Ancianidad y compromiso sanitario: pasado, presente y futuro
Los límites de la ancianidad: ¿Cuándo comienza esta etapa de la vida?Por Dr. Julio César Zarra Especial para El Día -primera parte-Para considerar "anciana" a una persona, siempre se ha tomado un determinado límite de edad. Y por el aumento de la expectativa de vida, más los parámetros de salud por los avances de la medicina, ese límite de edad para decir que una persona es anciana, ha ido cambiando con los años. En un pasado no tan lejano, una persona con 50 años de edad, podía considerarse ya un anciano, sin embargo, hoy la edad es una medida arbitraria, sin fundamento científico. Muchos todavía creen que al llegar a los 65 años ocurre algún trágico fenómeno bio-psico-social, marcado por el deterioro físico y la jubilación, que nos transforma de adultos a ancianos. Pero hoy, en el presente, la realidad es distinta, hay hombres y mujeres con más de 70 años que están activos y sanos, llevando una vida con entera plenitud. Lo que hoy definiríamos como con un "envejecimiento exitoso". Aunque no hay "genes del envejecimiento", hay autores que hablan de un cronograma genético de envejecimiento, como si ya estuviera predeterminado en cada uno de nosotros la forma y el tiempo de envejecer. Así la supuesta determinación genética puede influir en cómo se envejece. Pero esto también puede ser bien influido por los factores exógenos de nuestro estilo de vida.Ancianidad, estilo de vida y buena saludSi una persona sustenta su estilo de vida en: una adecuada nutrición, una actividad física apropiada, evita ciertos hábitos nocivos (como tabaco, alcohol en exceso, falta de sueño, etc.) y presenta una "buena actitud ante la vida", seguramente logra una mejor y mayor longevidad que la que le correspondería por su carga genética. Es decir, que de la salud de nuestros hábitos de vida, bastante dependería la forma y el tiempo de nuestro envejecimiento. Sumado a esto, los grandes avances de la medicina de los últimos años han permitido elevar la expectativa de vida hacia una edad que antes hubiera sido impensable. Así el promedio de vida que en la época greco-romana (nacimiento de la era cristiana) era de aproximadamente 20 años de edad, se elevó a 30 años hacia el año1.000 después de Cristo, a 45 años en el 1.900, a 55 años en la década del 30. Y hoy podemos determinar la expectativa de vida en 77 años para el hombre y 84 para la mujer.Explosión demográficaCon el advenimiento del actual siglo XXI, una revolución demográfica está ocurriendo en todo el mundo. Actualmente hay alrededor de 600 millones de personas de más de 65 años de edad. Y esta cifra se duplicará hacia el año 2025 y llegará a casi dos mil millones hacia el año 2050.El envejecimiento poblacional es y será una realidad a la que habrá que prestar mucha atención, no sólo por el incremento progresivo de su proporción, sino por el aumento de las condiciones de dependencia que van a padecer muchas de estas personas. Y por extensión, por la capacitación humana y técnica de los profesionales que tendrán que hacerse cargo de su cuidado.Impacto social de la ancianidad¿Por qué durante los siglos el envejecimiento era signo de sabiduría y hoy se margina, discrimina y hasta se abandona a los ancianos? ¿Qué ocurre con la calidad de vida de nuestra ancianidad en países como la Argentina?En nuestra cultura occidental han convivido, a veces ambivalentemente, los sentidos positivos y negativos hacia la ancianidad, pero lamentablemente hace tiempo que se ha perdido el equilibrio. Son justamente los aspectos negativos los que están teniendo más peso en las últimas décadas. Esta pérdida de importancia y relevancia social que surge desde la cultura occidental, ha propiciado en la actualidad las actitudes peyorativas que vienen a marginar y excluir, en todos los órdenes de la vida social, a la persona mayor. Este cruel y estrepitoso descenso en la estima social de las personas de edad, nos permite afirmar que los ancianos comienzan a ser un grupo vulnerable, débil y marginal que merece una especial protección. Y no el abandono y el desprecio de la sociedad actual.La Argentina del pasado, pionera en la defensa de los derechos sociales de las personas mayores.Podemos afirmar que hace más de cincuenta años atrás, no existía en el mundo ningún organismo oficial encargado de la atención de la problemática de la ancianidad o "Tercera Edad".
Fue la República Argentina, el país pionero, que se encargó de llevar al concierto de las Naciones la preocupación por este tema.
Así, en nuestro país, en 1948 se crearon los "Derechos de la Ancianidad", los que fueron proclamados por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 18 de noviembre de 1948, donde dice textualmente:
"Recomienda al consejo económico social de esa asamblea que sobre la base de esta declaración de derechos, realice los estudios relativos a la aplicación universal de los mismos con el propósito de proteger más ampliamente la defensa social y económica de los hombres que han llegado a la ancianidad".
