¿Cuantas crecientes más soportaremos?
Cada creciente vemos cómo se van sumando pérdidas materiales fáciles de visualizar. Pero lo que no podemos observar, son los incrementos en los niveles de contaminación que venimos sufriendo en el departamento Islas del Ibicuy. José Luis RegaladoOpinión No contamos con el interés de los responsables de efectuar acciones para detectar estos importantes datos en los elementos contaminantes, ni el financiamiento que nos permitiría acceder a esta información. Somos el embudo en el sur entrerriano que sufre todas las crecientes, las del Paraná, las del Uruguay y las del Gualeguay, sumadas a las continuas sudestadas.Un río como el Gualeguay, seguramente contiene muchos más elementos químicos contaminantes de los que dieron los últimos estudios realizados en el Río Paraná en los años 2010 y 2012 y dados a conocer no hace mucho. El Río Gualeguay es la cloaca interior a cielo abierto de nuestra provincia. Esta arteria hídrica colecta todos los elementos químicos contaminantes lavados, con estas grandes lluvias de estos últimos tiempos, de los campos esparcidos por los distintos pesticidas, que son usados indiscriminadamente en nuestro territorio, sin ninguna clase de control.En cada creciente "nos lavamos las patas con los desechos químicos de toda la provincia". Sabemos por los intereses que se manejan que es imposible evitar el uso de elementos contaminantes en el agro, entonces, cómo podemos evitar que estos maten en cada creciente a un departamento sembrándolo de endosulfán, cipermetrina y clorpirifos.Si nos protegemos con un gran dique, los ecologistas preservadores del medio ambiente y la biodiversidad, caerán sobre nosotros. La nueva ley de humedales no explica cómo podemos llegar a un sano equilibrio sustentable de nuestro hábitat e impedir este nivel de contaminación con que vienen atacando nuestro departamento. Las secuelas en el sueloNo pretendemos cambiar nada, no estamos en contra de sostener el ecosistema en el que elegimos vivir y queremos preservar. Las continuas crecientes y principalmente en las últimas vemos claramente el nivel de contaminación en el agua por las secuelas que dejan en los suelos, en la muerte de plantas como las salicáceas, duras de ceder antes los ataques de estos eventos, y los barros contaminantes con un alto nivel de acides que perduran en los albardones evitando el crecimiento de pastos, esperando después de cada creciente la lluvia salvadora para que lave los barros contaminantes.Muchos de estos elementos se depositan y tienen una vida media de permanencia en el medio ambiente de 9 meses a 6 años, como el endosulfán que viaja en este y contamina aire, agua, plantas. Consumimos estos elementos en nuestras dietas: al hacerlo por ejemplo con los peces o las carnes, que este elemento como la cipermetrina se depositan como compuestos en los tejidos grasos. Tomando como caso el ganado vacuno que ingiere estos elementos en pasturas y se deposita en las grasas, principalmente en la leche de alto tenor graso, preferentemente consumida por niños que no tienen las defensas desarrolladas y son mucho más vulnerables. En los peces sucede algo muy similar y que al consumirlos, indirectamente, ingiere estos peligrosos elementos que derivan en distintas sintomatologías, muchas veces descartadas, que terminan en graves enfermedades.
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios