De los fondos liberados para mayo, la UNER sólo recibirá 114 millones de pesos

Hace ya mucho tiempo que la comunidad universitaria y estudiantil advierte que las políticas de ajuste implementadas durante la gestión del presidente Javier Milei dejan al sistema educativo de las altas casas de estudios sin plata para poder funcionar. Defenestradas por un Gobierno que parece despreciar la educación pública, ahora son las universidades las que saldrán el martes a la calle para reclamar lo que les corresponde para poder funcionar.

En este sentido, sobre el final de la semana pasada se supo que el ministerio de Capital Humano comunicó que las asignaciones que envía el tesoro se incrementaron un 70% en el mes de marzo y habrá un aumento igual en el mes de mayo, lo que totaliza una recomposición del 140%, de acuerdo a los datos oficiales. Y todo esto se hizo luego de más de un mes de reclamo y en las vísperas de una masiva marcha estudiantil que se realizará en todo el país el martes que viene. 

Aun así, un 140% de aumento en las partidas queda muy atrás y es insuficiente en una Argentina cuya inflación interanual se situó en el 287,9% en marzo.

En términos reales, lo que dispuso el Gobierno nacional es un aumento del 70% en marzo llevando la asignación por gastos de funcionamiento a 10.075.851.995 de pesos mensuales para las Universidades Nacionales, y otro 70% en mayo alcanzando los 14.224.732.213 de pesos mensuales, totalizando así este 140% de aumento sobre la asignación base de 5.926.971.777 de pesos mensuales. 

Ahora bien: ¿Es mucha o poca plata para las universidades 14.224.732.213 de pesos mensuales para poder funcionar? La manera más sencilla de dimensionarlos es bajarla a tierra y ver cuánto de esos fondos van a ser destinados a la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER).

“A la UNER le toca alrededor del 0,8% de esa partida mensual”, informó el secretario de Extensión Universitaria y Cultura de la Facultad de Bromatología José Dorati.

A partir de una simple cuenta de regla de tres simple se puede ver que por mes a la universidad pública entrerriana se le destinan poco menos de 114 millones de pesos ($113.797.857,704, en total), que dolarizados quedarían unos 114 mil dólares, y todo eso para mantener en funcionamiento 9 facultades ubicadas en varios puntos de la provincia. A simple, insuficiente para mantener en funcionamiento un aparataje universitario.

En el mismo sentido se pronunciaron varias autoridades educativas con respecto a la última maniobra del Gobierno nacional para intentar contener el descontento de la comunidad universitaria en medio de una semana donde en paralelo se informaron aumentos salariales para todos los integrantes de la Cámara de Senadores, varios de los ministros y secretarios más cercanos a Milei y a los directivos de YPF, cuyo sueldo mensual será de alrededor de 70 millones de pesos, más de la mitad de lo que tendrá la UNER para gastar por mes.

Es por esto que el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) sostuvo que el conflicto con el Ejecutivo sigue abierto y ratificaron la marcha masiva del próximo 23 de abril. “Entendemos que el diálogo es sin dudas el camino para lograr acuerdos duraderos que den la previsibilidad que el sistema universitario y científico necesita las en materia presupuestaria”, afirmó el CIN mediante un comunicado, pero aclaró que “quedamos a la espera de la invitación formal a la reunión donde se anuncie formalmente estas medidas, reunión a la cual asistirá el Comité Ejecutivo. La disposición de este Consejo Interuniversitario siempre ha estado y estará en virtud de nuestro convicción profunda respecto del rol estratégico que la educación pública, el sistema público de educación superior y la ciencia tienen para el país”.

“La marcha convocada para el 23 abril, sin dudas continúa siendo una actividad de vital importancia y de visibilízacion, la cual el CIN adhiere y convoca”, insistieron.

En este contexto, comienza una semana clave para las universidades públicas de todo el país,  uno de los mayores capitales científico, educativo y humano de la Argentina. 

La Facultad de Bromatología y un presente incierto

Es imposible ingresar al predio de la Facultad de Bromatología, frente al ex Frigorífico, y no contagiarse un poco con el entusiasmo con el que viven los que estudian en ese lugar. Aspirantes a bromatólogos, nutricionistas, farmacéuticos, bioquímicos y veterinarios, entre otras carreras y tecnicaturas, van de un lado de otro, de un aula al comedor, del comedor al laboratorio y del laboratorio a los múltiples espacios verdes en busca de dispersión.  Es una lástima que todo esto corra peligro de desaparecer.