Hoy sabemos, que a partir de esa presentación de la República Argentina en las Naciones Unidas, el resto de los países del mundo comenzaron a desarrollar esta temática.
Posteriormente estos derechos fueron incluidos en la Constitución de la República Argentina, del año 1949, en su artículo 37 III. "De la Ancianidad", que puso en vigencia el Gobierno Constitucional de ese momento, y que fuera derogada por el Gobierno de facto luego del golpe militar de 1955".Los derechos de la ancianidad, de la Argentina de 1949 al mundo:Estos derechos eran:
1. Derecho a la Asistencia.
2. Derecho a la Vivienda.
3. Derecho a la Alimentación.
4. Derecho al Vestido.
5. Derecho al Cuidado de la Salud Física.
6. Derecho al Cuidado de la Salud Moral.
7. Derecho al Esparcimiento.
8. Derecho al Trabajo.
9. Derecho a la Tranquilidad.
10. Derecho al Respeto.Cada argentino podrá interpretar, de acuerdo a su ideología y a su observación de la realidad nacional, por qué desde hace algunos años y hasta la actualidad, las políticas sanitarias de nuestro país dejan bastante desprotegida a la etapa de la vida que justamente más protección necesita. Desde los miserables e indignos montos de los haberes jubilatorios, hasta la asistencia sanitaria prestada por los organismos de salud y obras sociales. * www.juliozarra.comParte de su curriculum: - Médico Especialista en Psiquiatría, Especialista en Psicología Clínica, Especialista Jerarquizado en Psiquiatría y Psicología Médica.- Fundador y Presidente de la Asociación de Lucha en la Enfermedad de Alzheimer (A.L.E.A.) www.alea-alzheimer.org- Integrante del Comité Nacional de PRONADIAL (Programa Nacional de Datos e Investigación en Enfermedad de Alzheimer, del Instituto de Salud Pública y Medicina Preventiva, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.)- Co-fundador e integrante de la Comisión Directiva de la Asociación Argentina de Psicopatología y Neurociencias (AAPN).- Fundador y ex Presidente de la Asociación Argentina de Investigación en Neurociencia.- Fundador y Director del centro de Estudios para la Memoria (CEM).
Fue la República Argentina, el país pionero, que se encargó de llevar al concierto de las Naciones la preocupación por este tema.
Así, en nuestro país, en 1948 se crearon los "Derechos de la Ancianidad", los que fueron proclamados por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 18 de noviembre de 1948, donde dice textualmente:
"Recomienda al consejo económico social de esa asamblea que sobre la base de esta declaración de derechos, realice los estudios relativos a la aplicación universal de los mismos con el propósito de proteger más ampliamente la defensa social y económica de los hombres que han llegado a la ancianidad".
Hoy sabemos, que a partir de esa presentación de la República Argentina en las Naciones Unidas, el resto de los países del mundo comenzaron a desarrollar esta temática.
Posteriormente estos derechos fueron incluidos en la Constitución de la República Argentina, del año 1949, en su artículo 37 III. "De la Ancianidad", que puso en vigencia el Gobierno Constitucional de ese momento, y que fuera derogada por el Gobierno de facto luego del golpe militar de 1955".Los derechos de la ancianidad, de la Argentina de 1949 al mundo:Estos derechos eran:
1. Derecho a la Asistencia.
2. Derecho a la Vivienda.
3. Derecho a la Alimentación.
4. Derecho al Vestido.
5. Derecho al Cuidado de la Salud Física.
6. Derecho al Cuidado de la Salud Moral.
7. Derecho al Esparcimiento.
8. Derecho al Trabajo.
9. Derecho a la Tranquilidad.
10. Derecho al Respeto.Cada argentino podrá interpretar, de acuerdo a su ideología y a su observación de la realidad nacional, por qué desde hace algunos años y hasta la actualidad, las políticas sanitarias de nuestro país dejan bastante desprotegida a la etapa de la vida que justamente más protección necesita. Desde los miserables e indignos montos de los haberes jubilatorios, hasta la asistencia sanitaria prestada por los organismos de salud y obras sociales. * www.juliozarra.comParte de su curriculum: - Médico Especialista en Psiquiatría, Especialista en Psicología Clínica, Especialista Jerarquizado en Psiquiatría y Psicología Médica.- Fundador y Presidente de la Asociación de Lucha en la Enfermedad de Alzheimer (A.L.E.A.) www.alea-alzheimer.org- Integrante del Comité Nacional de PRONADIAL (Programa Nacional de Datos e Investigación en Enfermedad de Alzheimer, del Instituto de Salud Pública y Medicina Preventiva, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.)- Co-fundador e integrante de la Comisión Directiva de la Asociación Argentina de Psicopatología y Neurociencias (AAPN).- Fundador y ex Presidente de la Asociación Argentina de Investigación en Neurociencia.- Fundador y Director del centro de Estudios para la Memoria (CEM).
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