Arrancó el tobogán en Salta y trajo buenas noticias para el oficialismo. Urtubey se impuso con holgura y le dio foto para todos los gustos a los candidatos del Frente para la Victoria.Jorge BarroetaveñaLa oposición, dividida, pagó las consecuencias y azuzó nuevos rumores sobre lo que podría pasar a nivel nacional. ¿Massa y Macri juntos? Impensado por ahora.El categórico triunfo salteño renovó el aire en el kirchnerismo. Sabedores que se vienen días complicados en distritos reacios, todos los candidatos del Frente para la Victoria aprovecharon el escenario, volaron hasta Salta y festejaron con el gobernador el resultado de las PASO. En la oposición en tanto, el cruce facturas fue inevitable, aunque sólo Sergio Massa quedó dulce con la victoria de su candidato en Salta Capital donde derrotó sorpresivamente a un macrista.Scioli, Urribarri, Randazzo, posaron para la foto y se encargaron de divulgar la idea que el kirchnerismo no está muerto ni mucho menos y podría haber grandes sorpresas en los comicios que vienen. El apoyo sirvió para intentar reinstalar la idea de triunfo en primera vuelta en octubre, con Scioli a la cabeza, aprovechando las divisiones de la oposición.Pero el bonaerense no las tiene todas consigo. Si bien sigue indemne a los ataques y ya negocia abiertamente con La Cámpora su integración en las listas, los ataques verbales de Randazzo prometen dejar huella. El todavía Ministro aprovechó un reportaje para descargar munición gruesa contra su rival, apelando a todos los argumentos de los enemigos de Scioli. Lo 'acusó' de conservador, le pidió que presente su declaración jurada y le criticó la utilización que hace de su mujer en la campaña. Desoyendo los pedidos de algunos 'ultra' que empiezan a mirar a Scioli como su tabla de salvación. Randazzo repartió para que guarde y tenga. "Fue un deportista que fue famoso en los '90 y hoy lo quieren hacer el [expresidente de Estados Unidos] Bill Clinton", arrancó."(Scioli) es un tipo para acompañar, no para liderar un proyecto", evaluó, sosteniendo que su rival "tiene una visión conservadora de la realidad: no quiere transformar nada"."Yo pago Ganancias e ingresos brutos, hay que pedirle la declaración jurada a Scioli que nunca la presentó. Yo no uso ni a mi mujer ni a mis hijos para hacer política como hacen otros candidatos", remató.Si a Moria Casán se le quieren colgar de las tetas, a Scioli de las encuestas que lo siguen ubicando bien posicionado y en varias por encima de Macri y Massa. La ilusión kirchnerista, que va y viene según los estados de ánimo y ahora quedará inmersa en el variopinto calendario electoral, es ganar en primera vuelta, apostando a sacarle más de 10 puntos de ventaja al segundo. Para ello el oficialismo debería obtener más del 40%, algo que todavía luce impensado.Sucede sin embargo que esta estrategia tiene un escollo generado por el propio kirchnerismo. Cuando le pegan a Macri para subirlo, y lo ningunean a Massa conspiran indirectamente contra ese escenario, porque instalan la sensación de polarización.Pero en política como en todos los órdenes de la vida las tácticas electorales generan consecuencias no deseadas y eso el kirchnerismo lo sabe. Hoy en Santa y Mendoza la oposición tiene la necesidad clara de quedarse con una victoria. En Mendoza el escenario favorece a la UCR, aunque no se sabe bien a cual. Cornejo, el candidato que tiene mayores chances, recibió el apoyo de Macri y Massa a última hora y lleva como vice a Laura Montero, mano derecha de Julio Cobos. Si gana en las PASO es probable que todos viajen para la consabida foto, aunque Macri podría optar por ir a Santa Fe si Miguel Del Sel termina siendo el candidato más votado.El radicalismo vive todavía un escenario de confusión después de la convención de Gualeguaychú. Astuta, la Presidenta, metió baza en las intrigas y participó de un acto con un sector radical minoritario como el de Leopoldo Moreau que desde hace años mantiene posturas idénticas al kirchnerismo. Para el gobierno fue una mojada de oreja genial, para el radicalismo una patada en el hígado. Pero nadie tampoco puede arrojar la primera piedra: Sanz arrastra sobre su conciencia el acuerdo con PRO y Cobos su pasado kirchnerista. ¿Quién puede decir algo? Pura ganancia para el oficialismo.A Macri no le llegaron buenas noticias de Salta donde esperaba al menos cantar una victoria en la Capital. Necesita ahora más que nunca de un 'súper abril' que lo deje bien parado y con el envión suficiente para el último tramo de la campaña. La frutilla debería ser la Ciudad de Buenos Aires aunque es difuso hasta dónde lo impactaría una derrota de su candidato Horacio Rodríguez Larreta en la interna de PRO con Gabriela Michetti. Al menos en el debate televisivo conservaron las formas y cuidaron los modos. No se tiraron platos por la cabeza, aunque nada está dicho. Falta el tramo final de la campaña y los resultados que es lo más importante. Los encuestadores están divididos entre los que afirman que el acuerdo con la UCR no lo benefició y los que directamente sostienen que lo perjudicó. Entre tantas dudas hubo una buena noticia para PRO: el acuerdo con los radicales de Córdoba está prácticamente cerrado y Oscar Ahuad será el candidato a gobernador con Baldassi de vice.El que parece haber roto cierta monotonía en su campaña es Sergio Massa. Aferrado más que nunca a los números de la Provincia de Buenos Aires, renovó la ilusión con el triunfo de su candidato en Salta Capital y el compromiso ratificado de un sector importante de los radicales. Olfateando que puede darle rédito profundizó su perfil opositor con algunas declaraciones, dándose cuenta quizás que de allí abrevará la mayor cantidad de votos. Es que Massa arrastra, merced a la consolidación de Macri, un gran dilema. El que quiera votar al oficialismo ya sabe a quién, el que quiera votar oposición también y el que quiera votarlo a Massa, ¿qué vota? El propio candidato parece haber comenzado a encontrarle respuesta a ese enigma y actúa en consecuencia. Habrá que ver cómo lo toma el electorado.
