Cuarenta años en pos del desarrollo local
En los primeros años de la década del '70 se comienza a gestar la Corporación del Desarrollo de Gualeguaychú (Codegu), por iniciativa de un grupo de entidades sin fines de lucro, que representaban a un vasto sector del quehacer socio-económico de la ciudad. Esas entidades pioneras fueron: Centro Comercial e Industrial, Cámara de la Industria, Cooperativa de Créditos, Sociedad Rural, Cooperativa Tambera, Cooperativa de Arroceros, Cooperativa de Electricidad, Sociedad de Bomberos Voluntarios, Cáritas Diocesana y Colegio Médico.Los objetivos estatutarios hablaron de incentivar, orientar y propiciar un desarrollo armónico, ordenado e integral de toda la comunidad.Las autoridades municipales se interesaron por el proyecto. El entonces intendente Carlos Bibé se constituyó en impulsor del emprendimiento, dando origen a un modelo de interacción entre el poder público y el sector privado de la sociedad.Así, el 8 de febrero de 1974 nació formalmente la institución que poco tiempo después generaría un ambicioso proyecto productivo en la región, un moderno Parque Industrial, actualmente uno de los más importantes del país.El primer Consejo Directivo de Corporación estuvo integrado por: Enrique Castiglioni (presidente); Ricardo Torrusio (vicepresidente); Roberto Bermúdez (secretario); Luis Daroca (tesorero); Isidoro Etchebarne, Oscar Lapalma, Osvaldo Gómez Cattaneo y Hugo Rodríguez (vocales).Junto a ellos formaban el Consejo Superior: el intendente municipal Carlos Vivé y la presidente del HCD Marta Olaechea; los síndicos Héctor Massaferro y Horacio Manzuoli; el auditor municipal Francisco Maradey y el asesor técnico Romeo Cotorruelo.La filosofía de estos vecinos era continuar con una tradición emprendedora local que empalmaba desde el punto de vista fabril con la construcción del Frigorífico Gualeguaychú, a principios del siglo XX.En efecto, ese enclave surgió por empuje de los ganaderos de la región, que se sintieron perjudicados por las maniobras monopólicas de la industria frigorífica extranjera, sobre todo británica.El Parque Industrial (PIG), con el impulso de Codegu, continuó con esta tradición fabril. Surgido al calor de la promoción impositiva de entonces, el emprendimiento marcó un viraje en la estructura productiva local.Pensado en su tiempo para evitar la emigración de los jóvenes, sobre la base de una concepción que apuesta al desarrollo endógeno, de carácter eminentemente local y regional, contra el modelo centralista dominante, el PIG sigue expresando hoy el deseo de un país económicamente más federal.En este sentido, la visión que imprimieron hace 40 años los creadores de Corporación del Corporación, no sólo logró cuajar en realizaciones concretas, sino que tiene una extraordinaria actualidad. Ocurre que Argentina sigue atada al puerto. La riqueza se concentra en Buenos Aires, donde abundan las fábricas que procesan la materia prima que produce el interior profundo.Ese desequilibrio se expresa en un monstruoso desnivel poblacional (el 38% de la población total del país se concentra en un espacio menor al 1% del territorio, la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense).La alternativa de "agregar valor" a la producción primaria en los mismos lugares donde se gesta, va en línea con federalizar al país. Y ése ha sido, de hecho, el sueño de quienes, en febrero 1974, lanzaron aquí Corporación del Desarrollo.
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