CULTURA POPULAR, CANCIONES, JUEGOS Y SUPERSTICIONES
Cuadernos de las maestras Láinez: un registro que muestra cómo era Gualeguaychú hace más de 100 años
Los relevamientos realizados por las llamadas “maestras Láinez” hace más de 100 años permiten conocer en la actualidad las tradiciones y creencias de antaño. Son 88 mil hojas producto del trabajo de más de 3.500 maestros de todo el territorio. La profesora Silvia Razzetto trabaja con este material en sus investigaciones y ahora lo comparte con la comunidad educativa de la ciudad.
Debido a un trabajo de investigación, la profesora Silvia Razzetto, reconocida docente de historia de Gualeguaychú, comenzó a indagar en un archivo invaluable: los cuadernos de las maestras Láinez, un amplio registro de las tradiciones y elementos de la cultura popular de antaño que relevaron las maestras de la zona hace poco más de un siglo atrás.
Corría el año 1921 cuando el Consejo Nacional de Educación impulsó la Encuesta Nacional de Folclore, una convocatoria a que los docentes diseminados en el interior del país (fundamentalmente en Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires) registraran todo lo relacionado con la raíz folclórica, indígena e hispano-criolla, propia de su territorio. El propósito era preservar lo autóctono frente a los fuertes cambios sociales y culturales que suponía la llegada masiva de los inmigrantes y sus tradiciones para la construcción de una identidad nacional, una de las prioridades que tenía el dispositivo educativo escolar a principios del siglo XX.
Esta encuesta fue encargada a los docentes de las llamadas "escuelas Láinez”, escuelas primarias nacionales que se instalaron en todo el territorio argentino, llegando a zonas rurales y remotas, desde 1905, cuando se aprobó una ley impulsada por el senador bonaerense Manuel Láinez. De allí que a los docentes de esas escuelas se los haya conocido como “maestras y maestros Láinez”.
“En el lapso de pocos meses se hizo un relevamiento de tradiciones, de relatos, formas de vida, supersticiones, dichos y juegos que tenía ese seno social”, contó Razzetto a Ahora ElDía. “Ese tiempo tan corto en que se hizo evidencia que estuvo muy claro el proyecto, y que además hubo un entusiasmo muy grande por parte de los docentes que se transformaban ahora en escuchas de testimonios orales que guardaba este pueblo”, expuso e indicó que –en su totalidad– la encuesta dio por resultado 88 mil hojas, producto del trabajo de más de 3.500 maestros de todo el territorio.
“Todo aquello que tenía ya un área de contacto con inmigrantes no fue considerado. Es decir que los actores sociales consultados fueron personas mayores, que tenían recuerdos, memorias, cantares e incluso saberes de la medicina del territorio, y con eso se compuso un reservorio de información increíble”, explicó la profesora, quien además agregó que “es una fuente documental muy valiosa. Yo sabía de su existencia, pero no tenía acceso a ella. Me encontraba en otros asuntos cuando me llegó la noticia que se había digitalizado en su totalidad. Actualmente está puesta a disposición de quienes quieran consultarla en el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano”.
Razzetto contó que indagar en este material la llevó a encontrarse con saberes, relatos, canciones y juegos “que mi madre me había transmitido y que yo he transmitido a mis hijos, y ellos a mis nietos”, por lo que la experiencia resultó fascinante para ella. Los docentes que relevaron Gualeguaychú y sus alrededores consultaron con personas mayores, generalmente de entre 60 y 70 años, aunque algunos maestros tuvieron la posibilidad de hablar con personas de 90 e incluso 100 años. “Acá encontramos muchos registros de trabalenguas, que eran comunes en el uso de la gente; adivinanzas; supersticiones; también cantares. Hay bastante del romancero español. También hay juegos y rondas, como la ‘Ronda de la Batata’, ‘Mambrú se fue a la Guerra’, ‘Zapatitos de Charol’ y ‘La Blanca Paloma’. También los arrullos, como el ‘Arrorró’”, precisó Razzetto.
“También aparece algo muy interesante, una de las maestras señala el relato de Fray Mocho sobre la fundación de Gualeguaychú, al que nosotros hemos denominado Leyenda de la Fundación de Gualeguaychú, la historia del toro y la víbora. Esto quiere decir que acudían fundamentalmente a las colaboraciones que hacían los escritores y otras maestras en los periódicos. Hay mucho de página periódica guardada. En todo esto también me encuentro con el asalto de Garibaldi a Gualeguaychú (septiembre de 1845) contado por el propio José Garibaldi en sus memorias”, contó.
“Lo que uno encuentra es la presencia del Lobizón, al que llamaban también Lobizonte”, comentó, sorprendida porque dentro de estos registros “hay personas que dicen serlo y lo narran desde esa situación, que es muy delicada y llega a ser traumática; son personas hurañas, muy apagadas, a las que hubo que buscar la manera para poder acercarse ellas y cuenten su experiencia”.
Entre los “maestros Láinez” de la zona que realizaron este registro se encuentran Faustino Suárez, el maestro de la Escuela Nacional en Larroque; Amalia Forni, de la Escuela Nº88 (“Los Fundadores”), quien también fue docente en General Almada; Julia Díaz, de la Escuela Nº110; Catalina Piaggio, de la Escuela Nº6 (“Julio Irazusta”); Rosa Regazzi, de la Escuela Nº79 (“Escuela Pereda”); Serafina Martignone de Vasallo, de la Escuela Nº5; y Dolores Benvenuto, en Larroque.
Poniendo en valor las “memorias del pago”
Esta semana, Razzetto brindó una charla en el Instituto Sedes Sapientiae con el fin de realizar “una valoración del trabajo que llevaron adelante los maestros y maestras al apropiarse de esas instrucciones que venían desde el Consejo Nacional de Educación, haciéndolas propias y dándoles su impronta”.
La ponencia se dio en el marco de otras charlas y actividades que acompañan a lo largo del año un proyecto interdisciplinario del Sedes Sapientiae y los profesorados de música de Musicante, el cual tiene por objetivo la investigación de temáticas ligadas a la historia de la educación argentina. En este proyecto, alumnos de distintas carreras trabajan en conjunto a lo largo del año en torno a un tema centrado en el siglo XIX, XX o XXI, sobre el cual deben realizar una investigación y un ensayo.
“Encontrarse con los resultados de esos relevamientos es apasionante, por eso digo que es un viaje a la memoria del pago, porque no se tomó algo en general sino que es la suma de todos esos trabajos y actividades, de escuchar esas historias orales que hacen una mirada más amplia de la Argentina, de sus tradiciones y sus bases culturales”, concluyó Razzetto.