Angola: un ejemplo de la distancia entre el potencial y la realidad
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En el país con mayor dotación de tierra cultivable y agua dulce per cápita del planeta, el 20% de los chicos muere antes de cumplir 5 años; se estima que alrededor de 500.000 niños sufren desnutrición severa por culpa del colapso en la matriz de generación alimentaria.Florencia CarboneMenongue, Angola.- Nunca antes había sentido la enorme distancia que puede haber entre las potencialidades y las posibilidades. Y no fue fruto de alguna discusión filosófica o semántica, fue una cachetada de realidad en su estado más puro y duro.¿Cómo puede ser que el país con mayor dotación de tierra cultivable y agua dulce per cápita del planeta importe 85% de sus alimentos, tenga una tasa de mortalidad infantil de 79,99 muertes cada mil nacimientos (en la Argentina esa cifra es de 9,96 cada mil), una expectativa de vida al nacer de 55 años (aquí es de 77,5) y al 40,5% de su población bajo el nivel de la pobreza (según datos de 2010 -los últimos publicados-, en nuestro país es 30%)?Lo que ahora conocemos como Angola, país ubicado en el sur del continente africano y perteneciente a la denominada Africa subsahariana, ya estaba habitada en el 7.000 antes de Cristo por cazadores y comunidades asentadas de pescadores.Pero la historia cambió de modo abrupto en el siglo XIV, con la llegada de los conquistadores portugueses. Los reinos de la región se opusieron con fuerza a la ocupación extranjera y el costo fue enorme en todos los sentidos: las guerras y la esclavitud redujeron a la población de 18 millones en 1.450 a 8 millones en 1.850.Pese a todo, los angoleños siguieron resistiendo, con una economía basada en la explotación de recursos minerales y agrícolas, diamantes y café, cuya ganancia terminaba en manos portuguesas.En 1.956, los independentistas angoleños fundaron el Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) cuyo principal objetivo era que el gobierno de Portugal reconociera el derecho del pueblo angoleño a su autodeterminación e independencia.En medio de una sucesión de luchas internas surgieron otros movimientos independentistas como el Frente de Liberación de Angola, el Frente de Liberación de Cabinda y la Unión para la Independencia Total de Angola.Nada cambió demasiado hasta que en 1.974, un levantamiento de las Fuerzas Armadas derrocó en Portugal al régimen dictatorial de Oliveira Salazar y Marcelo Caetano. Entonces, Portugal reconoció el derecho de los pueblos de las colonias africanas a su autodeterminación e independencia. Sin embargo, las profundas diferencias políticas e ideológicas entre los partidos en Angola (unos recibían el apoyo de Estados Unidos y Zaire; otros de Sudáfrica y de colonos portugueses, y el MPLA, de los "países socialistas": Cuba y Rusia, primordialmente), no sólo evitó que se pusiera en práctica lo acordado, sino que desató una cruenta guerra civil que, con miles de muertos y diferentes capítulos, se prolongó hasta 2.002. Sí, ayer nomás, mientras muchos de este lado del mundo asociamos la fecha con la última gran crisis económica y social de la Argentina, o con el intrascendente mundial de fútbol de Corea-Japón.Tres décadas de guerra sumergieron a Angola en una profunda crisis humanitaria -fue el conflicto más largo de Africa y tuvo como condimento especial el tironeo de los protagonistas de la Guerra Fría-. Recién en febrero de 2.007, el presidente José Dos Santos anunció que se harían elecciones parlamentarias en 2.008 y presidenciales en 2.009.Dos Santos, actualmente Presidente de Angola, ocupa el cargo desde 1.979. Es al mismo tiempo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y presidente del MPLA (Movimiento Popular para la Liberación de Angola-Partido Laborista), el partido que está en el poder desde 1975.Históricamente atractivo para todos por su ubicación geográfica (sus costas eran el lugar ideal para hacer base en la ruta de circunvalación de Africa hacia la India y sus especias), sus recursos naturales: petróleo (es el primer productor y exportador de Africa subsahariana y ello sustenta el 80% del presupuesto anual del gobierno), diamantes (es el tercer país en producción, pero mucho se ha hablado de los "diamantes de sangre" debido a que en su explotación se han mezclado las malas condiciones en la que operan los trabajadores, la corrupción y el contrabando. Según se publica, la falta de inversionistas ha hecho que sólo se haya explorado un 40% de las minas que tiene el país, por lo que el potencial para el sector es enorme); mineral de hierro, fosfatos, feldespato, bauxita, uranio, oro, cemento y varios etc.Un cuestionamiento central y eje de la preocupación de muchos es que la explotación de estos recursos se lleva adelante sin atender el impacto humano y ambiental que causa la extracción indiscriminada, que afecta las fuentes de agua, flora y fauna de la región.En este país aterrizamos el miércoles 12 de agosto una veintena de argentinos.Después de casi dos días de viaje (no hay vuelo directo a Angola desde la Argentina por lo que la ruta fue Buenos Aires - San Pablo, Brasil - Johannesburgo, Sudáfrica - Luanda, Angola - Menongue, Angola), llegamos a la provincia más austral del país y también la más pobre, Cuando Cubango. Allí se haría durante tres días la primera Expo Menongue, una feria organizada por una empresa argentina -Agroland- y una angoleña -4 Finance-.Esta suerte de Expoagro africana empezó a gestarse en enero, durante la visita que hizo un grupo de empresarios angoleños a la localidad bonaerese de 9 de Julio. Yomel, una empresa que fabrica segadoras, desmalezadoras, rastrillos. rotoenfardadoras, fertilizadoras y niveladoras entre otros equipos, organizó una muestra dinámica.Desde entonces, Agroland sumó a otras empresas del sector (Apache, Pauni, Vassalli, Cestari, Pulqui, Peón, Cassina, Montenegro y Giorgi) que se agruparon con un "espíritu cooperativista" para armar la feria. Silvio Brissio, responsable de Agroland, explicó que acordaron, por ejemplo, que cada firma viajará con algún producto que no compita con el resto. "Esto no es un proyecto comercial, es una apuesta a largo plazo en la que el principal esfuerzo no es para vender una cosechadora sino para establecer lazos de confianza que permitan mantener una relación en el tiempo, y en la que todo lo relacionado con la capacitación ocupa un lugar central", contó. Para evitar los malentendidos del pasado (aún están muy frescos los resultados de las dos misiones oficiales argentinas, la primera encabezada por el entonces secretario de Comercio Guillermo Moreno, y la segunda por la presidente Cristina Fernández), el grupo dispuso que sólo exhibirían en la muestra máquinas que se hubieran vendido antes (hasta hoy concretaron exportaciones por alrededor de tres millones de dólares).Pero más allá de la feria tradicional, que tuvo su espacio de exhibición estática y su muestra dinámica, hubo condimentos especiales.El primero, el riquísimo aporte que hizo un grupo de expertos entre los que había productores, profesores universitarios e integrantes del INTA durante las charlas que brindaron a estudiantes de escuelas agrotécnicas y productores angoleños.Con generosidad y profunda vocación pedagógica, Gustavo Vidal, Ezequiel Moreno, Martín Tressens, Eduardo Ortiz, Ricardo Melgar, Juan Pablo Giubergia, Facundo Tous, Andrés Medina, Juan José Gutiérrez, Fernando Vilella, Carlos Cipolatti y Hernán Ferrari, hablaron -e ilustraron con imágenes- desde cómo y por qué dividir un terreno, el uso de una manga o el aporte del alambrado, hasta los beneficios de la siembra directa, la importancia de conocer el suelo en el que se está trabajando, el manejo y cuidado del ganado, cómo poner en marcha un emprendimiento apícola y cuándo y por qué regar o fumigar.A unos pocos metros de donde se hizo la feria, un poblado llamado Missombo, se levanta reluciente el flamante edificio de la escuela agrotécnica -inaugurado en febrero-, que en su interior tiene "otro tesoro" que podrá ayudar al desarrollo de esta zona tan postergada: un laboratorio de suelos montado con equipamiento argentino y en el que pronto un técnico de la UBA capacitará a los alumnos y productores interesados.También a pocos metros pero en la dirección contraria está "la aldea", un conjunto de construcciones muy precarias, de barro y paja, que se desparrama a la vera del río Cuito, donde hombres y mujeres y tienen asignadas diferentes zonas para bañarse y lavar los