FRACASO ECONÓMICO Y ELECCIONES
Argentina, un país que crece: cada vez tenemos más pobres

Las palabras se terminan con los hechos. No hay vuelta por más que uno le quiera dar. Ese índice del 39,2% y 18 millones de pobres no tiene retorno. Ni en hechos ni en palabras. Tampoco hay forma de justificarlo. El sayo doloroso es para todos y explica el enojo y descreimiento de la sociedad. Todo lo que intentaron fracasó. El costo es alto. La pobreza.
Por Jorge Barroetaveña
Alrededor está el debate político en un año electoral. Todo teñido por las intenciones de unos y otros. Terminando con la intriga y tratando de terminar con la pelea interna, Macri anunció que no será candidato presidencial. Ni a nada. Su gesto tiene doble lectura. Sabe que los números no le dan, que su índice de desaprobación es alto y que lanzarse le generaría aún más tensión a la coalición opositora. Pero, y aquí está su ganancia, se preserva como gran elector. ´No tardó nada y metió mano en CABA y será su primo el único candidato del PRO. En poco llegará el turno de la Provincia de Buenos Aires y luego seguirá en el interior. Es que, y lo percibe bien, desde la victoria del 2021, Cambiemos quedó en medio de una ciénaga de egos. Suele pasar cuando la cercanía del poder se huele, casi que se palpa. Todos quieren ser. Pero en política, más que en ninguna otra actividad, no hay que sentarse a la mesa si el plato no está servido. En estos dos años, los presidenciables del PRO se sacaron los ojos. Sin contar con el ‘apoyo’ radical que va para más, aunque ha perdido fuerza en las últimas semanas.
Y apareció Milei que le saca votos a todos, contra la creencia generalizada. El de Milei no es un fenómeno nuevo. Ya ocurrió en otros países de Latinoamérica y en el mundo. Resta saber la profundidad que tendrá en la Argentina y hasta dónde el desencanto le será caldo de cultivo favorable para sus propuestas border. La locura es tal que se ha convertido en la última esperanza que le queda al kichnerismo para ganar. Por eso el Presidente lo ensalza en su viaje por Estados Unidos. Hasta el “Chino” Navarro admitió que sólo se encomiendan a él y los votos que le pueda arrancar a Cambiemos. Triste destino pero en política, para conservar el poder, no hay estrategia que no sea válida. Tiene sus riesgos claro, porque el crecimiento de Milei, si no se detiene, podría condenar al peronismo al tercer lugar y dejarlo afuera de la segunda vuelta. Sería lo más parecido al principio del fin para el oficialismo. Aunque perdido por perdido.
En el kirchnerismo lucen resignados a dos cosas: que Cristina no será candidata y habrá que dirimir en una PASO las candidaturas. ¿Quiénes participarán? Todo indica que el propio Alberto Fernández, un candidato que señale la Vicepresidenta y el sector peronista no kirchnerista en el que se enrolan Schiaretti, Perotti y Bordet, tres mosqueteros de reciente aparición pública. ¿Massa? Ahí está, luchando contra el índice de inflación y la disparada del dólar. El Ministro de Economía, que no pasa por su mejor momento, trata de evitar como sea una devaluación brusca y busca dólares por todos lados. A esta altura imaginaba otro escenario, con su candidatura consolidada por aclamación. Lejos está y el tiempo pasa cruel e inexorable.
Desde el norte el Presidente se vuelve con lo que buscó desde el principio: la entrevista con el jefe de la Casa Blanca. El encuentro fue pura formalidad y sólo sirvió para darle el impulso final a la venia del FMI para el corrimiento de las metas fiscales y los desembolsos pendientes. No más que eso. Estados Unidos tampoco quiere más problemas en América Latina que le pueda facilitar el desembarco a los chinos. Es una cuestión estratégica.
Alberto le podrá mostrar a sus nietos algún día que estuvo en la Casa Blanca con el hombre más poderoso de la tierra. Más allá de eso, nada. El gesto de rebeldía que le queda es ante Cristina, negándose a bajar su candidatura. Será la factura que le pasa por tantos maltratos y ninguneos. Berni largó esta semana otra catarata de insultos y diatribas. Sin que pase nada. Kicillof ni siquiera le pide que se calle. El sello al cabo de los tres años y medio de gestión.
Un debate eterno, casi como el huevo y la gallina. ¿La gestión fracasó por las diferencias entre los socios del Frente de Todos o la inacción y los yerros presidenciales terminaron por acabar con la sociedad y hacer fracasar la gestión? Será un poco de todo aunque lo único que cuentan son los resultados. Los números del INDEC no ofrecen debate desgraciadamente. Cuando el peronismo termine este mandato habrá dejado más pobres que los que Macri les dejó. La deuda, las corporaciones, Magnetto y Clarín, el FMI, los bancos, el círculo rojo. La derecha fascista que conspiró de nuevo. Excusas para otro fracaso.