Cuando la verdad ofende
Una dolida editorial del diario paraguayo ABC titulada: Plantas de celulosa contaminanimpunemente agua, aire y tierra, nos pone frente a esta realidad que debería hacernosreflexionar a todos los agredidos por estas empresas que vienen a envenenarnos, y lologran cotidianamente, porque nosotros no nos enfocamos en el corazón del problema ynos dejamos entrampar en la telaraña chauvinista, ya seamos uruguayos, paraguayos oargentinos.FUNDAVIDAEl peor error que hemos cometido en el conflicto por BOTNIA (UPM) en realidad no esun error sino una estrategia deliberada de las empresas celulósicas que rápidamente alinicio de la controversia, con la complicidad del expresidente y futuro presidente deUruguay Tabaré Vázquez instalaron la cuestión en un escenario de chauvinismo que fueconsumido y aceptado por muchos actores de esta historia desviándola de su eje que esla agresión de empresas sin escrúpulos que destruyen la vida y la naturaleza con susefluentes hacia una visión maniquea e ingenua de patrioterismo barato que embarró lacancha hasta hoy.Una dolida editorial del diario paraguayo ABC titulada: Plantas de celulosa contaminanimpunemente agua, aire y tierra, nos pone frente a esta realidad que debería hacernosreflexionar a todos los agredidos por estas empresas que vienen a envenenarnos, y lologran cotidianamente, porque nosotros no nos enfocamos en el corazón del problema ynos dejamos entrampar en la telaraña chauvinista, ya seamos uruguayos, paraguayos oargentinos.Fíjense que la denuncia de ABC esta dirigida a una empresa radicada en nuestroterritorio que en realidad la misma empresa que está instalada en Fray Bentos.Según escribe Juan Augusto Roa, el periodista que firma la investigación se trata de lamultinacional con base en Chile: Alto Paraná SA (APSA), propiedad de la empresaArauco, que tiene una fábrica de pasta celulosa en la ciudad de Puerto Esperanza, aguasarriba de la ciudad paraguaya de Mayor Otaño. También a una fábrica de tableros demediana densidad (MDF) en la ciudad de Puerto Piray, frente al distrito itapuense deCarlos Antonio López.Las denuncias de Roa relatan eventos que son habituales a todas estas empresas:Pobladores de la compañía 7 de Agosto de Carlos Antonio López se quejan de que losgases expedidos por la usina térmica de la planta instalada en Puerto Piray causanmolestias en la garganta y los ojos. Esta planta -cuya estructura y fumarola se observannítidamente desde la costa paraguaya- quema un compuesto químico, desecho delproceso de producción de la pulpa de madera para elaborar los tableros denominados"líquido negro".Celulosa Piray -actual Santay- y Alto Paraná, que acapara toda la madera disponible,según precisaron activistas por el medio ambiente de la provincia de Misionesdescargan efluentes, con mínimo o ningún tratamiento previo, a las aguas del río Paraná,a través del arroyo Angelito, que descarga a pocos metros del puerto de lanchas en laciudad de Piray, y del arroyo San Lorenzo, ubicado unos pocos cientos de metros aguasabajo, dentro de la propiedad de Alto Paraná.
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