25 de Mayo: el día que la política se caía de los bolsillos

Pocos antecedentes debe haber de un 25 de Mayo tan cargado de política. Arrancó temprano con el Tedéum en la Catedral y la filípica del Arzobispo Poli. Siguió con el lanzamiento de Massa y Stolbizer y cerró con el reportaje que Cristina Kirchner le concedió a C5N. Hubo de todo: Hasta una amenaza narco al Presidente.Por Jorge BarroetaveñaCualquiera que repase las homilías del hoy Papa Francisco cuando era Arzobispo de la Ciudad podrá verificar que eran tan o más dura que la de Poli el jueves. Tan incómodas fueron que primero Néstor y después Cristina lo plantaron a Bergoglio y se fueron para otro lado. Faltó que hicieran el Tedeum en la Antártida para evitar las críticas.Al cabo, lo que dice Poli es una cuestión de sentido común, por más ruido que haga en su relación con el gobierno. Claro, la diferencia es que Macri va y pone la cara cuando otros optaron por esconderse. Por la noche, Marcos Peña le quitó dramatismo al tema, aunque las palabras presidenciales del mediodía denotaban cierta molestia.A la tarde noche fue el turno de Sergio Massa en tándem con Margarita Stolbizer. Desde el repleto microestadio de Tortuguitas y con estética PRO (copiada al cabo de los mitines típicos de Estados Unidos) el opositor busco ocupar el centro del escenario. Y tuvo varias frases logradas aunque no pudo disimular que la estrategia anti-grieta también le sirve para nutrirlo a él. ¿Por qué? Porque si no hubiera sido por la grieta él tampoco hubiera ganado en el 2013. En aquella elección que con justicia reivindica como propia, la divisoria también fue entre los que querían a la Cristina eterna y los que no la querían, a la postre amplia mayoría.A lo largo de su corto discurso, similar en tiempo al de Stolbizer, Massa habló de las cuestiones cotidianas y exhibió otra vez su equipo, ese que amagó con abandonarlo pero finalmente se quedó. La opción de hierro es o gobierno para ricos o gobierno de ladrones. Ahí en el medio está él. Habrá que ver hasta dónde puede revertir la tendencia y si finalmente es candidato, porque el jueves no se confirmó quiénes serán las caras de 1País, el nombre elegido para la batalla electoral.A la noche fue el turno de la ex presidenta. Con la manifestación de La Cámpora sus espaldas, Cristina se sometió al riguroso reportaje que le hicieron los periodistas de C5N. Y fue una Cristina auténtica, transitando los mismos caminos de los últimos dos años y dejando en claro que está convencido de no haberse equivocado en nada. Es extraño porque si hubiera sido así, no habría estado sentada en ese lugar, hablando de cómo reconstruir al peronismo después de la derrota. Perdieron los demás, pareció decir. "Si es necesario por los votos que tengo, seré candidata", soltó cuando la nota promediaba al ritmo de la incomodidad de los periodistas que no podían meter ni un bocadillo.Más allá de su discurso hay algo cierto: le sigue marcando los tiempos al peronismo. Randazzo, durante el día, hizo público un video con su análisis de la situación y al final, después del reportaje, ratifico que será candidato. Lejos, desde el silencio, los gobernadores la resisten pero no la enfrentan cara a cara.Cristina arrastra sus propios fantasmas y una disyuntiva que solo ella puede develar. Si es candidata expone lo que le queda de capital político. Si no lo es también. ¿Qué harán personajes como Boudou, D'Elia o La Cámpora sin su protección? Lo mismo que una gran cantidad de legisladores de ese origen cuyos mandatos vencen en diciembre.Claro que el 'combo' buena parte del peronismo ya no lo digiere, de ahí la disyuntiva de cómo definir y hasta dónde llegará la 'unidad' que se proclama. Randazzo al menos no quiere saber nada y augura enfrentamiento. Pero con el peronismo nunca se sabe.El gobierno, Cambiemos y Macri arrastran sus propios problemas, muchas veces disimulados por la desorientación de la oposición. Carrió volvió a meter los dedos en el ventilador de la coalición denunciando que la espían y acusando a la segunda de la AFI. Es el enésimo pataleo de la mujer que afecta directamente al Presidente. Matizado con el justo reclamo sobre De Vido a quien las balas judiciales siguen sin afectarlo. Macri está entre la espada y la pared. Carrió encima es candidata y lejos está de poder darse el lujo de cortar amarras. La necesita, Carrió lo sabe y tensa la cuerda hasta donde quiere. En Capital encima amanecieron finalmente los rulos de Lousteau que le quiere dar pelea a Larreta, Carrió y compañía junto a un grupo de radicales con Ricardo Alfonsín a la cabeza. Ex extraño pero los radicales suelen empeñarse en una especie de autoboicot. Al cabo, Carrió luce más radical que Lousteau que fue ministro de Cristina Kirchner. Pero de contradicciones está lleno el hombre y por extensión, la política. Sí sigue vigente el famoso teorema de 'Baglini', aquel de la proporcionalidad de la responsabilidad entre la lejanía y la cercanía del poder. Los mismos que hablaban de internas y reivindican las diferencias ahora tienen que justificar que no las dan.A menos de un mes de definirse las candidaturas la política va tiñendo todo. Y la realidad sigue su propio camino, muchas veces alejada del mundo de la rosca, pero condicionada por esta. Si alguien inventara un detector de mentirosos seguro que se haría millonario en esta campaña. Aunque lo más probable que el aparato colapse antes de dar un resultado.
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