30 años de Democracia
Hace 30 años dejamos atrás la dictadura más trágica de nuestra historia nacional e iniciamos la reconstrucción de un país y de un sistema de gobierno que nos da la posibilidad de elegir a nuestros representantes y al proyecto de gobierno que mejor nos expresa. Juan José Bahillo*opinión En 30 años, aprendimos que la democracia es diálogo, es consenso, es convivencia armónica y respetuosa. No significa que seamos todos iguales, sino comprender y respetar que somos todos diferentes y pensamos distinto. Pero sobre todo, supone un repliegue de la violencia, porque implica reglas de convivencia claras puestas a defender y a cuidar la vida.Los hechos delictivos que enlutan este diciembre en distintas provincias de la Argentina, esta Argentina que ha logrado dar paso tan importantes hacia la conquista de nuevos derechos, de más igualdad, de más y mejor trabajo, de más justicia, de más democracia, no deben confundirnos ni empañar nuestra mirada sobre el presente y sobre el futuro, sino por el contrario, motivarnos a reflexionar sobre el país que queremos, sobre los problemas que aún no resolvimos, pero sobre todo, sobre el pasado al que no queremos volver.Esta democracia nos costó mucho y no debemos permitir que nadie nos arrebate la tranquilidad y la libertad. Hay grupos aislados dispuestos a generar caos, a cometer delitos. Se ocupará la justicia de proceder en cada caso, acorde a la ley, y el poder político correspondiente de generar los consensos que restablezcan la paz que todos los argentinos queremos.Las fuerzas de seguridad tienen el deber de recordar que en democracia, los ciudadanos les damos las armas para que nos cuiden, no para que nos amenacen ni para que nos extorsionen.Todos, en mayor o menor medida, tenemos problemas que resolver, reclamos que formular, pero la inmensa mayoría de argentinos y argentinas hemos aprendido a resolver nuestras diferencias de manera democrática, respetando la ley, las normas básicas de convivencia de una sociedad. Lamentamos este accionar violento porque nada lo justifica. Los argentinos no merecemos irnos a descansar con este trago amargo ni amanecer angustiado.Sigamos luchando juntos para mejorar lo que haya que mejorar en nuestra democracia, con templanza, con inteligencia, con alegría, con generosidad, con participación. Que ni el más feo de los escenarios empañe el futuro de crecimiento que queremos para nuestro país y para cada uno de sus hijos.Hay muchos espacios en los que cada uno puede participar, junto a los gobiernos o enfrente de ellos, aportando críticas que ayuden a mejorar y a construir. La política es una actividad noble, transformadora, y estoy convencido de que la participación y la buena práctica, honrada y bien intencionada, el compromiso solidario con nuestros vecinos, el preocuparnos por todos más allá de nosotros mismos, es la forma de que todos tengamos una oportunidad en este país: la oportunidad de nacer y crecer cuidados y bien alimentados, de ser recibidos por nuestros padres bajo un techo digno y protegidos, de que se cumplan todos y cada uno de los derechos de los niños.Unamos nuestros buenos deseos, nuestra esperanza y nuestros proyectos de futuro para hacer más democrática nuestra democracia y para que cada una de nuestras ciudades se fortalezcan con el buen hacer de buenos políticos, de buenos empresarios, de buenos policías, de buenos maestros, de buenos profesionales, de buenos trabajadores, de buenos estudiantes, de buenos vecinos y de mejores personas. No hay otro camino que hacer las cosas bien, respetando a los demás. * intendente de Gualeguaychú
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