EL BOOM DE LA PROGRAMACIÓN EN LA TÉCNICA N°2
Computación: de estar a punto de ser sacada del plan de estudios a tener una demanda récord
El boom mundial de la programación ha modificado tanto la cantidad de jóvenes que actualmente eligen formarse en esta materia como el contenido y la forma de dictarlo en la Escuela Técnica N°2. Los efectos dañinos de la pandemia y el recorte del Conectar Igualdad.
Luciano Peralta
¿Cómo afecta la enorme demanda mundial de profesionales de la programación a la formación de técnicos en computación? Esa fue la pregunta que disparó esta nota. La profesora Noemí Silva, a cargo del Taller de Informática de la Escuela Técnica N°2 Presbítero José María Colombo, y el profesor Joel Godoy, quien da varias materias relacionadas a la computación en la institución, respondieron a la misma. Y sumaron a un grupo de siete jóvenes estudiantes que cursan de cuarto a sexto año en esa orientación.
Ambos docentes coincidieron en que la situación actual es radicalmente diferente a la de 2009, 2010, cuando la orientación en Computación estuvo a punto de ser quitada de la oferta educativa. La demanda era poca y al rector de entonces no le caía muy simpática la idea de mantenerla, pero, afortunadamente y gracias a varios docentes, eso no sucedió.
“Hubo años en que la matrícula fue de tres o cuatro alumnos. Una vez, un sólo estudiante se recibió en Computación”, aportó Godoy, como ejemplo. Ahora, en cambio, “estamos con una matrícula que no se veía hace mucho tiempo”.
“No se han cambiado tanto contenidos como la manera de darlos, menos estructurada que antes. Ahora, vemos que está pasando en la sociedad y lo traemos al aula para que los chicos se enganchen y asuman esos desafíos”, explicó el docente, que además es egresado de la orientación en Computación. “Cuando yo estudiaba, al contenido que veíamos no le encontrábamos sentido, eran temas que no se podíamos hilvanar con la vivencia diaria. Hoy en día es diferente, los chicos vienen con algún video juego, por ejemplo, y aprendemos sobre el lenguaje en que fue programado ese video juego”.
“Desde mi taller cambié contenidos”, aclaró Silva. “Empezamos a ver Scratch, que es un programa que sirve para iniciarse en la programación, ellos aplican resolución de problemas, y en cuarto año empezamos a ver Arduino. De hecho, para la Muestra de las Escuelas Técnicas, el 15 de noviembre, los chicos están diseñando maquetas en ese lenguaje, para mostrar un poco de todo lo hecho en el año”, adelantó la docente, también egresada de la Técnica.
“La demanda es tal que en cuarto año tuvimos que hacer dos divisiones, por la cantidad de alumnos”, agregó. En total, en el cuarto de este 2023 fueron 38 los inscriptos, bien distinto a los 15 de quinto, los 17 de sexto y, más aún, a los siete estudiantes de la orientación en Computación que cursan el séptimo año.
La pandemia y los viejos docentes
“Nosotros no tuvimos programación hasta quinto año”, explicó José (17), de sexto, “pero ahora se está dando una base ya desde tercero, lo que permite que se den proyectos muchos más lindos”.
“La realidad es que tuvimos un profesor que no nos dio lo que nos tenía que dar y todos tuvimos una base re mala de programación”, expuso Martina (18). “Por lo menos en mi caso, a mí quinto me costó un montón y sexto me sigue costando, pero creo que es por la falta de esa base que te digo, porque, ahora, los gurises que pasan a quinto son una luz al lado de nosotros, ahí se nota la diferencia”.
Tanto José como Martina, como tantos, sufrieron no sólo la resistencia de los viejos docentes a adaptar contenidos (varios ya se jubilaron), sino también padecieron los tiempos de pandemia en momentos cruciales del paso por el secundario: nada menos que al momento de elegir la orientación a seguir (Computación, Electromecánica o Maestro/a Mayor de Obras).
“A nosotros nos tocó anotarnos por el celular, sin información de las orientaciones, prácticamente. Porque ese año las charlas que se dan previamente no se pudieron hacer”, explicó, al respecto, la única alumna que participó de la entrevista.
Des-Conectar Igualdad
“Un año antes de entrar a la escuela nos quitaron las computadoras”, se quejó Valentín (16) en referencia a la interrupción del programa Conectar Igualdad decidida por durante el gobierno del ex presidente Mauricio Macri. “Encima, este año les dieron computadoras a los de tercero, pero creo que nosotros las necesitamos más, para programar”, agregó el joven.
Ninguno de los siete estudiantes entrevistados recibió la netbook del programa Conectar Igualdad. Néstor (16) tiene una de la vieja camada, del 2010, que era de su hermano. “Yo la uso ahora para hacer las maquetas, pero anda muy lenta, no está preparada para eso”, explicó. Al tiempo que coincidió con el resto de los presentes en que “las nuevas, las que están dando ahora, están muy bien para programar, ya vienen hechas para eso”.
“Hay muchos que no tienen computadoras en sus casas y solamente las pueden usar en los talleres. Ahí se complica porque no se tiene donde practicar”, aportó José.
¿Por qué programar?
“Hoy mirás a tu alrededor y en todo hay una computadora, vez un auto de alta gama, por ejemplo, y pensás cómo se llega a eso. Todo eso te lleva a la programación, a la domótica, que es la automatización de cosas, y a tratar de aprender sobre eso”, contestó Airton (16), a esta pregunta.
“A mí siempre me llamó la atención la mentalidad del programador, que piensa en algo y lo hace, lo lleva a la práctica”, dijo Tomás (15), quien, en su casa, junto a su padre, que es programador, se la pasa armando artefactos. El último fue un video juego tipo arcade, con cuatro joystics y la posibilidad de utilizarlo como reproductor de video. “Si todo sigue bien, me gustaría seguir estudiando Ciencias de la Programación en La Plata”, adelantó.
“Desde la programación siempre se puede innovar, desarrollar cosas que pueden ayudar a mucha gente”, sumó Bautista (15). Quien fue parte, entre otros, de un proyecto de una caja fuerte que, a través de un código, se abría y se cerraba con una contraseña.
“Antes la computación estaba catalogada como una especialidad que no tiene salida laboral”, expresó la responsable del Taller de Informática. “Hoy en día, que todas las empresas y las industrias están automatizando sus tareas, hay una gran demanda de profesionales de la programación”, contrastó.
“Antes, el programador era algo raro, la programación era una cueva. Hoy en día, por los videos juegos, por las páginas webs, por los celulares, la realidad es otra. Ya no es un nicho, de hecho, cualquiera puede tener acceso”, aportó su colega. Y, con unas pocas palabras, explicó de qué se trata este cambio de paradigma: “Antes, estudiar, formarse, era más difícil, tenías que tener los medios para ir a la universidad. Hoy, si bien es importante ir a la universidad y tener un título, quien no puede hacerlo, puede educarse en su casa, a través de cursos que son gratis, y trabajar free lance. Con ganas y una computadora, se puede”.
“Todos los años, en quinto, pregunto por qué eligieron la carrera. Antes, la respuesta más común era por descarte entre las orientaciones, y ahora hay muchos chicos que conscientemente elijen computación porque realmente quieren hacer algo referido a la computación cuando se reciban”, sintetizó el docente de Programación, Sistema de Procesamiento de Datos y Simulación, entre otras asignaturas.