Allí donde se instala, Internet le resta a la TV
¿Alcanzará alguna vez la red la hegemonía que tuvo la televisión en el conjunto mediático en las tres décadas que siguieron a la Segunda Guerra Mundial?La pregunta ronda la reflexión mediológica desde que Internet empezó a difundirse socialmente en los '90. El sociólogo español Manuel Castells, a mediados de esa década, especuló sobre el futuro de la sociedad interactiva."La comunicación a través del ordenador no es un medio general de comunicación, y no lo será en el futuro previsible. Aunque su uso se expande a tasas extraordinarias, excluirá durante largo tiempo a la mayoría de la humanidad, a diferencia de la televisión y otros medios de comunicación de masas", escribió.La tesis de Castells por entonces era que la tasa de difusión de la comunicación interactiva a través del ordenador difícilmente pudiera igualar a la de la TV durante un largo período histórico.Aunque no creía que Internet se reduciría a un fenómeno exclusivo de elite, el español pensó que sería no obstante mucho menos penetrante que el resto de los medios de comunicación masiva."Es una revolución -decía- que se está desarrollando en oleadas concéntricas, iniciadas en los niveles más elevados de educación y riqueza, y probablemente incapaz de alcanzar a grandes segmentos de las masas incultas y los países pobres". La televisión, en cambio, una vez que apareció allá por la década del 50 no tardó en convertirse en el modelo de comunicación prevaleciente. En esencia se hizo masiva, instalándose como un actor más en la vida hogareña.Su advenimiento, como vio Marshall McLuhan, supuso una alteración radical de los sentidos humanos, y por esta vía la creación de un nuevo entorno humano.Marcó el reingreso de la cultura audiovisual que el orden alfabético había marginado al imponer el dominio del discurso escrito y del libro sobre el universo de los sonidos y las imágenes.¿La televisión teme ser desbancada hoy por Internet? ¿Está empezando a dejar de ser el epicentro cultural de la sociedad contemporánea? No hay indicios que revelen una sustitución semejante.La masa del público, en la Argentina y el resto del mundo, sigue adorando la pantalla de TV, devenida en el "circo" de la sociedad contemporánea, toda vez que encuentra en ella placer y diversión.Hasta donde se tiene noticia la televisión seguirá colonizando el ocio de buena parte de la humanidad, gracias a que su "supraideología" es el entretenimiento, como sostiene Neil Postman.Sin embargo, hay síntomas de que en paridad con Internet -cuando las dos tecnologías coexisten en el hogar- ésta última le empieza a sacar algo de ventaja, a juzgar por algunas mediciones.Un reciente informe en Estados Unidos revela que el consumidor promedio pasa 32,7 horas a la semana usando el Internet y solo 16,4 horas viendo televisión.Los datos del estudio enseñan, además, que los consumidores tienden a usar los medios de comunicación con el que crecieron. Entre más avanzado en edad hay más consumo de TV, mientras que los más jóvenes prefieren el uso de la red.Por otro lado, Internet se difunde hoy a una tasa que al propio Castells sorprendería. El número de usuarios en América Latina aumentó durante 2011 hasta los 122 millones.Brasil y México encabezan la lista de países con más usuarios en la región (40,5 millones el primero; 18,1 millones el segundo) Argentina, en tanto, figura tercera en el número de conexiones, con 12,8 millones de usuarios.La sociedad interactiva crece a pasos agigantados y da señales de consolidarse como el nuevo entorno simbólico de la humanidad.
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