Comida chatarra para el cerebro
La publicidad televisiva muchas veces lastima la mente infantil mientras nosotros asistimos perplejos a esta agresión a nuestros hijos. Algo se debe hacer, los concejales de Gualeguaychú dieron el primer paso. Por Abel Lemiña El advenimiento de la industrialización alimentaria trajo pro y contras a la salud de la gente, porque por un lado potenció la cantidad de alimentos en el mundo, por cierto mal distribuidos, por el otro produjo una modificación con cierta merma en la calidad de los nutrientes naturales.A esto se debe sumar el hecho que la globalización empujada por el desarrollo del marketing publicitario impuso el consumo de muchos de estos productos, que por sus características y los resultados de su ingesta repetitiva, terminaron por crear, especialmente en los más chicos, el hábito de consumir comida “chatarra”. Este cuadro de comedores de chatarra está generando un aumento de chicos con sobrepeso y obesos, lo que hace prever una generación de futuros adultos diabéticos e hipertensos, con sus temibles consecuencias.Está incorporado el concepto que este tipo de comida consumida con frecuencia termina por enfermar o predispone a ello. Desde lo psíquico el ser humano también se alimenta, de vivencias, de experiencias cotidianas, familia, interacción humana, lectura, recepción de lo que emiten los medios de comunicación masiva, publicidades, en fin, todo suma, pero no todo es beneficioso para la salud mental del humano, especialmente de los más pequeños que están formándose como personas.O sea, que a nivel alimentación de lo psíquico, también hay comida chatarra, la que lamentablemente es consumida diariamente por nuestros hijos y también por nosotros los adultos, con el agravante que los niños son muy permeables a lo que reciben desde la televisión, a la que la perciben como paradigmática, porque lo que sale en TV es la verdad, es lo de moda y tiene éxito.Sería muy tedioso enumerar toda la programación y publicidad chatarra que se emite, pero así como la comida daña las arterias, aumenta el colesterol y promueve al infarto, accidentes cerebro-vasculares e insuficiencia renal, la comida chatarra para el cerebro daña a éste, taponando la razón estimulando a destiempo, con consignas hipersexuales que obstruyen el normal y lógico desarrollo del niño.Programación y publicidades que trastocan los valores morales, que introducen en el cerebro infantil estímulos que no puede comprender y mucho menos manejar con criterio, incluso en los adolescentes que son bombardeados por imágenes eróticas incitando a un sexo descontrolado.Ejemplo de ello es la cantidad enorme de avisos en los que se promueve el llamado o envío de mensajes de texto a celulares donde mujeres esbeltas invitan a compartir posiciones, frases y todo un kit de sexo virtual que estimula hormonas sin poder canalizar o direccionar los estímulos que generan éstos en el receptor.Muchas de estas publicidades se emiten dentro del horario de protección al menor, y sin embargo, más allá de las reglamentaciones allí están, uno tras otro, como un encadenado de estímulos que dinamitan el cerebro de los menores, alejándolos del mundo que les corresponde, incitándolos a entrar a uno virtual y de una apología de lo sexual, lejos de todo sentimiento, o relación humana normal, ya que una voz de una mujer desconocida invita a compartir momentos íntimos o situaciones íntimas que nada aportan de positivo y saludable al desarrollo de la mente de un pequeño.Se avasallan los derechos del niño, se lastima a la familia y se está burlando las reglamentaciones que protegen a los más chicos. Por eso es muy saludable el hecho que el Concejo deliberante de Gualeguaychú se haya rebelado ante esta situación y haya votado a favor de la Resolución Nº 15/2009 en la que se busca poner freno a tanta locura que solo persigue fines económicos sin tener en cuenta las consecuencias nefastas para la sociedad, ya que confundir y agredir a los menores no es un simple detalle.Mediante ésta se pide a los canales de Televisión, al COMFER, a las empresas de telefonía y a todos los que tiene que ver con estas publicidades, para que paren de emitir esta comida chatarra que intoxica el cerebro de nuestros hijos. Consideramos que debemos apoyar esta resolución e involucrarnos de alguna manera para enfrentar a este enemigo disfrazado de éxito, moda y rating, Los concejales gualeguaychuenses dieron el primer paso, es momento de caminar con ellos y no dejarlos solos en esta lucha que sabemos que es justa pero desigual.ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
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