OPINIÓN
Alfredo De Ángeli: "Los gobernadores están buscando sólo debilitar al Gobierno nacional"
El 25 de noviembre del 2015, a solo 15 días de asumir Mauricio Macri al gobierno, la Corte Suprema de Justicia resolvió una demanda que habían presentado tres provincias 9 años atrás. En enero del 2006, aun cuando gobernaba Néstor Kirchner, las provincias de Santa Fe, Córdoba y San Luis acudieron a la justicia para reclamar la devolución de una parte de la coparticipación que no estaba llegando a los gobiernos provinciales y que era apropiado ilegalmente por el gobierno nacional.
Por Alfredo De Ángeli* Aún con la gravísima situación fiscal que tomaba el gobierno de Mauricio Macri (uno de los déficits más grandes de los últimos 50 años), no se dudó un solo segundo en acatar el fallo de la Corte Suprema y devolver inmediatamente el dinero que le correspondía a estas tres provincias. Pero incluso fuimos más allá de esto, porque creemos realmente en el federalismo. No solo se le devolvió el dinero a las tres provincias que habían acudido a la justicia, sino que se convocó al resto de los gobernadores provinciales al diálogo y se les ofreció a todos devolverles los recursos que genuinamente les correspondían. Se acordó ir devolviéndolo gradualmente, para no agravar aún más el déficit nacional que fue uno de los principales obstáculos que complicó nuestro gobierno y a la economía durante estos cuatro años. La fuerte crisis del año pasado se debió justamente a que se nos terminó el financiamiento internacional para cubrir el déficit. Si no hubiéramos devuelto el dinero a las provincias la corrección fiscal se podría haber hecho más rápido y hoy ya estaríamos con las cuentas equilibradas y más fuertes. Pero equilibrar las cuentas de la Nación no podía hacerse a expensas de desoír a la justicia, violar la división de poderes y seguir dañando el federalismo, pisoteado durante décadas. En este año, el conjunto de las provincias está recibiendo unos 270.000 millones de pesos más que los que recibió en los años del último gobierno de Cristina Kirchner, y Entre Ríos se beneficia de 8.500 millones de pesos más. Con ese dinero, las provincias pudieron ordenar sus cuentas que estaban en rojo en el año 2015, al punto tal de no poder hacer frente al pago de salarios de docentes, policías y trabajadores de la salud. Los presupuestos de Entre Ríos, particularmente, cerraron con déficit permanentes desde el año 2007. Aún en los mejores momentos de la economía internacional, cuando nos beneficiábamos de la soja a 600 dólares, de Brasil creciendo al 5%, de tasas internacionales mínimas y la voracidad recaudatoria del gobierno nacional no encontraba límites, las provincias no podían cerrar el año sin endeudarse. En el año 2015, el déficit de Ente Ríos fue del 5% de sus recursos, mientras que este año podrá concluir con un superávit del 0,3%. En este contexto es realmente incomprensible la actitud de los gobernadores en general y la del gobernador Bordet en particular. Las medidas que ha tomado el gobierno en las últimas semanas son una respuesta a la difícil situación económica que estamos atravesando, pero de la que estamos seguros de que saldremos en poco tiempo. El gobierno nacional no está apropiándose de recursos provinciales, sino que está bajando los impuestos que recaen sobre todos los ciudadanos argentinos, y que también implica pérdidas de recursos para el presupuesto nacional. Es difícil entender por qué Bordet estaría en contra de suavizar el impacto en los bolsillos de los entrerrianos, con una rebaja de impuestos. No es serio el argumento de que estas medidas desfinancian a la provincia. En primer lugar, como les decía, ha sido el gobierno de Mauricio Macri el que le devolvió los recursos que genuinamente le correspondían a la provincia. Y hoy Entre Ríos recibe más dinero del que recibía en el gobierno de los que hoy quieren presentarse como una alternativa de futuro, pero lo único que tienen para ofrecer es un pasado violento y aplastante de las autonomías provinciales. En segundo lugar, el presupuesto de la provincia de Entre Ríos aprobado el año pasado fue de 130.000 millones de pesos, y el costo de las medidas nacionales es de apenas 1.400 millones de pesos. Es decir, que estas medidas afectan solo al 1% del presupuesto provincial. No es serio ni responsable decir que por el 1% del presupuesto se puede desfinanciar una provincia. Estamos viviendo un momento clave en la historia nacional. El gobierno de Mauricio Macri está demostrando que está a la altura de los desafíos y que con los únicos con quienes está comprometido es con los 45 millones de argentinos. Lamento profundamente que los gobernadores estén buscando solo debilitar al gobierno nacional en lugar de acompañar medidas que beneficiarán a todos los argentinos. *Senador nacional por Entre Ríos
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