Ante un nuevo ciclo económico
A poco de asumir el gobierno de Mauricio Macri produjo medidas audaces, como la baja de las retenciones y la salida del cepo, que marcan un giro de 180 grados en la economía del país.El levantamiento del control cambiario para dejar que el dólar flotara libremente era visto como una jugada riesgosa, porque se temía una disparada incontrolable del valor de la divisa norteamericana.Pero tras la liberación cambiaria operada el jueves pasado, y tras dos días de operaciones bajo esta modalidad, el dólar no sufrió mayores altibajos para cerrar a $13,60 por dólar.El diagnóstico del flamante equipo económico es que el llamado "cepo", que el gobierno de Cristina Kirchner había decretado en noviembre de 2011, tuvo un impacto desastroso para la economía.Según la lectura del ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, este mecanismo desalentaba el ingreso de capitales y al consagrar una suerte de atraso cambiario ($9,80 por dólar) devastaba las economías regionales, exportadoras de materias primas."El cepo mató la gallina de los huevos de oro", dijo el ministro al anunciar el fin de este sistema. Ahora "el que quiera importar o exportar o comprar dólares lo va a poder hacer, nadie lo va a perseguir", agregó.Pocas horas antes de producirse la liberación del mercado cambiario, el Banco Central (BCRA) aumentó las tasas para depósitos en pesos hasta el 38% anual, en un intento por desalentar la demanda de la divisa norteamericana.Por otro lado, al comenzar la semana el gobierno anunció una nueva política arancelaria para las exportaciones de granos. Se trata de una quita a las retenciones, o aranceles de exportación, para maíz, trigo y soja, entre otros productos agrícolas.Como sea, en una semana no se puede evaluar el impacto que efectivamente tendrán de estas medidas en la actividad, el empleo y el salario. Por lo pronto, haber dejado flotar el dólar, haciendo que su precio lo fije el mercado, ha supuesto una devaluación del peso del 40% (respecto del tipo oficial de $9,80).Toda devaluación produce un consiguiente acomodamiento de precios. La inflación, por tanto, es el principal desafío que surge de la eliminación del cepo.Y aquí las visiones no coinciden. Del lado oficial no temen una disparada de la inflación, porque consideran que muchos precios ya estaban fijados al valor del dólar blue ($15 por dólar).El ex ministro de Economía kirchnerista, Axel Kicillof, sin embargo, dijo que la devaluación irá a precios, destruyendo el poder adquisitivo del salario, al tiempo que diagnosticó que la combinación de tasas altas y una caída del salario real producirán una recesión.El nuevo ciclo económico que llega con un ajuste del tipo de cambio, seguramente afectará en forma diferenciada a distintos sectores de la Argentina.El impacto, según los analistas, dependerá tanto de la magnitud de la devaluación (todavía no está dicha la última palabra sobre el precio del dólar), como otras medidas que el gobierno deberá tomar en materia fiscal y monetaria.El nuevo mercado de cambio unificado y la nueva política comercial (que incluye rebaja de las retenciones), por lo pronto, en principio beneficiaría al agro y a las economías regionales, que son sectores productivos orientados a la exportación.Quien se verá beneficiado además es el turismo receptivo, que gana en competitividad. Se cree que también habrá una reactivación del sector de la construcción y del mercado inmobiliario.Estos últimos se verían financiados por los ahorros dolarizados que muchos argentinos tienen "bajo el colchón", que por efecto de un dólar más caro se volcarían a los ladrillos.
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