Después del funeral
En una semana de alto contenido político, el gobernador Urribarri se mostró fortalecido luego del duro golpe que significó la imprevista muerte del ex presidente Kirchner.Mario Alarcón MuñizEspecialAl reanudarse el lunes la actividad oficial, el primer mandatario provincial reunió al gabinete, funcionarios de jerarquía y legisladores, para hablarles de la nueva etapa que se iniciaba en el país. Casi de inmediato formuló declaraciones que tuvieron amplia difusión. En ambas oportunidades a Urribarri se lo vio afectado pero muy seguro y dejó en claro que "no hay retroceso" y "se redoblarán esfuerzos para profundizar el modelo".Es ese, en síntesis, el mensaje que desde la Presidencia de la Nación se ha entregado a la sociedad. Claro que el gobernador le añadió algunos matices de color local, apuntando a los disidentes (Jorge Busti y el Peronismo Federal, aunque sin mencionar nombres propios) a quienes notificó que "pueden volver, pero antes deberán pedir perdón".Sin descartar que esas palabras hayan sido consecuencia de la emotividad que suele prevalecer en estas circunstancias avanzando sobre lo que en realidad se quiere expresar, son propias de quien se siente dueño de las llaves. Más allá de los pesares, aparece como dominador de la situación y pone condiciones. El conductorLo corroboró el jueves en la asamblea pública realizada en Villaguay en homenaje al ex presidente fallecido. En principio, según había trascendido desde esferas oficiales, sería una reunión con dirigentes justicialistas de la provincia, preferentemente intendentes partidarios en los que el gobernador se apoya de manera constante porque sabe que constituyen en cada lugar su base política. Se trataba de dialogar sobre la situación, reanimar los espíritus, recomponer la estrategia y enfrentar el venidero año electoral con ciertas variantes respecto de lo que se proyectaba hasta diez días antes.Los problemas no son más grandes ni más pequeños. Son los mismos. Pero el jefe ya no está. La forma de encarar lo que vendrá, cambia. Esto es así en todos los órdenes. Lejos de ser una excepción, la política plantea mayores exigencias en estos casos.En definitiva, además de las conversaciones de dirigentes, la reunión de Villaguay se extendió a un acto público realizado al anochecer del jueves en la plaza principal de la ciudad con la asistencia de unas cinco mil personas -según fuentes periodísticas imparciales- procedentes de distintos puntos de la provincia.Un dato para nada despreciable: Urribarri, por decisión propia, fue el único orador. Su mensaje no contuvo sorpresas. Rindió homenaje a Kirchner, reiteró su apoyo a la Presidenta y convocó a la unidad.Por separado del discurso y de lo expresado desde el máximo nivel provincial durante la semana, ya nadie duda que Urribarri se ha puesto el traje de conductor del justicialismo provincial. En cierto modo lo era por su investidura de gobernador, pero desde el cruce de vereda de Busti y su gente, el timón le pertenece y no se vislumbra ni a la distancia que alguien de su misma línea pretenda disputárselo. Además se lo observa convencido de su liderazgo. A tal punto es así que proyecta subrayarlo dentro de diez días, el miércoles 17, día del militante, con un gran acto a realizarse en Paraná. La otra veredaLa opción del peronismo se presenta por fuera del PJ oficial. Tampoco esto es novedad porque la escisión planteada por el ex gobernador Busti lleva casi dos años, materializada hace pocos meses mediante la fundación y el reconocimiento de su propio partido. Aunque no se lo vea con frecuencia o se hable poco de él (en algunos medios estaría proscripto o censurado, según se quejan sus partidarios), Busti se moviliza desde su sillón principal de la Cámara de Diputados, mantiene sus contactos y tiende a ampliarlos. Se le conoce una sola declaración pública por la muerte de Kirchner. Desde entonces ha permanecido en silencio, pero no se cree que inactivo.Durante la semana presidió una reunión con dirigentes de su sector en un domicilio de Paraná. Por lo que se sabe hubo un análisis de la situación y se conversó acerca de los próximos pasos del Peronismo Federal en función del armado electoral para el año próximo. La unidad de la que habla Urribarri está a miles de kilómetros de distancia, tan lejos como la intención de los disidentes de disculparse. Ni hablar de pedir perdón. En cambio, en esa reunión el ex gobernador confió a sus allegados haber sostenido un encuentro con el líder del Proyecto Sur, Pino Solanas, "sólo a título informativo", aclaró un vocero. Lo informó EL DIA el viernes.Así las cosas, el cuadro de disenso parece irreversible. El bustismo también celebrará el miércoles 17 el día del militante, pero en la costa opuesta: el acto tendrá lugar en Concepción del Uruguay. Puede verse que poco o nada ha cambiado después del funeral.
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