“La situación presupuestaria actual de la universidad es que tenemos el presupuesto de 2022. En 2023 no hubo discusión presupuestaria, y ese año ya hubo un número importante de inflación, pero se fueron ingresando partidas para equiparar eso. Entonces, el presupuesto se fue acomodando, pero fue un parche sobre otro parche sobre un parche. Pero para el presupuesto 2024 todos esos parches desaparecieron. Se retiraron todos y volvimos a tener el presupuesto original de 2022”, contó José Dorati a Ahora ElDía.

“Es verdad que la masa salarial es una parte importante del presupuesto, pero muy pocos se imaginan los costos que tiene una universidad, como la luz, la calefacción, los insumos y el mantenimiento. Por ejemplo, el funcionamiento de un laboratorio como el que tenemos acá, el mantenimiento de los edificios y la infraestructura es muy costoso. Es lo que cuesta hacer que la máquina esté en funcionamiento. Todo esto tiene una serie de costos”.

Llevando todo a lo más llano, la última factura de energía eléctrica de la facultad fue de 1,6 millones de pesos, tres veces más que el mes anterior. Por otra parte, realizar el mantenimiento de los equipos más valiosos e importantes  cuesta entre 2.000 y 5.000 dólares solamente el llamar al técnico y evitar así que se rompan por el uso constante. Y relacionado también con el laboratorio, la institución debe de afrontar adicionales con la policía para que se custodien por la noche, cuando el edificio queda vacío. “Cualquier acto de vandalismo nos puede arruinar la vida. Por eso necesitamos de la seguridad policial”, reconocieron desde la Facultad de Bromatología.

Un detalle no menor es que muchas de las carreras que se dictan necesitan de algo llamado “Acreditación”, lo cual también afecta en el costo para el funcionamiento universitario: “Se hacen en el marco del artículo 43 de la Ley de Educación Superior que declara a algunas carreras como de interés público. Entonces, su dictado está de alguna manera auditado por este organismo para que se cumplan determinados estándares de formación, para que, por ejemplo, un veterinario no salga mal formado, para que un médico no salga sin una formación que alcance los estándares mínimos y esos estándares de formación están asociados a infraestructura y a capacidades técnicas hacia adentro de las universidades que tienen que estar garantizadas. Volviendo al ejemplo de bromatología, si vos no tenés un laboratorio apto, según estas acreditaciones, no pueden salir malos bromatólogos de acá”, explicó el secretario de Extensión Universitaria y Cultura. 

En otras palabras, no se puede para la maquinaria de un día para el otro porque esto afectaría el simple hecho de que los estudiantes no podrán estar bien formados y no se podrán cumplir con estas acreditaciones. 

Otro punto, que también tiene que ver con las acreditaciones, es que las universidades están obligadas a tener en su biblioteca un cierto número de material bibliográfico disponible para los que estudian allí, y cada uno de esos libros no bajan de los 140 mil pesos, y este tipo de inversión no se hace cada tanto sino por los avances en el conocimiento se deben modernizar de manera periódica.

Finalmente, ahora la Facultad de Bromatología enfrenta otro problema más: el aumento inminente en la factura de gas. Lo cierto es que toda la estructura tiene un sistema de calefacción por radiadores, el cual funciona mediante una caldera que envía agua caliente a cada una de estas terminales. Y si bien cada uno de los radiadores se puede apagar cuando el ambiente ya está calefaccionado, la caldera permanece en marcha todo el invierno. ¿Darán los costos para encender las calderas de la Facultad de Bromatología este año? En un país como Argentina, sólo el tiempo lo dirá.

Clase abierta en defensa de la Universidad Pública

La clase, destinada al público en general y particularmente a la comunidad educativa, estará a cargo de los docentes e investigadores de esta Unidad Académica Mercedes Piaggio, Renzo Sánchez, María Sol Telis y Agostina de la Fuente, quienes abordarán temáticas claves sobre el ambiente y el contexto universitario actual donde la Universidad Nacional de Entre Ríos adhiere a la convocatoria propuesta por el CIN en defensa de las Universidades Públicas Nacionales.

Esta clase pública además, se suma a la adhesión de la UNER a la Declaración del 91° plenario del Consejo Interuniversitario Nacional, donde se convoca para el 23 de abril a defender la educación pública, la ciencia y el sistema universitario nacional y se realizará la marcha federal en defensa tanto en Buenos Aires como en diferentes puntos del país, para concientizar y sensibilizar a la comunidad sobre el deterioro del sistema científico, tecnológico y de innovación. La suspensión total de obras de infraestructura científica y universitaria en ejecución y la reducción de los programas de becas; entre otros.