Del latín al inglés, el idioma hegemónico

Así como el latín, la lengua de Roma, fue en la antigüedad el idioma imperial en Occidente, hoy ese estatus de carácter global lo cumple la lengua de William Shakespeare.Alguna vez el latín fue el idioma diario de la gente del común, de los negocios, del gobierno y de la erudición, en la época del Imperio Romano, catalogado como uno de los grandes experimentos de globalización en el mundo antiguo.De hecho permaneció vigente hasta mucho después de la caída del Imperio Romano de Occidente, extendiéndose por todo el occidente de Europa (en Oriente, el Imperio Bizantino hablaba griego).La gente educada continuó comunicándose en latín en toda Europa. En la Edad Media, fue la lengua de la universidad y de la liturgia de la Iglesia Católica, pero también la de la ciencia, la literatura, la ley y la administración.Durante el Renacimiento, con la nueva valoración de los clásicos anteriores al cristianismo, los eruditos vieron el latín de Cicerón, el gran teórico romano, como el idioma verdaderamente original e incorrupto. Entonces lo impusieron como parte importante de la "educación clásica".Con el tiempo, y fueron necesarios siglos, el latín cayó en desuso, incluso en la mayoría de las áreas del conocimiento y hoy se considera una "lengua muerta".Para muchos expertos, en el siglo XXI el inglés aparece como de lengua internacional, suplantando así al antiguo latín. Y esto porque es un idioma utilizado como medio de comunicación entre locutores de diferentes países y culturas.Una lengua es internacional cuando reúne estas características: un gran número de hablantes distribuidos en varios países; una parte importante de hablantes son no-nativos que la usan como segunda lengua (lengua franca); no está ligada a un grupo étnico o religioso determinado; se utiliza para relaciones comerciales, diplomáticas y científicas.Davil Crystal, autor del libro "La revolución del lenguaje", considera que la hegemonía del inglés en diversos ámbitos, entre ellos Internet, es algo inevitable, y es fruto de una serie de circunstancias históricas que han favorecido su difusión.Según su visión, "un idioma se convierte en lengua mundial por una razón exclusiva: el poder de las personas que lo hablan".En el caso del inglés menciona que esos poderes son: el poder político que ejerció Inglaterra mediante el colonialismo en el siglo XVI; el poder tecnológico de Inglaterra como consecuencia de la Revolución Industrial en los siglos XVIII y XIV; el crecimiento del poder económico de Estados Unidos en el siglo XIX; y el poder cultural a través de esferas de influencia, principalmente norteamericana.El inglés no sólo es el idioma de los negocios y el comercio, sino de la ciencia y la tecnología. Según los expertos hasta el principio del siglo XX tres lenguas rivalizaban en el mundo científico: el inglés, el alemán y el francés.Esa rivalidad se dirimió durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, con el triunfo aliado y la emergencia de Estados Unidos como potencia científica.Aunque Ulrich Ammon, profesor de Estudios Alemanes y Lingüística en la Universidad de Duisburgo-Essen (Alemania) opina que "incluso sin las dos guerras mundiales y sin el nazismo, el inglés se habría convertido en el lenguaje global dominante de la ciencia, aunque de forma más gradual, gracias a su potencial económico y científico, que acrecentó su papel central en la comunicación científica".
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