utensilios y su ropa, que luego secarán en el techo de sus ranchitos.Recorrer el lugar es un sacudón para el alma. Cientos de chicos riendo, saltando, jugando con una pata rota de una silla de plástico y un aro o con una pelota de trapo; cargando orgullosos su "mochila", fabricada con una caja y unos piolines; algunos desnudos, casi todos con la típica "barriga gorda del desnutrido", todos sonriendo... Muchos fascinados con la idea de verse por primera vez en la pantalla de una cámara fotográfica haciendo piruetas, caras y organizando a sus amigos para posar.Madres adolescentes que fieles a la costumbre se pasean -y hasta se bañan- con su hijo atado con un trapo sobre su espalda; embarazadas por doquier. Gente a la que la vida le pasó por encima.Catarata de sentimientos disímiles. ¿Por qué? es la frase que más veces se repite.Dolor y angustia por sentir que no sólo nacieron en esta situación sino que están condenados a morir en ella.Ver sus caras de admiración y sorpresa cuando la imponente cosechadora se desplaza por el sembrado de maíz -base de su pobre alimentación- emociona. Y entonces vienen otras preguntas y dudas: ¿Y si efectivamente a alguien le importara de verdad ayudarlos a revertir esta situación y les facilitaran los instrumentos con los que podrían transformar en realidad el potencial de su tierra? Ah, claro, entonces viene el trabajo más difícil: sólo los niños bien alimentados desarrollarán su capacidad de entendimiento.Como señala Lucía Farrando en un trabajo publicado por el Centro Latinoamericano de Derechos Humanos ("El derecho a la nutrición y a la educación en los primeros años: presupuestos para la igualdad de oportunidades"), la condición de que un niño esté adecuadamente nutrido desde la primera infancia es esencial para un óptimo desarrollo, ya que en esta etapa el mayor impacto lo sufre el cerebro."El cerebro es el órgano que más rápidamente crece: pesa 35 gramos al nacer; a los 14 meses 900 gr. y en el adulto su peso es de 1,200 kg. La formación del sistema nervioso central está determinada en los primeros 14/18 meses de vida. Si durante ese lapso el niño no recibe la alimentación y estimulación necesarias, se detendrá el crecimiento y no se desarrollará normalmente, afectando su coeficiente intelectual y capacidad de aprendizaje; corriendo el riesgo de convertirse en un débil mental. Además, una nutrición mejor permite reforzar el sistema inmunitario, contraer menos enfermedades y gozar de una salud fortalecida. Los niños sanos aprenden mejor. La gente sana es más fuerte, más productiva y está en mejores condiciones de romper el ciclo de pobreza y desarrollar al máximo su potencial", señala.Ni qué hablar de lo que ha dicho Abel Albino, médico pediatra, organizador de CONIN (Cooperadora para la Nutrición Infantil) y un verdadero maestro que enfatiza que "el combate contra la desnutrición debería ser política de Estado" y recuerda en cada oportunidad que "la principal riqueza de un país es su capital humano y si ese capital humano está dañado el país no tiene futuro".Albino estudió medicina en la Universidad de Tucumán y siempre cita el lema de la casa de estudios: Pedes in Terra Ad Sidera Visus (Con los pies en la tierra y mirando las estrellas). Su ejemplo muestra que no se trata de utopías ni de pensamientos ingenuos, alcanza con poner manos a la obra.En Angola, según datos de organismos internacionales, casi dos tercios de los hogares rurales viven con menos de 1,75 dólares diarios, y el 20% de los chicos muere antes de cumplir los cinco años. Las cifras dicen que alrededor de 500.000 niños y niñas sufren desnutrición severa por culpa del colapso en la matriz de generación alimentaria.De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Nutrición, que se hizo en 2007, casi el 30% de los niños de esa edad padece alguna atrofia, cerca del 16% tiene bajo peso y más de 8% sufre emaciación (adelgazamiento patológico).Ya de vuelta en casa, alguien compartió una frase que encaja perfecto con todo esto: "La esperanza es desear que algo pase, la fe es creer que pasará, y la valentía es hacer que pase".Ojalá quienes tienen el poder para hacer que las cosas pasen tengan también la valentía necesaria.
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