A 60 años, ¿una nueva integración?

El pasado 11 de noviembre se cumplieron seis décadas del discurso que brindó el General Juan Domingo Perón en la entonces Escuela de Guerra, hoy Escuela de Defensa Nacional (EDENA) que fue refaccionada para la ocasión. Hernán ArujEn la ocasión el Ministro de Defensa de la Nación, Agustín Rossi, recordó que si las palabras de Perón siguen vigentes es porque los interrogantes y desafíos que se planteó en su momento no han sido contestados ni alcanzados. La necesidad de lograr la integración del Cono Sur americano sigue tan actual como entonces.Tomemos un ejemplo de lo expresado por el entonces Presidente de la Nación: "Resulta también indiscutible que la lucha fundamental en un mundo superpoblado es por una cosa siempre primordial para la humanidad: la comida. Ese es el peor y el más difícil problema a resolver. [.] El segundo problema que plantea la industrialización es la materia prima; valdría decir que en este mundo que lucha por la comida y por la materia prima, el problema fundamental del futuro es un problema de base y fundamento económicos, y la lucha de futuro será cada vez más económica, en razón de una mayor superpoblación y de una mayor superindustrialización".Los problemas siguen siendo los mismos: mientras las herramientas tecnológicas más avanzadas permiten rendimientos exponenciales de las cosechas que permitirían alimentar al doble de la población actual, 870 millones de personas padecen hambre aún hoy.Una realidad conexa viven quienes padecen de "salarios de hambre": sus ingresos apenas les impiden alcanzar las mínimas condiciones de vida. Desde las huelgas de trabajadores de McDonalds en Estados Unidos, el descubrimiento de los salarios ínfimos de los trabajadores textiles de Bangladesh luego del incendio de una fábrica, hasta las extensas jornadas y la escasa retribución de China.La discusión por el acceso a condiciones de vida dignas y la redistribución del ingreso que permita reducir las desigualdades sigue pendiente. La capacidad productiva agrícola de Sudamérica se ve erosionada por los subsidios agrícolas de los países desarrollados, y sus esfuerzos por industrializarse padecen la erosión de los grandes capitales trasnacionales que deslocalizan la producción hacia los países con menores salarios.La respuesta de Perón fue apostar por la integración: "La República Argentina sola, no tiene unida económica; Brasil solo, no tiene tampoco unida económica; Chile solo, tampoco tiene unid económica; pero estos tres países unidos conforman quizá en el momento actual la unidad económica más extraordinaria del mundo entero, sobre todo para el futuro, porque toda esa inmensa disponibilidad constituye su reserva".La posibilidad de pasar a la acción luego del análisis es más dificultosa. Vemos que tanto en Chile como en Brasil existieron en los últimos años protestas masivas por mejor calidad de ciertos servicios y acceso a reales posibilidades de progreso. Al mismo tiempo, en Argentina la asignación universal por hijo y en Brasil el programa bolsa familia han reducido las desigualdades de manera sustancial, a través de transferencias monetarias a través de requisitos de escolaridad y sanitarios.La nueva situación de Chile tras la elección presidencial en Chile, donde la Concertación incluye por primera vez al Partido Comunista, muestran un posible cambio ideológico. Michelle Bachelet, candidata a Presidente y favorita para la segunda vuelta, ha prometido trabajar por una educación gratuita y de calidad, una reforma tributaria que grave las ganancias de las grandes empresas y una nueva Constitución "que nazca en democracia, sin rastro de autoritarismo".En caso de confirmarse el triunfo de Bachelet, que ya fue presidente durante un período, se daría la situación inédita de tres presidentes mujeres en los países más extensos del Cono Sur. La pregunta que subyace es si los cambios económicos y políticos que se avizoran se trasladarán hacia la política internacional, donde Chile mantiene una fuerte defensa del libre comercio.En particular, es de fundamental importancia la posición del país trasandino respecto de la Alianza del Pacífico, un proceso de integración económica nacido en 2011 y del que forman parte Chile, Colombia, México y Perú (Costa Rica se encuentra en proceso de adhesión). Es señalado por diversos autores como la contracara del MERCOSUR.La posibilidad de un acercamiento de Chile a las políticas económicas y sociales que implementan Argentina y Brasil abre un espacio para que se amplíe la cooperación en otros ámbitos. Claro que también depende de la diplomacia argentina lograr la ductilidad de atraer a su vecino sin defendiendo su modelo productivo con inclusión social sin quedar presa del lobby industrial paulista.Como señaló el General Perón en ese discurso, "Lo único que hay que vencer son intereses; pero cuando los intereses de los países entran a actuar, los de los hombres deben ser vencidos por aquellos; ésa es nuestra mayor esperanza".Economista del Grupo de Estudio de Economía Nacional y Popular (GEENaP)
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