AUMENTÓ LA FAENA DE HEMBRAS
Informes oficiales, confirman lo que se comentaba en el mundo ganadero: El incremento en la faena de hembras. Una radiografía del momento que vive el sector que jugado por economías adversas, recurrió a la liquidación indiscriminada de vientres. o
La faena de ganado efectuada en noviembre de 2008, según los datos provisorios de la Oncca (Oficina Nacional de control Comercial Agropecuario) alcanzó a 1.149.769 vacunos, una caída del 19 % con relación a igual período de 2007, mientras que con relación a octubre, la merma fue de 13,4 % indicó el informe número 100 de la Cámara de la Industria y, el Comercio y Afines de la Carne (CICCRA)
Al considerar los primeros once meses del año, la matanza de vacunos llegó a un nivel de 13,32 millones de cabezas y en comparación con enero-noviembre de 2007 se registró una contracción de apenas 2,4%.
Más allá de la leve caída interanual registrada en el nivel de actividad sectorial de los primeros once meses de 2008, los niveles de faena de los últimos dos años fueron los más elevados del período 1990-2008, crecimiento que se produjo por dos factores.
En primer lugar, indicó el trabajo, los récords de faena vacuna observados en 2007 y 2008 se explicaron por la elevada liquidación de hembras, proceso que ya se extendió por 27 meses (incluyendo diciembre, ya que nada indica que las señales recibidas por el conjunto de los productores y su respuesta a las mismas hayan cambiado en el cierre del año).
Los datos de la primera campaña de vacunación antiaftosa (1º semestre) correspondiente a 2008 respaldan esta hipótesis acerca del proceso de liquidación de hembras y, por lo tanto, de reducción de existencias vacunas.
Al respecto, cabe aclarar que no se tomaron en cuenta la segunda campaña de vacunación, para aislar el efecto negativo que también tuvo la sequía sobre el stock vacuno durante el último año.
Según los resultados correspondientes a las primeras campañas de vacunación anti-aftosa del período 2007-2008, surge que entre ambas campañas, hubo una reducción de las dosis aplicadas de 904.827, al pasar de 60,166 millones a 59,261 millones. Esto implicó una caída de 1,5% interanual.
Pero la liquidación de hembras se observa con mayor claridad si se tiene en cuenta que se aplicaron 468.053 dosis menos en vacas y 337.277 dosis menos en vaquillonas, lo que representó 89% de la disminución total registrada, cuando la suma de ambas categorías representaba 53,7% del total de animales vacunados.
El proceso actual de liquidación de hembras se inició en el tercer trimestre de 2006, tras un continuo avance regulatorio sobre la cadena valor que se inició a comienzos de 2005 y que en marzo de 2006 llegó al límite de suspender transitoriamente las exportaciones de carnes durante el segundo trimestre del referido año.
La duración e intensidad de este ciclo de liquidación no tiene comparación con ningún otro que se haya registrado en las últimas décadas en la Argentina. Si toman las estadísticas oficiales disponibles a noviembre de 2008, y suponiendo la ausencia de modificaciones en diciembre, el proceso ya se extendió por 27 meses.
En noviembre la participación de las hembras en la faena total fue de 46,4%. Si bien resultó inferior al guarismo registrado en noviembre de 2007, todavía se ubicó en un nivel muy elevado con relación al valor que permitiría mantener constante el stock total de hacienda, es el segundo valor más alto para el mes señalado en el período 1990-2008 (el más elevado correspondió a noviembre de 2007).
Al medir los primeros once meses del año, la participación de las hembras en la faena total se ubicó en 48,7%, con un total de 6,489 millones de cabezas. Pero lo más significativo es que este aumento de la importancia relativa de las hembras se debió a una expansión de su faena de 0,6% interanual en un contexto en el cual la faena de machos disminuyó 5,0% interanual y la faena total cayó 2,4% interanual.
Matanza de vacas y vaquillonas
La matanza de vacas y de vaquillonas fueron las que más crecieron entre todas las clasificaciones, con participaciones casi récord para el período 1990-2008, de modo que la sustentabilidad de la actividad ganadera y frigorífica quedó condicionada a mediano plazo.
