Ante la debacle global sube el valor del oro
Los bancos centrales de algunos países aumentan sus reservas, los ahorristas temerosos lo buscan como refugio. El oro, llamado el "metal de la crisis", no para de aumentar su cotización.En un año ya subió un 16%. El miércoles el precio de la onza (28,34 gramos) en Nueva York había marcado un nuevo récord al cerrar a 1.660 dólares. Y los especialistas coinciden en que el valor del metal aún está lejos de su techo.Hay un creciente interés mundial por él, a partir de las sombrías perspectivas que envuelven a la Europa del euro y a los Estados Unidos del presidente Obama.El sobreendeudamiento de los Estados, y las dudas de que puedan cumplir con sus obligaciones, ha aumentado la prima de riesgo a valores estrafalarios, potenciando así una crisis que tiene en vilo a todo el mundo.Cuando la economía mundial está en problemas, se convierte en refugio seguro. El banco central de Corea del Sur, por ejemplo, salió a comprar metal por primera vez en 13 años.Según se supo, los bancos centrales asiáticos se están deshaciendo de sus reservas en dólares, y han empezado a operar activamente en el mercado de los metales.Aquí en Argentina, en los últimos días, la demanda de oro se duplicó y hasta triplicó en algunas entidades que lo comercializan. "Los argentinos se están volcando cada vez más a este activo porque ven que el dólar no está subiendo tanto, pero el oro no para de avanzar", ha reconocido Carlos Leiza, gerente de productos cambiarios del Banco Ciudad.En el país, el oro físico sólo puede adquirirse en casas de cambio especializadas. Se venden monedas y lingotes. Algunas casas funden el oro que compran del público, mientras que el resto lo importa, en su mayoría de Suiza.La cotización se establece en sintonía con los precios mayoristas de Nueva York y Londres. El miércoles, por ejemplo, la onza de oro importado en el país cotizaba a 1.800 dólares al público.La diferencia entre el precio de venta y el que pagan las entidades por la compra es de entre 8% y 25%. Esta brecha podría achicarse si la demanda sigue subiendo."Hoy casi nadie se desprende del oro. Y si la demanda sigue subiendo vamos a tener que bajar los precios de compra porque es la única alternativa que tenemos para hacernos de stock", aclaró Leiza, en diálogo con Clarín.El oro ha sido apreciado por casi todas las culturas del planeta desde hace miles de años. Se diría que la historia del dorado metal es también la de la economía de la humanidad. De hecho en el pasado fue usado como referencia mundial de los sistemas monetarios.Como activo financiero no hay otro. Es que su valor no depende de ningún gobierno o autoridad monetaria, sino que finca en el consenso del público, que acude a él ante la desconfianza.Es el refugio de valor de última instancia. Y por tanto su poder de compra siempre ha sido firme. Aunque se habla de que su cotización sube o baja, en realidad son las divisas las que pierden o ganan poder adquisitivo.Los sistema fiduciarios, emitidos por los gobiernos, están sometidos a los vaivenes de la aventura humana. Lucen fortalecidos cuando los sistemas productivos, la creación de empleo, y el mercado en general, gozan de bonanza.En estos períodos de florecimiento, los dueños de la riqueza y del dinero, invierten en los negocios atractivos. Últimamente, por caso, los llamados commodities han sido la estrella de la economía mundial, algo de lo cual puede dar cuenta Argentina.Pero cuando el sistema económico global entra en alguna crisis -sea inflación, recesión o quiebra- todos recurren al oro, para asegurar su patrimonio en algo valioso.
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