Argentina es un país que tiene petróleo, pero no es un país petrolero. ¿Coincide con esta apreciación?- Hay que aclarar el punto. Los brasileños fueron al mar a explorar, metieron mucha plata ahí, y les fue bien. Lograron el autoabastecimiento. Pero Brasil no va a ser un país petrolero, en el sentido de que va a exportar. Lo que hace es volcar la riqueza hidrocarburífera a su territorio. Lula da Silva dijo que no le interesaba exportar. Le interesaba que 150 millones de brasileros tuvieran un mejor nivel de vida. Esa es la teoría de Yrigoyen. Brasil no va a exportar. Que exporten los árabes, que exporte Venezuela. Nosotros en el pasado igual: nunca exportamos, porque teníamos apenas para nosotros. En los '90 esto cambió. Salimos a exportar, mientras explorábamos menos y la producción y las reservas caían. Los que autorizaron las exportaciones también deben ser investigados. Después está ese grupo de ex secretarios de energía que piden un cambio de política. La mayoría de ellos autorizó exportaciones. Que se hagan responsables. - ¿Qué piensa del nuevo gerente de la empresa, Miguel Galuccio?- Empezó bien y sus objetivos son buenos. Está escuchando a su gente. Pero su gestión recién empieza. Habrá que evaluar luego sus resultados. - Están los que piensan que, más allá de la expropiación, en realidad el petróleo siempre fue argentino, desde que está en el subsuelo. - Pero eso es una ficción. Cuando existe un concesionario privado que tiene un contrato de concesión, el petróleo es de él. Porque puede hacer lo que quiere. Si el contrato no fuera de concesión, entonces él saca lo que vos, Estado, le indicas lo que tiene que sacar. Ahí es la empresa estatal la que tiene soberanía sobre el recurso. - ¿Qué representa YPF del total del mercado hidrocarburífero?- Ése es otro punto importante. Con YPF tenemos el 30% del mercado. Falta el 70% que está en manos de 40 empresas, de las cuales hay alrededor de siete que son poderosas, como Chevron, Tecpetrol y Panamerican Oil. Aquí, donde no tiene influencia YPF, tiene que cambiar el modelo de contrato. Hay que hacerlo para que trabajen para YPF. Todas estas empresas tienen que dejar de ser concesionarias; no tienen que ser dueñas del crudo. Todo lo que sacan debe ser propiedad del estado nacional. Gobernadores petroleros- ¿Qué papel deben cumplir las provincias productoras de petróleo?- Como cualquier otra provincia. Dueños somos todos. Hay que derogar la llamada Ley Corte, inventada por Kirchner, que otorgó a los Estados provinciales el dominio jurisdiccional del subsuelo, circunstancia que no existe en ningún país del mundo. No puede ser que el petróleo sea manejado por gobernadores que después aparecen como candidatos. Y utilizan esos recursos para hacer campañas políticas. Todos somos dueños del petróleo y la Nación tiene que manejarlo. No es de ellos. No es de los que tienen el c... arriba del pozo de petróleo. - Al hablar de la historia reciente del petróleo en Argentina usted utiliza mucho la palabra "vaciamiento"...- Porque sintetiza lo que pasó todos estos años. Desde que el recurso se privatizó no invirtieron y se llevaron las utilidades. Esto lo decidió Menem y los que lo siguieron: dejarle toda la decisión al mercado. Nos dijeron que así nos íbamos a insertar en el mercado internacional. Y que si faltaba el recurso lo podíamos comprar afuera. Con lo cual resultaba indiferente producir crudo en el país. El resultado fue el vaciamiento del sector, seguido de un desastre económico y social (...) - Usted habló de abaratar el gas de garrafa. ¿Por qué?- Porque es un problema social. Al gas de garrafa hay que ponerlo al mismo precio que el que tiene el gas de red. El 40 % de los argentinos no tiene gas por red. Explorar otros recursos- ¿La opción energética es seguir produciendo petróleo?- Lo necesario para abastecer los requerimientos del mercado interno. Pero hay que prepararse para cuando este recurso se agote. Hay que crear empresas productoras de energía eléctrica con instalaciones de plantas hidroeléctricas, nucleares, y también desarrollar el tema del carbón. - ¿Pero esos emprendimientos tienen un costado ambiental problemático?- ¿Cuántos trastornos ha creado la represa Yacyretá? La pregunta que hay que hacerse, en este caso, es cuántas inundaciones evitó. La crisis nuclear de Japón (en la central de Fukushima, tras un sismo) es muy difícil que pueda pasar en otro lado. La manejaron muy bien. Nada que ver con lo que pasó antes en Rusia, con Chernobyl. Después de estas crisis, seguro que van a volver con avances tecnológicos que van a minimizar el riesgo total. - La matriz energética argentina tiene que ver con su sistema de transporte. ¿No hay una hegemonía del camión?- Claro. "Ramal que para, ramal que cierra", dijo Menem y desmanteló los ferrocarriles. Desapareció el tren de carga. Y ahora la cosecha se transporta en camión. Pero un tren son 30 camiones. Un país como Argentina, donde hay grandes distancias, tiene que tener un buen sistema ferroviario, que haga posible el transporte barato y seguro de mercaderías y gente. De esta manera, además, descongestionamos las rutas, que están colapsadas (...)En la casa del partidoGustavo Callejas fue subsecretario de Energía durante el gobierno de Raúl Alfonsín, preside la Fundación Arturo Illia y es vicepresidente del Movimiento para la Recuperación de la Energía Nacional Orientadora (Moreno).Invitado por el presidente del comité departamental de la UCR de Gualeguaychú, Ricardo Rodriguez, el ex funcionario alfonsinista ofreció una charla el 24 de mayo pasado en la casa partidaria de calle Urquiza.Callejas estuvo acompañado además por los diputados nacionales Fabián Rogel y Jorge Chemes. En la ocasión los dirigentes apoyaron la expropiación de Repsol YPF, aunque criticaron la política energética seguida hasta acá, que según ellos tiene la impronta "neoliberal" de los '90, iniciada por el peronista Carlos Menem.El Movimiento para la Recuperación de la Energía Nacional Orientadora (Moreno) es una organización que predica un discurso nacionalista sobre el petróleo. Postula, básicamente, que los bienes energéticos deben estar bajo control estatal, fuera del alcance del mercado.Desde aquí se alienta la caducidad de los contratos de concesión con las firmas multinacionales que operan el 70% del mercado hidrocarburífero argentino. Y esto para que se conviertan en contratos de locación y servicio, bajo la supervisión de YPF.
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