
Moyano y Michelli realizaron el primer paro al gobierno de Cristina Fernández
Ver en una misma escena a Moyano, Michelli, el Momo Venegas, Luis Barrionuevo, la Corriente Clasista y Combativa, el Partido Obrero y a Eduardo Buzzi de la Federación Agraria conformando un mismo bloque y realizando un llamado conjunto a un paro general necesariamente nos hizo ponernos a reflexionar y a pensar en lo que fue la jornada del 20 de noviembre.Juan Pablo Castillo
OpiniónEn primer lugar, pocos son los que desconocen la legitimidad de los reclamos por parte de los trabajadores y de lo justo que resultan, de hecho, discusiones de esta índole son esperables y naturales dado que la puja por la distribución de los recursos y la tensión entre el capital y el trabajo se produce en los momentos de mayor crecimiento económico.Ahora bien, teniendo en cuenta la metodología y la estrategia adoptada para su implementación pone en dudas el grado de consenso previo y la forma en la cual se resolvió llevar a cabo esta medida. Esto significa que convocar de esta manera y hablar de un "paro general" cuando solamente fueron bloqueados los principales ingresos de la Capital Federal es tratar de darle entidad a una medida que careció de apoyo en la medida que la visibilidad fue lograda mediante acciones que no responden a una adhesión de los trabajadores sino por la imposibilidad de llegar a sus puestos de trabajo, claramente habla de un "paro general" con características muy particulares.Si vemos como se convocó al paro todo indicaría que el factor movilizante fue la oposición al gobierno, con lo cual inevitablemente nos hace surgir una pregunta al respecto ¿No responderá dicho accionar a posicionamientos personales más que a una preocupación salarial?.Esto surge en la medida que resulta no solamente contradictorio, sino más bien parece la escena de una novela de realismo mágico al tratarse de una convocatoria del representante de los trabajadores rurales de la mano de las patronales rurales.Otro elemento central de la jornada fue la poca incidencia en la ausencia al trabajo en todas las ciudades del país que carecieron de cortes de calles - realizados estos exclusivamente en la Capital Federal y alrededores por la Corriente Clasista y Combativa y el Partido Obrero - dado que realmente los niveles de actividades no se vieron afectados, salvo algunas organizaciones gremiales pero que no provocaron inconvenientes con el normal funcionamiento.Por estas razones creemos entonces interesante preguntarnos por otro de los factores, que es quizás el más importante, estamos hablando de la cobertura mediática y el rol que tuvo el principal grupo opositor, convocando no solo abiertamente, preparando el terreno y "generando el clima" los días previos, sino por su posterior tarea al intentar "nacionalizar" una situación particularmente vivida en la Capital Federal producto de piquetes focalizados, construyendo de esta manera un relato de acuerdo a sus propios intereses puestos en juego, que claramente, son coincidentes con estos sectores convocantes en su punto nodal.¿En el reclamo de los trabajadores? No, sino en el rechazo al gobierno. Y si esta lectura no se realiza en el contexto de la aplicación y puesta en vigencia de la nueva ley de servicio de comunicación audiovisual aprobada legal y legítimamente por el Congreso Nacional no entenderíamos esta necesidad de construir una fuerza que impida la aplicación de esta ley.Y esto deviene en un problema en la medida que la incapacidad de la oposición de construir una fuerza propia con un planteo alternativo, reduce y traslada este rol a las distintas corporaciones de la sociedad, que como vemos lamentablemente todas las manifestaciones opositoras al gobierno quedan reducidas a actos de violencia carentes de argumentos políticos. Tal como pareciéramos estar acostumbrándonos a ver y que esta ocasión no fue la excepción.Por eso viendo y retomando el análisis de la "homogeneidad" de las fuerzas que convocan al paro inevitablemente se refuerza esta última hipótesis.Por tal motivo, mientras continúe este esquema de concentración mediática serán los grande multimedios quienes manipulen la opinión pública de acuerdo a sus propios intereses corporativos, fomenten un clima generalizado de frustraciones y fracasos que conducen inevitablemente a la violencia y al enfrentamiento en la medida que sigan construyendo de manera hegemónica un relato simplificado de una realidad compleja y dinámica basada exclusivamente en la repetición sistemática de "titulares".He de ahí que no obstante la poca participación del paro convocado en términos de adhesión voluntaria sí tuvo una repercusión considerable, y esto creemos que se debe a la poca democratización que actualmente existen en los medios debido a la gran concentración que posibilita que prácticas focalizadas y pertenecientes a una minoría aparezcan y sean tratadas como si se tratasen de temas generales cuando realmente sabemos que no tienen un anclaje en la realidad sino que por el contrario, tienen un anclaje en la mera conservación de los privilegios de las corporaciones mediáticas.Es por eso que logran generar situaciones para presionar a los gobiernos realizando acciones que muchas veces circulan por fuera de los marcos democráticos negando todo tipo de negociación política.Porque las respuestas a los reclamos van a llegar como han llegado siempre, dado que son justos, pero eso si, nadie puede negar que la calidad de vida los trabajadores ha mejorado como pocas veces en la historia de nuestro país desde el 2003 a la fecha, devolviéndoles no solo las paritarias como herramienta de negociación sino lo que es más importante, se ha recuperando la movilidad social ascendente perdida durante los últimos gobiernos liberales, permitiendo que muchos de los hijos de los trabajadores sean los primeros profesionales de sus familias.