En el primer caso, la faena interanual creció 6,2%, y en el segundo caso, 5,4% interanual. En términos relativos la faena de vacas explicó 20,0% del total, registro que sólo fue superado por el de enero-noviembre de 1996, cuando la participación de las vacas llegó a 21,5% (recordemos que aquella fase de liquidación (96-97) dio lugar a la crisis de 1998).
La faena de vaquillonas explicó 17,0% del total en los primeros once meses de 2008, registro apenas inferior al verificado en igual lapso de 1993 y de 1999.
Entre los machos, sólo la faena de terneros creció con respecto a enero-noviembre de 2007. La variación fue de 2,9% interanual, marcando la participación más alta del período 1990-2008 (4,9%).
En cambio, las faenas de novillos y de novillitos resultaron inferiores a las de igual período del año anterior. Por tercer año consecutivo en el primer caso y por segundo año consecutivo en el segundo. La matanza de novillos cayó 10,9% interanual y la de novillitos 0,5%.
En segundo lugar, otro factor que contribuyó a mantener la faena en niveles récords fue la expansión del engorde a corral, concentrado fundamentalmente en animales livianos (jóvenes). El desarrollo de la ganadería intensiva ‘aceleró’ el proceso de invernada con relación al engorde tradicional (‘a campo’) y aumentó (‘adelantó’) la disponibilidad de hacienda lista para ser comercializada.
Un informe sobre el engorde a corral recientemente publicado por el Senasa muestra claramente cómo creció la actividad de los establecimientos de feed-lot a lo largo de los últimos tiempos, en gran parte favorecida por la política oficial de subsidios.
Se expanden los feed lot
En octubre de 2007 los establecimientos de feed-lot contaban con un stock de 1.161.967 cabezas encerradas, mientras que un año después la cifra llegaba a 1.623.807 cabezas. Esto significó una expansión de casi 40% interanual.
Cuando se analizan las clasificaciones de los animales ingresados y egresados de los referidos establecimientos en el período octubre 2007-septiembre 2008, surgen como dominantes las categorías jóvenes/livianas.
Asimismo, del total de los animales egresados en el período referido, 90,4% fue enviado a mercado terminal, a predio de remate o a frigorífico (o matadero) y el restante 9,6% se dirigió a otros establecimientos. Es importante resaltar que dentro de este último conjunto, 44,1% se destinó a otros establecimientos de engorde a corral y 41,8% a establecimientos del mismo titular del establecimiento de engorde a corral que los remitió.
En tanto, el restante 14,1% fue enviado a establecimientos que no son de engorde a corral (y cuya titularidad es diferente de la del establecimiento de engorde).
Además, el Informe del Senasa estableció que la alta participación de las categorías vacas y vaquillonas en los movimientos entre establecimientos se habría debido a la necesidad de recuperar animales que resultaron afectados por la sequía registrada en las principales zonas productoras.
Pero, más allá de la dinámica de los movimientos de ingresos y egresos registrados entre octubre de 2007 y septiembre de 2008, en los últimos meses de 2008 la política oficial de subsidios perdió efectividad, ya que a los valores negociados la ecuación comenzó a arrojar resultados negativos para la actividad del engorde a corral.
En ese sentido se abrió un nuevo interrogante en cuanto a las posibilidades de este eslabón de la cadena para contribuir al sostenimiento de la faena vacuna durante 2009, tal como ocurrió durante 2008, salvo que el gobierno nacional decida profundizar el esquema de subsidios.
En función del cambio de escenario, y más allá de la estacionalidad que afecta a la actividad, en el cuarto trimestre de 2008 la brecha entre egresos e ingresos de animales vacunos desde y hacia los establecimientos de engorde a corral se amplió con relación a los movimientos en iguales períodos de 2007.
Los indicadores muestran que la industria frigorífica vacuna registró niveles de actividad récord en los últimos dos años, sustentados en una participación récord de las hembras (con reducción de existencias) y, también, en la expansión de la actividad del engorde a corral que ‘aceleró’ el proceso de invernada y adelantó el envió de animales a faena.
Por otro lado se deben sumar los efectos negativos provocados por la intensa sequía registrada en las principales zonas productoras y que todavía no fue superada.(Noticias AgroPecuarias)
EB
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